La senadora Yasna Provoste (DC), exministra de Educación y miembro de esa comisión en el Senado, fue una de las críticas más duras de la gestión de Marco Antonio Ávila a la cabeza del Mineduc. De hecho, casi cada vez que el extitular visitó el Parlamento la profesora de educación física le enrostró diversas situaciones. “La evaluación corresponde al Presidente, él la hizo al cambiar al ministro y yo coincido con eso”, remata.
¿Qué le pareció el cambio de ministro en el Mineduc?
El Presidente dijo el año pasado que la educación era una prioridad. Lo que hemos visto en este año y medio es que hubo mucho discurso, algunas discusiones un poco laterales, seguir en un diagnóstico que ya es bastante conocido, mucha agenda que no estaba conectada con las verdaderas urgencias de la educación y por eso coincido con la evaluación del Presidente respecto de su ministro. Nadie cambia a alguien que lo está haciendo bien.
¿Por qué cree que se mantuvo a Marco Ávila todo ese tiempo?
Creo que el Presidente nunca estuvo informado a cabalidad de lo que estaba ocurriendo en la educación en nuestro país bajo esta administración. Comparto la evaluación que ha hecho de su exministro al sacarlo, eso de por sí es muy revelador.
¿Comparte que fue una mala evaluación?
Absolutamente. Han sido 17 meses perdidos en materia educativa.
En ese momento no podía opinar, pero ahora sí. ¿Estaba de acuerdo con la acusación constitucional al hoy exministro?
Los problemas en educación eran muchísimos. Problemas que son reales, que además hay informes de la propia Contraloría y nada de eso se decía. Tuve la posibilidad de revisar los antecedentes y no conectaban con los problemas de la educación. Los antecedentes que fundaban esa acusación no los compartía. Si de verdad hubiese abordado los problemas que hoy siguen pendientes... pero nada de eso se decía y, por cierto, no compartía los elementos presentes.
¿Ve responsabilidad en el Parlamento en ese análisis que hace sobre el exministro Ávila? Se instaló la idea de que no lo dejaban avanzar.
Los temas son muy objetivos. Dígame, ¿qué proyecto presentó? En estos 17 meses el único proyecto que presentó este gobierno fue una ley miscelánea, que por lo demás lo hacen todos los gobiernos. La otra iniciativa fue la ley 21.040 (desmunicipalización) y después ellos mismos han estado poniendo otras prioridades. No sé en qué podríamos haber ralentizado la tarea del ministerio.
¿Qué cree que se busca con la llegada de Nicolás Cataldo?
Lo que espero es que nos dejemos de hacer diagnósticos y nos concentremos con sentido de urgencia en solucionar la crisis que vive la educación. Tenemos que hacer que las cosas ocurran en favor de los establecimientos educacionales, porque todos tenemos claro qué es lo que se necesita y hacia dónde se requiere que camine la educación, pero para eso necesitamos que también el ministro empuje y amplíe la capacidad de diálogo, de coordinación para enfrentar los problemas, en especial en la educación pública. Esto no se resuelve apoyando solo a un 10% de los colegios como lo está haciendo el ministerio para tratar de mostrar que está haciendo algo. Mire, yo estoy enrolada como voluntaria en el programa de tutores. Es un esfuerzo, pero eso no ayuda a resolver los problemas profundos que tiene hoy la educación y particularmente la edicación pública.
¿Es el nombre adecuado para liderar estos desafíos?
El ministro fue funcionario de uno de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). Una lo que espera es que cuando asume una tarea como ésta, no se olvide de dónde viene ni de las dificultades que estaban allí. Lo que esperaría es que nos dejemos de hacer tanto discurso y tengamos acción más enfocada en recuperar la calidad de la educación. El deterioro en aprendizaje básico o en convivencia escolar, sino somos capaces de entender el sentido de urgencia, esto va a tener efectos difíciles de dimensionar. Lo que esperaría es que no nos enamoráramos de algunas iniciativas, particularmente lo digo por la reforma de nueva educación pública, que hoy tiene 11 SLEP en un funcionamiento desastroso. Si no hemos sido capaces de arreglar el funcionamiento de 11 SLEP no tenemos ninguna garantía de que una iniciativa como esta siga avanzando y funcione mejor, por el contrario. Vamos derecho a un deterioro mucho mayor de la educación pública.
¿Qué le parece la llegada del PC a Educación?
El Partido Comunista es parte de los partidos que forman la alianza de gobierno. No veo ninguna situación distinta. Cualquiera de los partidos que forman parte de la coalición puede estar en un ministerio determinado. Lo que espero es que no sigamos en peleas ideologizadas y polarizaciones que lo único que hacen es bloquear las posibilidades de mejorar la educación.
¿No ve temores como algunos sectores lo hacen?
No. A nosotros nos ha tocado trabajar con ministros de distintos sectores políticos y uno finalmente evalúa a quienes han llevado adelante esta responsabilidad y ese enorme privilegio de dirigir una cartera tan importante y tan trascendente para el destino de nuestro país. Uno evalúa por lo que fueron capaces de hacer, de promover, y por eso creo que el ministro Cataldo tiene como desafío, primero, resolver los conflictos que heredó de su antecesor, y segundo, promover un diálogo muy amplio que permita recuperar el tiempo perdido en educación y colocar toda la energía para hacer los cambios que se requieren.
¿Cuáles diría que son los principales desafíos del ministro?
Son temas que no se resolvieron con la autoridad anterior y que de alguna forma el ministro Cataldo hereda y tampoco le ha ido muy bien, digamos. Heredó el conflicto de Integra, heredó el problema de los profesores, entonces hay ahí un desafío importante. Esperaría que el ministro reaccionara y que con mucho sentido de urgencia concentrara los esfuerzos en aumentar la presencialidad en las escuelas, mejorar los bajos aprendizajes y la convivencia escolar, disminuir la violencia, atender los problemas de salud mental. Esto no se hace sólo con un proyecto que lleve un título de mejora de convivencia, que es lo que siempre le dijimos al ministro. Esto requiere más recursos para apoyar a las escuelas. Es difícil porque son 17 meses perdidos y por lo tanto el nuevo ministro tiene que acelerar el ritmo. Esperamos que las prioridades estén conectadas con las verdaderas urgencias que tiene hoy el sistema educativo. El sistema educativo tiene una urgencia en los temas de convivencia y para eso se necesitan acciones y recursos que permitan a todas las escuelas poder enfrentar estos problemas. Cuando nos dicen en la Comisión de Educación ‘sí, tenemos un programa’ y esas escuelas o liceos no conectan con la realidad de donde están los problemas ahí ya tenemos una política que no se hace cargo de las dificultades.
¿El CAE y la deuda histórica debiesen ser prioritarios?
El CAE fue un compromiso de campaña y es importante que se diga qué es lo que se va a hacer. En mi opinión se requieren modificaciones al sistema de financiamiento de la educación superior. En materia de deuda histórica el Estado ya fue condenado y esa condena establece, más allá de un gobierno de turno, la obligación de hacer una propuesta de pago. Por eso cuando el Presidente en su primera cuenta pública dijo que se iba a pagar y que iba a enviar un proyecto de ley, nosotros, muy esperanzados, contábamos los días. Bueno, terminó el año y no hubo proyecto. En la segunda cuenta pública volvió a mencionarlo, pero ahora supeditado al pacto fiscal. Y seguimos esperando. Es importante que se resuelva.
¿Cuánto margen tiene el nuevo ministro?
Él ya estuvo en el ministerio en esta administración. No necesita el tiempo de una persona de afuera de conocer toda la estructura del ministerio, que es grande. Espero que el ministerio deje de centrarse en estudios y diagnósticos y nos concentremos con sentido de urgencia en solucionar la crisis. Lo que necesitamos, quiero insistir, es un ministro que empuje, que amplíe la capacidad de diálogo para enfrentar los problemas. Y siempre va a contar con el apoyo si es que el foco es efectivamente la educación. Pero, por ejemplo, en los SLEP no tenemos mucho ánimo de continuar con una mala reforma que está muy lejos de lo prometido. El ministro entró de lleno, lo hemos visto desplegado en regiones por el sistema de inundaciones, ha estado en el Parlamento, ha estado en las discusiones del presupuesto. Ojalá lo veamos también acompañando las transformaciones que requiere la educación.
¿Por qué ha costado tanto la instalación de los Servicios Locales de Educación Pública?
Primero, porque una de las promesas era desacoplar la gobernanza a los ciclos políticos y eso no ha ocurrido. Hemos visto en regiones que entran por la ventana casi con el padrón del partido y sin ningún criterio técnico. Segundo, porque los SLEP tienen una serie de dificultades y el gobierno presentó un proyecto que busca modificar la ley, pero no conecta con los problemas de hoy, al contrario, va a agudizar muchas de aquellas áreas que hoy ya tienen dificultades. Hay en algunos un sentido más de estar enamorado de algo que hicieron que de mirar con realismo los resultados. Esto requiere de autoridades que se hagan cargo de los problemas, que tengan capacidad ejecutiva, que promuevan acuerdos amplios.