La nueva vida a los espacios comunes que trajo la pandemia
Edificios con áreas para el teletrabajo, gimnasios y áreas comunes full equipadas y funcionales y conserjerías con lockers para delivery, son algunos de los cambios en los proyectos inmobiliarios postpandémicos.
Con la pandemia los departamentos se han convertido en lugares para dormir, hacer gimnasia, compartir en familia, descansar, comer, ver películas y trabajar. Lo cierto es que la crisis sanitaria nos obligó a permanecer en nuestros hogares y modificar la manera de habitarlos, transformándolos en espacios multifuncionales.
Un cambio que se ha reflejado también en la redistribución de los espacios comunes de los edificios y en los nuevos diseños de departamentos. En esta nueva realidad, atrás quedaron los gimnasios mal equipados, las salas de eventos sin decoración y las salas de cine sin uso, ahora la tendencia es crear ambientes considerando el uso de los espacios comunes al máximo y la funcionalidad de ellos. “Antes de la pandemia, la gente buscaba departamentos insertos en edificios que tuvieran espacios cómodos para recibir personas, eso se viene dando hace un tiempo, sobre todo a medida que los departamentos se fueron achicando. Hoy, en los edificios, los espacios comunes adquirieron una importancia más allá del ocio”, explica Carolina Garafulich, gerente general de PlanOK.
Sobre cómo los espacios comunes están siendo el foco del nuevo diseño inmobiliario, Genaro Cuadros, arquitecto y urbanista de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, explica que: “En este contexto una parte de la actividad presencial del trabajo se trasladó a la comunidad inmediata, es decir, al edificio o al condominio, trasladando allí también una parte de las actividades de relajo o distensión, los momentos de descanso o pausa, también los espacios de trabajo grupal o de contacto rápido. Muchos de estos fenómenos ya venían lentamente instalándose en los productos inmobiliarios y hoy se han acelerado debido a los fenómenos sociales y de cambio en el comportamiento y uso del espacio común”.
El académico manifiesta también, que esta nueva forma de habitar el espacio privado es un cambio radical porque modifica el patrón espacial básico que nació junto a la revolución industrial. “Asistimos así a la consolidación definitiva de la revolución tecnológica de esta década en el espacio urbano y hábitat en general, en esta idea de espacios y usos híbridos, y de espacios dependientes de la tecnología de las comunicaciones. Esto recién comienza, y su impacto en la educación, trabajo y vida cotidiana todavía está por verse. Simultáneamente, se eleva el valor de lo presencial como experiencia irremplazable y de gran valor, al mismo tiempo que el interés y uso de los espacios naturales o verdes”.
Ambientes comunitarios postpandemia
Al pasar más tiempo en el hogar teletrabajando existe una mayor necesidad de cambiar de espacio de vez en cuando. Sin embargo, debido a las altas tasas de los créditos hipotecarios y el elevado valor del metro cuadrado, resulta imposible acceder a propiedades con suficientes espacios para cambiar de ambiente. “La única opción que se presenta actualmente es teletrabajar en las ‘salas de estudio’ y en ‘las áreas verdes de la comunidad’ o en algún café que quede cerca del hogar. Finalmente, esta mayor demanda combinada con la mayor complejidad de la gestión de espacios (por temas como aforos, más limpieza, etc.), han hecho que la existencia de espacios comunes sea más responsabilidad y trabajo para las comunidades y las inmobiliarias han visto ahí también un dolor a solucionar”, dice José Miguel Oyarzo, CEO de Edipro.
Lo cierto es que actualmente en los espacios comunes, hoy hay mucha reinvención. Así lo sostiene Garafulich quien señala que: “Un ejemplo, son las salas de cine. Al haber menos posibilidades de reunirse, es más valioso tener un espacio tipo cowork, en el mismo lugar, que les permita a los residentes contar con un espacio para trabajar de forma cómoda”.
En este rediseño de los espacios comunes, han surgido nuevos ambientes y se han readaptados otros, que bien identifica Cuadros:
· Espacios de cowork: “Empezaron como ambientes específicos en instituciones y empresas ligadas a la innovación y el trabajo en equipo, para trasladarse a los servicios públicos y privados como lugares de servicios comunitarios”, dice Cuadros.
Lo cierto es que actualmente las inmobiliarias están ofreciendo nuevos espacios para el home office, más allá de una sala en el departamento como solían hacerlo. Ahora los proyectos avanzan hacia espacios de cowork completamente equipados.
· Espacios de distensión como terrazas, patios o puntos al aire libre (balcones colectivos) para fumar o tomar aire en medio de la rutina hoy difusa entre trabajo y vida cotidiana. Algo que ya existía en los edificios de oficina, actualmente se traslada a espacios comunes en edificios de carácter domiciliario.
· Recepciones totalmente equipadas: “Hoy además de administración se vuelven un filtro al comercio y servicio de aplicaciones, esto aún no está resuelto y abre un nuevo espacio de funcionamiento en las recepciones y estacionamientos”, explica Cuadros.
Al respecto, Oyarzo comenta que “las conserjerías ahora incluyen distintas soluciones para la gestión de encomiendas y paquetes de e-commerce. Desde estantes, hasta nuevas salas anexas que incluso cuentan con refrigeración para las compras de supermercado. También se están viendo muchos lockers inteligentes”.
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