Valentine Goddard: “La Inteligencia Artificial está revolucionando la forma de hacer negocios”
En conversación con La Tercera, esta abogada y experta en IA -que estará en Chile la próxima semana-, asume que la Inteligencia Artificial “intimida” y que “desplazará puestos de trabajo”. Sin embargo, plantea que es perfectamente posible que pueda convivir con los empleados sin que necesariamente sea una amenaza.
Uno de los países más avanzados desde el punto de vista regulatorio de la Inteligencia Artificial (IA) es Canadá, y en el marco del proceso de creación de la ley que norma su aplicación en el país, Valentine Goddard ha sido una de las voces más influyentes. Esta abogada experta en IA y derechos humanos contribuyó a dar forma a la Ley C-27 y la nueva norma de datos canadiense con énfasis en la mitigación del sesgo como prioridad.
¿Es posible hablar de inteligencia artificial y enfoque de género? Durante los veranos de 2020 y 2022, Goddard ha sido parte de la parrilla de invitados a Congreso Futuro en Chile, donde ha afirmado que se debe luchar “por un equilibrio de género espaciado en la mirada de los desarrollos y de los gobiernos”.
“No creo que la Inteligencia Artificial sustituya a los humanos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas tareas en ciertos tipos de trabajos son más fáciles de automatizar y, por lo tanto, es extremadamente importante para la industria (que convivan los negocios y la IA)”, plantea Goddard, invitada estelar a la celebración de los 70 años de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez(UAI).
Valentine Goddard se presentará este miércoles 2 de agosto en el Teatro Municipal de Las Condes (08:30) y el viernes 4 de agosto en el Campus Peñalolén de la UAI (Auditorio Pregrado, a las 11:45), presentación que también será transmitida de forma online. Ambos eventos son con previa inscripción.
Goddard es fundadora y directora ejecutiva de AI Impact Alliance, organización mundial independiente y sin fines de lucro, que tiene como misión contribuir a una implementación ética y responsable de la IA. Asimismo, ha contribuido a la innovación normativa de políticas al respecto y a la importancia de abordar a través de enfoques interdisciplinarios la IA y los modelos legales emergentes sobre gobernanza de datos y gestión de recursos naturales. En entrevista con La Tercera, esta experta aborda el rol de la Inteligencia Artificial en los negocios, cuáles son sus principales usos, la importancia de la ética, y cómo lograr que la IA no acabe con los empleados de una empresa.
¿Qué papel juega la inteligencia artificial en los negocios actuales?
La inteligencia artificial está revolucionando la forma de hacer negocios. Está revolucionando los modelos de negocio, los modelos económicos, las asociaciones económicas. La IA está trastornando por completo la forma de hacer negocios. Hay un inmenso potencial en términos de IA simplemente generativa que está alcanzando billones en términos de potencial e inversiones, por lo que tiene el potencial de mejorar los servicios públicos y los servicios liderados por la industria también.
¿Cuáles podrían llegar a ser las principales amenazas de la IA en los negocios? ¿De qué forma se podrían prevenir?
Son tres principales. La primera es en el sector sanitario, donde hay sesgos en los conjuntos de datos existentes y la inteligencia artificial, ya que utiliza datos que carecen de calidad que incluye sesgo, errores que pueden producir resultados que no son aptos para ayudar a un ser humano y que pueden conducir a errores a los médicos que lo están utilizando, y los podría llevar, por ejemplo, a tomar una decisión equivocada. Esos conjuntos de datos ya existen, pero el problema con la IA es que puede aumentarlos. Así que el sesgo es una de las preocupaciones más importantes. Segundo, influenciar el comportamiento humano a gran escala definitivamente caería en la categoría de alto riesgo. Como los sistemas de inteligencia artificial de alto riesgo, como la publicidad dirigida, los estímulos personalizados, los algoritmos de clasificación de minería de patrones que, por ejemplo, identifican a las personas que son vulnerables, o las imágenes generadas para aumentar esos sistemas de detección de riesgos. La tercera son los sistemas que utilizan datos biométricos para la identificación, predicción, inferencia y categorización. Así que si esos tipos de sistemas de IA no se hacen con buenas intenciones y leyes, directrices o gobernanza, hay enormes posibilidades de usos indebidos. Por ejemplo, podemos predecir el riesgo de aborto involuntario, podemos prevenir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), podemos evaluar las reservas ováricas. Entonces, yo diría que la tercera categoría de enorme nivel de riesgo es la gobernanza de los datos, porque la propia IA genera la capacidad de recopilar aún más datos. ¿Y cómo se gestionan esos datos? Hay problemas de privacidad, y también hay riesgos que utilicen los datos para apuntar a porciones vulnerables de la población.
La amenaza de perder el trabajo
¿Cómo puede coexistir la Inteligencia Artificial con los empleados, y que no se muestre como una amenaza?
Creo que se remonta a las buenas prácticas de gestión, la comunicación y la transparencia. La IA intimida y desplazará puestos de trabajo. Pero si las personas entienden los cambios que están sucediendo, tal vez pueden ser parte del mecanismo de consulta dentro de la industria. Para decir ‘bueno, estamos trabajando en esto’ y también hacerse la pregunta de ¿qué próximos pasos proponen u ofrecen en las empresas para ofrecer programas de formación para prepararse para los próximos pasos con IA? Además, algunos puestos de trabajo serán completamente automatizados y no existirá más, por lo que es muy importante para preparar a las personas que están trabajando en esos sectores, y asegurarnos de que nuestros gobiernos tengan políticas que planifiquen cómo se realizan estos cambios. Entiendo que también pueden existir medidas de compensación económica, medidas de programas de formación y que son algunas de las formas en las que la industria puede colaborar en ese importante proceso de transformación digital.
¿Qué industrias están mejor preparadas para integrar la IA en sus procesos?
Las industrias que ya cuentan con buenos sistemas de datos. La IA se basa en una buena arquitectura de datos en el acceso a los datos. Y así, por ejemplo, las organizaciones en el sector sin fines de lucro, organizaciones de la sociedad civil, muy a menudo, las organizaciones artísticas y culturales están menos preparadas porque no tienen una gran capacidad de datos. Pero diría que las industrias más preparadas son las relacionadas a la banca, el sector de la salud, el sector marítimo, la navegación, el transporte, ya que son los sectores que tienden a tener la capacidad de desarrollar una buena arquitectura de datos y por lo tanto, el acceso a evaluar los sistemas de IA.
¿Hablar de ética y negocios en cuanto al uso de IA es posible?
No sólo es posible, es absolutamente necesario hablar de ética cuando hablamos de los negocios y de la IA. Así que sí, definitivamente lo es. No creo que sea posible avanzar en términos de los seres humanos o de los empleados de cualquier industria donde los empleados que están desarrollando los sistemas sin hablar de este tema. Las empresas quieren sentir que están haciendo bien, y los gerentes en esos sistemas también quieren hacer lo que es lo correcto. Así que hay un deseo humano de hacer lo correcto. Sin embargo, supongo que a veces hay un enorme empuje económico de los inversores para pasar por alto esas consideraciones éticas. Eso generalmente conduce a enormes demandas y pérdidas empresariales. Puede que lleve un par de años, pero los usos poco éticos de la IA y la industria conducen no sólo a daño humano, sino a pérdidas empresariales, pérdidas de negocios, y en resumidas cuentas, pérdidas financieras también.
Si se hace un balance de los próximos 10 años ¿Cómo cree que impactará la IA en nuestras vidas?
Creo que si ponemos en marcha buenas regulaciones, si tenemos asociaciones de economía digital orientadas a la misión de implementar la IA, si aprovechamos la oportunidad de utilizar la IA y la enfocamos hacia la economía verde y socioeconómica sostenible, tengo más esperanza en esa situación. De cumplirse esas tres condiciones esenciales se podría lograr algo muy bueno. Si dejamos a la IA sin priorizar esos objetivos, corremos el riesgo en el otro lado de ver todos los riesgos en áreas como marketing o medicina de precisión. Nos arriesgamos a ver ciudadanos de dos clases y las desigualdades socioeconómicas aumentarían enormemente. Creo que es realmente una cuestión de elección ver si los impactos serán buenos o malos. Depende de lo que nosotros como humanos, y como socios en los negocios, en el gobierno y en la sociedad civil, de cómo decidamos trabajar juntos para dirigir la IA, porque va a haber una forma para usarla para beneficio personal, va a haber una manera para usarla para usos militares y eso sinceramente me asusta y me motiva a seguir haciendo el trabajo que estoy haciendo.
¿Qué espera de su visita a Chile?
Creo que Chile y Canadá comparten valores de interés en la protección de asegurarse de que la IA tenga un impacto beneficioso en la sociedad. Lo que espero compartir con Chile es mi persistente esperanza de que hay formas de utilizar la inteligencia artificial para usos positivos en la sociedad, y que podemos trabajar juntos para hacer que eso suceda. Espero compartir mi trabajo, en términos de igualdad de género y el medio ambiente, y sobre la regulación para integrar en las políticas en la gobernanza de la Inteligencia Artificial.
¿Cuál es su mensaje para las personas que temen utilizar la IA?
Mi respuesta es que comparto su preocupación. Pero es importante no tener miedo, sino tener los ojos bien abiertos, ser conscientes, ser proactivos en la gestión de riesgos, en la adopción de la IA. Eso es lo más importante. Así que decirle a las personas que es normal y está bien tener miedo a la enorme interrupción que la IA está teniendo en la sociedad. Pero podemos contrarrestar ese miedo entendiendo lo que la IA puede hacer un bien a la sociedad, al medio ambiente, y que realmente tiene el potencial de reequilibrar el poder económico. Y sí, tiene el riesgo de hacerlo negativamente, pero también tiene el potencial de hacerlo positivamente.
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