La incomodidad que existe en el Senado por el devenir de la Convención Constitucional ha sido un tema que han planteado los presidentes del PS, Andrés Santander, y del PPD, Natalia Piergentili, en más de una reunión en La Moneda.

La inquietud también se le hizo ver al ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson, en los encuentros con las bancadas de senadores del PS y RN, hace dos semanas, en momentos que el gobierno presionaba por apurar la Ley de Amnistía para los “presos del estallido social”, a pesar de que no había votos para aprobar esa iniciativa.

Ese hecho, con el que el gobierno buscaba dar una señal a sectores de izquierda en la antesala del Día del Joven Combatiente, generó un conflicto entre algunas bancadas oficialistas como el PPD y el PS con La Moneda, ya que un inminente rechazo se iba a transformar automáticamente en nuevo cuestionamiento a la Cámara Alta por parte de la Convención.

Las quejas volvieron a aflorar, el martes pasado, en el almuerzo de bancadas oficialistas, que se realiza habitualmente en el comedor de la Presidencia del Senado, donde participan legisladores del PS, del grupo PPD-independientes y de Apruebo Dignidad.

El problema es que esa incomodidad llegó a un punto irreversible luego de que la instancia constituyente aprobara el fin del Senado, por 104 votos en el Pleno del miércoles pasado.

La votación escaló la molestia de los senadores desde el PS a la UDI contra la Convención y el gobierno, del que sospechan que estaría detrás de una estrategia para eliminar a la Cámara Alta, incluso antes de que el Presidente Gabriel Boric termine su mandato.

En las bancadas del PS, la DC, el PPD, la UDI y RN, de hecho, existe una declarada indignación por la forma cómo la Convención, con el apoyo de algunos sectores políticos afines al Ejecutivo, transformaron al Senado en el principal “villano” de la política chilena, acusándolo sistemáticamente de haberse opuesto a reformas demandas por la ciudadanía.

Tras la aprobación del fin del Senado, un sector importante de los senadores declaran que ya no están disponibles para asumir roles impopulares y se les acuse de obstruccionismo. Una consecuencia de ello sería una inédita apertura a aprobar un “quinto retiro” a todo evento.

El senador socialista Juan Luis Castro dijo que hoy un “quinto retiro es inevitable. Ahora, ¿cuál proyecto va a prosperar (el de La Moneda o el de un grupo de diputados que lo proponen a todo evento)? Depende la Cámara. El que llegue al Senado es probable que se apruebe”.

Agregó que el clima que existe en el Senado será una variable nueva y, a su juicio, es responsabilidad del equipo político del gobierno tenerla en cuenta.

El jefe de bancada de la UDI, Iván Moreira, quien dijo el jueves que lo ocurrido en la Convención es una muestra de que la administración de Gabriel Boric le declaró “la guerra” a los senadores, comentó que “hoy el gobierno ya no cuenta con el Senado” para poner “las cosas en su lugar”. “Hay una mayoría que no está disponible a asumir costos de la ineficiencia del gobierno. Frente a la falta de certezas del Ejecutivo en todo, es muy probable que se apruebe el quinto retiro en el Senado (si es que pasa la valla de la Cámara)”, señaló.

Costos y mitos

El actual diseño institucional de dos cámaras considera que los senadores se eligen cada ocho años y los diputados cada cuatro. Ese esquema tiene una justificación: favorecer que la Cámara Alta adopte decisiones menos influenciadas por las elecciones de cada cuatro años y pueda soportar las presiones sociales, ya que a veces puede haber materias muy populares, pero que tienen consecuencias negativas.

Una de esas materias han sido los retiros previsionales, que según el criterio mayoritario de los economistas, entre ellos el ministro de Hacienda, Mario Marcel, han repercutido en la economía y, en especial, en la inflación.

A juicio del senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, “el hecho de que el Senado prescinda de los ciclos electorales, fundamentalmente por ser electos por 8 años, es una de las razones de su existencia. Pero eso ha sido mal utilizado y aprovechado por la Cámara para hacer pasar reformas inconstitucionales o malas para Chile sabiendo que el Senado puede arreglar esto en un segundo trámite legislativo. Muchas veces es injustificada la crítica al Senado, porque se responde por desaciertos de la Cámara”

“A veces hay mitos que se crean, ni siquiera de convencionales, sino de funcionarios que trabajan con ellos, que quieren crear la imagen de que la Cámara de Diputados es el organismo progresista y el Senado, el conservador. Quiero recordar que hay cantidad de cosas que se han generado en el Senado y que la Cámara ni siquiera había aprobado. Mal que mal, el acuerdo para una nueva Constitución surgió en una discusión del Senado”, comentó el jefe de bancada PS, José Miguel Insulza, al ser consultado por la imagen existe sobre la Cámara Alta.

La jefa de bancada de RN, Paulina Núñez, señaló que muchas veces el Senado es el que recoge el guante cuando nadie quiere tomar decisiones. “En la Convención se ha reiterado que el Senado es el que se opone a los cambios y la verdad es que hasta hoy estamos facilitando que, por ejemplo, ante un voto obligatorio, las personas tengan su domicilio lo más cerca de su lugar de votación, entre otras medidas”, dijo.

El senador PPD-independiente, Pedro Araya, cree que “el Senado ha tenido que asumir costos respecto de situaciones que de haber sido aprobadas habrían resultado dañinas para el país, pero en la pandemia fue el Senado, por ejemplo, el impulsor de los acuerdo que permitieron más ayudas”.