Emily Talen: Los barrios tienen que tener identidad, estar conectados y contar con una voz colectiva
La docente de urbanismo de la Universidad de Chicago, receptora de una beca Guggenheim y miembro del Instituto Americano de Planificadores Certificados, se refirió a las complejidades en torno a la definición de barrio en Estados Unidos, y a lo que debieran aspirar los territorios.
Como parte de la segunda jornada de la Conferencia Internacional de la Ciudad 2022, y de manera remota desde su oficina en Estados Unidos, la profesora de la Universidad de Chicago, Emily Talen, se refirió a las complejidades que existen actualmente en la definición de barrios y a los mínimos que estos deberían cumplir en el mundo moderno.
“El objetivo de mi trabajo es presentar a los barrios como un concepto más tangible y menos problemático”, explicó la académica, señalando que en su país hay tantas definiciones de barrio, que estas ya son casi irrelevantes. Cuenta que, por un lado, se trata de definiciones muy ambiguas y poco delimitadas, mientras que por otro, hay ideas muy específicas y verticales sobre cómo debieran ser los barrios, que derivan en determinismo social.
Como parte de su presentación, Talen citó a la teórica del urbanismo y activista canadiense, Jane Jacobs, y especialmente a su trabajo La muerte y la vida de las grandes ciudades americanas (1961). Según esta línea, para que los barrios tengan la importancia que deberían tener, necesitan gozar de poder en distinto niveles: a nivel de calle, nivel de distrito- lógica aplicable principalmente a los barrios estadounidenses por su composición- y en un nivel incluso más amplio.
El problema recae en que si llevamos estas ideas a la actualidad, dice Talen, no son tan aplicables. “El barrio a nivel de calle se basa en negocios pequeños y en cómo en la ciudad la calle comercial es el centro”, explica la profesora, acotando que para Jacobs estos comercios tenían la función de mantener al barrio unido: “Esto es problemático y desafiante, porque muchos de estos pequeños negocios no están sobreviviendo al mundo pandémico”.
Según su punto de vista, un barrio contemporáneo debiera siempre aspirar a tener tres elementos:
-Identidad: “Sus residentes saben donde queda y si pertenecen a ella. Hay algún lugar en el barrio que funciona como el centro, que puede ser un edificio, un parque o un lugar físico que funcione como un lugar colectivo”.
-Conexión: “Tienen que estar conectados. No tienen que estar aislados ni insulares o separados de sus alrededores. Uno quiere que un barrio tenga instalaciones y servicios que la gente necesita en su vida cotidiana, que sean accesibles a nivel local y ojalá dentro del mismo barrio. Parte de esta conexión es social, hay diversidad social en su interior, y si no la hay, está dispuesta a que la haya”.
-Voz colectiva: “Tiene que tener alguna forma de expresarse colectivamente, algún medio de representación, alguna forma en la que los residentes se pueden involucrar y hablar con el mismo exterior con una voz colectiva”.
“Estas cualidades fomentan un sentido de cuidado, de hacerse responsables del mundo que nos rodea afuera de nuestros hogares”, explica Talen, y añade: “Esto no funciona si el barrio no tiene identidad, si es solo una sección en el mapa. Y más importante, queremos alejarnos de barrios donde todos sean del mismo segmento social. Queremos barrios que tengan diversidad”.
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