Sergio Celis es investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la U. de Chile. El foco de su trabajo está en el análisis de la institucionalidad del sistema escolar, su financiamiento y los resultados educacionales. Es con ese conocimiento que desmenuza la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), que esta semana aplicó su tercera edición regular.

¿Qué se puede establecer con tres PAES rendidas?

Es una prueba técnicamente superior a la PSU. Y cuando digo superior es que logra discriminar mejor entre quienes las rinden. Y quiero destacar que divide las pruebas de matemáticas en dos. Lo otro interesante es que se produce un cambio entre un foco más curricular y de contenido de la PSU, a habilidades en la PAES. Ese cambio permite matizar las discriminaciones que se producen por el lugar donde estudian los jóvenes. Por supuesto que esto tiene límites, porque también las habilidades están muy relacionadas al ambiente formativo.

Es una prueba más justa, dice.

Si a alguien no le pasaron el contenido, tiene muy bajas chances de que le vaya bien. En cambio, cuando hay un foco en habilidades, esas chances aumentan. Eso no quiere decir que borra las diferencias, pero las matiza. Y lo otro interesante es que el puntaje no se normaliza como en la PSU, entonces vamos a ver qué significa que alguien tenga 700 u 800 puntos en términos de preparación. Esto no ocurría antes porque el puntaje iba variando año a año, se iba normalizando sobre la corte. Y lo último para destacar es que se da en más lugares y dos veces en el año.

¿Fue un acierto haber incorporado la prueba de invierno?

Sí, de todas maneras. Era un sentir de varios sectores hace mucho tiempo, que demoró demasiado. Ha dado resultado en general para la tranquilidad de los estudiantes. Cuando una persona siente que tiene más control en el proceso, los niveles de ansiedad bajan.

¿La PAES se puede ensayar más que las pruebas anteriores?

Todas las pruebas estandarizadas son ensayables. Ahora se tiende a ensayar otro tipo de cosas, eso sí, que son habilidades, que de alguna manera uno las prefiere a ensayar cosas de memoria, que era la orientación de la PSU. Ahora se pueden ensayar cosas que educacionalmente tienen un propósito mayor, que la gente pueda pensar más críticamente, pueda analizar problemas, pueda entender un texto. Definitivamente la PAES se puede entrenar, pero se entrenan cosas más valiosas que con la PSU.

En algún momento se mencionó que la PAES es más fácil que las pruebas pasadas. ¿Concuerda?

No usaría ese concepto. Yo diría que discrimina mejor. Para poder discriminar mejor uno tiene que ampliar el rango de puntaje y efectivamente Matemática 1 se va a percibir más fácil que la prueba de Matemática del pasado. Es una prueba que captura un mayor rango de habilidades. Por eso uno puede decir, bueno, se percibe más fácil. La prueba antigua ponía a muchos estudiantes en la media. Pero llegar a un puntaje alto en la PAES va a costar tanto como antes.

Esa percepción de mayor facilidad, ¿se da con más fuerza en alumnos de colegios de sectores acomodados?

Esa percepción puede ser transversal. Lo que sí, los estudiantes que quieran ir a carreras que son más selectivas van a requerir una alta preparación. Eso no ha cambiado.

De esta prueba sí resulta que hay más gente habilitada para postular a las universidades.

Claro que sí. Pero no es sólo producto de la prueba, sino que del cambio que se ha dado en el sistema de admisión, que ha ido haciendo adecuaciones para que más gente sea habilitada.

¿Eso trasunta en que más gente esté menos preparada?

Sí. Lo que ha ocurrido es que al hacerlo más accesible hay muchas personas que quizás uno diga que tienen habilidad y tienen potencial, pero van a exigir a las universidades un mayor trabajo de preparación porque aún no llegan a niveles de preparación adecuados para un buen rendimiento. Y eso es porque nuestra educación escolar y secundaria es débil.

En el entendido de que a la PAES no se le puede pedir eliminar esas brechas, ¿al menos las ha contenido?

Las brechas no se han expandido. Y al hacer un foco en habilidades de los estudiantes y no solo en los contenidos, las oportunidades pueden estar más distribuidas a nivel del territorio.

¿Es perfectible la PAES?

La PAES se está monitoreando, es comparable año a año, técnicamente es superior. Y sí, es una prueba que se va ajustando en el tiempo. Constantemente va mejorando.

¿Y dónde es perfectible?

Así como en Matemáticas, quizás en algún futuro debiésemos llegar a un mayor nivel de construcción en las habilidades de nuestra escritura, podríamos explorar cómo evaluar lo escrito. La inteligencia artificial también tiene que ser algo que en algún minuto se incorpore en esta medición. Puede permitir, incluso, una discriminación mayor en el tipo de habilidades.

Al ser ensayable, ¿en esta versión de la PAES debiésemos ver mejores resultados?

Deberíamos ver resultados levemente superiores a los de la prueba pasada. Es aventurarse, pero dado que la prueba se ha ido haciendo más conocida, que los colegios ya la tienen, deberíamos captar algo más de preparación. Además nos estamos alejando de la pandemia y hay un trabajo de mejora de las habilidades. Por otro lado, da la sensación de que hay algunas habilidades que estamos perdiendo y en algún minuto eso va a golpear a la PAES.

El cambio de escala de 850 a 1.000 punto, ¿sirvió de algo?

La escala de 1.000 va a ser más fácil transmitir en el tiempo, es más comprensible.