Catapilco en versión H

La palabra ‘catapilco’ tiene sus orígenes en el mapudungún, y quiere decir ‘valle como tubo abierto’. Tapizado de vegetación autóctona y cruzado por un estero que desemboca en la laguna de Zapallar, este valle cuenta con el pueblo de Catapilco, sede de una antigua hacienda colonial, de gran historia y con una estación de trenes que por casi 100 años trasladó pasajeros, siendo parte de la Longitudinal Norte. Desde 1995 el servicio de pasajeros se encuentra clausurado y hoy hay proyectos avanzados de centros culturales para desarrollar en ella.

Este es el entorno que fascinó a los dueños de casa para construir una, pensada siempre como segunda vivienda, cerca de la playa, pero priorizando el espacio, la familia, la conectividad y el campo. Un matrimonio joven que decidió, junto a amigos, construir en esta urbanización de sitios de 5.000 m rodeada de cerros y bosque nativo.

Como criterio general, el encargo debía considerar una casa, piscina y quincho. Que estuviesen conectados pero que a su vez cada uno lograra privacidad. La casa fue desarrollada por Benjamín Goñi Arquitectos, en asociación con Claro + Westendarp Arquitectos. Benjamín, arquitecto encargado del proyecto, nos cuenta que se dividió el terreno en tres, dejando el quincho en el sector donde terminaba la parte plana y comenzaba la vegetación nativa tupida, alejado, pensando en ruidos y que molestara lo menos posible el vivir de la casa. “El quincho demarca el límite donde no se toca ni se interfiere el panorama nativo, donde se puede empezar a subir el cerro… hay también un pequeño sendero...”, nos cuenta.

El espacio conformado entre piscina y casa, que no se aprecia en las fotos aéreas, es hoy un plano de pasto. Una especie de colador entre la tierra del cerro y la casa. El paisajismo estuvo a cargo de Nicolás Sánchez, quien lo hizo posconstrucción.

Para la casa se decidió una planta en H, donde al centro hay un hall de acceso acristalado que permite ver al frente el cerro; hacia el norponiente, living, comedor y cocina que conectan con un parrón y estar techado, y hacia el suroriente el volumen de los dormitorios: en el primer piso los dos de los niños, con camarote, y en el segundo piso el dormitorio principal con terraza privada y vista al cerro, más un dormitorio de alojados.

Una casa de estructura de madera; se buscó que fuera práctica, fácil de limpiar y de mantener y por eso mismo se optó por pisos de hormigón pulido, se reutilizaron algunas baldosas Córdova que tenía la dueña de casa y se revistió en pino con un tratamiento de pintura blanqueador Chilcostain (para asegurar un tono homogéneo). La cocina, living y comedor son el centro de la casa, y sus exteriores, quincho y terrazas techadas son los lugares en donde más se comparte y disfruta de este lugar tan especial, rodeado de naturaleza nativa que hoy tanto se agradece y extraña.

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Ideas que inspiran. Decoración simple, tonos neutros y materiales nobles. Colores beige y celeste ayudan a lograr espacios más luminosos.