Chile se consolida a la vanguardia en el uso de medios de pago emergentes
El estudio New Payments Index 2022 de Mastercard arrojó que los consumidores latinoamericanos están más dispuestos a utilizar dispositivos móviles, medios digitales y criptomonedas para pagar en comparación con europeos y estadounidenses.
Pagos con billeteras digitales, biometría y sin contacto son métodos que hace unos años se planteaban solo como teoría. Son los llamados medios de pagos emergentes, los cuales ahora se están haciendo cada vez más comunes entre los consumidores del mundo. Y en Chile, llevamos la vanguardia.
Así lo arroja el estudio New Payments Index 2022 realizado por Mastercard. Se trata de una encuesta que anualmente analiza el comportamiento de los consumidores respecto de los métodos de pago emergentes y que se aplicó a 35 mil personas en todo el mundo, entre marzo y abril de este año.
Entre los datos arrojados por la investigación, un 83% de los encuestados chilenos señaló que en el último año utilizó un método de pago digital. Dentro de ello, un 35% menciona que usó su billetera digital y un 31% lo hizo a través de un código QR.
La ventaja de internet
Respecto de los motivos para la apertura de los usuarios locales a estos nuevos instrumentos, Francisco Troncoso, profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, experto en innovación, productos y Fintech, desliza una teoría: “En Chile la propensión a la adaptación se debe a la gran rapidez de internet y la gran penetración de los celulares y de los planes de datos”. El académico agrega que la velocidad y estabilidad del servicio contribuyen porque “eso hace que la promesa se pueda cumplir, que la transacción funcione como debe funcionar. En un país con menos velocidad de internet, la ventana para la transacción se cierra. En Chile, si la experiencia es buena, tiene probabilidad de que se adopte”.
Patricio Sandoval, Country Manager de Mastercard para Chile y Paraguay, coincide en el análisis sobre la penetración de móviles e internet, añadiendo que “estos dos factores han permitido que los consumidores chilenos experimenten tempranamente los avances tecnológicos y tengan acceso a un gran número de aplicaciones y plataformas para distintas tareas, incluidos los pagos de servicios o transacciones bancarias”.
Los resultados del estudio refrendan la teoría de Troncoso y Sandoval, ya que, según sus hallazgos, un 63% de los encuestados chilenos declaró utilizar cada vez más su celular para estos propósitos.
Según New Payments Index 2022, los consumidores latinoamericanos están familiarizados con las Fintechs y la banca abierta. Así, se determinó que el 50% de los usuarios de la región ya usa canales digitales para realizar cinco actividades financieras. “Esto plantea una gran oportunidad para seguir creciendo, pero también un tremendo desafío, ya que debemos ser capaces de leer con atención las necesidades puntuales de los consumidores del continente al desarrollar los nuevos métodos de pago, para que estos sean adquiridos con éxito y pasen a formar parte de la cotidianidad de las personas”, opina Sandoval.
En la encuesta también se determinó que los usuarios latinoamericanos están mucho más propensos a adoptar métodos de pago emergentes que sus pares de otras regiones. Así, un 86% de los consumidores latinos ha utilizado al menos un método de pago emergente en el último año. Mientras el 77% de los estadounidenses y el 74% de los europeos prefieren los métodos tradicionales frente a los más novedosos.
El nivel de bancarización y de adhesión a los métodos tradicionales son factores que influyen en este último fenómeno. “Es porque al final del día los europeos tienen un nivel de profundidad en instrumentos tradicionales, entonces no se ven necesitados de buscar nuevas alternativas. En cambio, acá son instrumentos de inclusión financiera”, explica Troncoso y detalla que los sistemas de pago emergentes “son experiencias de usuarios que pueden contribuir a la mayor adopción. El verdadero cambio está dado en que las personas puedan pagar de manera simple”.
Patricio Sandoval advierte que todavía hay camino por recorrer. “Falta un poco de educación sobre métodos de pago digitales. Si bien cada vez más personas realizan sus transacciones a través de dispositivos móviles, aún existe algo de desconfianza, principalmente por temas de seguridad. Creemos que mientras más consumidores se atrevan a probar estas nuevas tecnologías, más confianza se generará en ellas”, afirma.
La alternativa cripto
Atravesando la frontera a instrumentos menos masificados, los usuarios chilenos también se muestran propensos a adoptarlos. Así, según el estudio, el 52% de las personas dice conocer sobre criptomonedas y seis de cada diez chilenos está más dispuesto a utilizarlas que hace un año.
Además, la encuesta muestra que los consumidores chilenos se sentirían más seguros invirtiendo (65%) y realizando o recibiendo pagos (64%) en criptomonedas si estas fueran emitidas o respaldadas por una organización de confianza. Lo mismo se repite a nivel regional.
En la opinión de Francisco Troncoso, “el blockchain y las criptomonedas son una buena herramienta. Pero no instrumentos que tengan valor en sí mismos”, pero agrega que ve un futuro en el mercado más tradicional. “Poco a poco la banca y las tarjetas de créditos están aceptando las criptomonedas. En función de la tecnología, garantiza transacciones más rápidas y estables. Y tiene la gracia de ser descentralizada. No me extrañaría que se terminara adaptando porque la tecnología es buena y se puede llegar a un acuerdo, una convención”, remata.
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