“Al principio, estás encerrado porque el exoesqueleto está directamente vinculado a la estructura y a las patas de la máquina. Y así, hasta que no lo enciendes, no puedes moverte. Luego las bombas se encienden y el fluido comienza a correr, la presión aumenta y la máquina, de repente, se suelta y se vuelve como si estuviera viva. Y te das cuenta de que con el más mínimo empujón de tu mano o tu pie, esta máquina de cuatro mil kilos se moverá bajo tu control”.

Así lo relató en una entrevista a Reuters el artista e ingeniero mecánico Jonathan Tippett, el creador de esta bestia mecánica y, quién contó que en su adolescencia quedó marcado por la serie Los Transformers y el cargador eléctrico en la película “Aliens”, de James Cameron.

Con esa idea en mente, este canadiense se las arregló para construir el primer y más grande traje mecánico de exoesqueleto del mundo, y además se convirtió en un pionero de un deporte completamente nuevo de carreras mecánicas.

“Literalmente no hay nada como esto, nada como ponerse un traje gigante de 200 caballos. La máquina amplifica tu fuerza unas 50 veces”, dijo Tippett.

El exoesqueleto de más de tres metros de altura, llamado Prótesis, puede ser totalmente controlada por humanos y pretende en un futuro próximo utilizarlos en un nuevo deporte.

Tippet y su equipo se asociaron con la empresa de tecnología Furrion para completar el exoesqueleto de prótesis a principios de 2017. También fundó Exosapien Technologies, una compañía con sede en Vancouver que continúa desarrollando la tecnología y además está creando una liga mundial de carreras de robots.

El deporte involucraría a cinco o seis atletas profesionales que operan trajes mecánicos, donde correrán en pistas de carreras enormes y complejas, empujando todo lo que se cruce en su camino y superando obstáculos.