Econciencia: Turismo masivo
Sábado 27 de abril de 2019, edición N°833
Siempre es y ha sido atractivo hacer turismo¸ conocer nuevos lugares naturales o urbanos, otros idiomas, otras costumbres, nuevos aromas, comidas, relacionarse con otras personas, etc. Permite cambiar la rutina, fortalecer el conocimiento y carácter. Pero, por otra parte, es sabido que esta actividad en general no es muy sustentable, están los traslados generalmente en aviones, alojamientos (más toallas y sábanas que lavar, muchas duchas, piscinas), más basura, entre otros. Esto se complica aun más si lo hacen muchas personas, muchísimas en realidad; aquí el daño suele ser mayor.
En febrero estuve con mi familia en Italia; fabuloso país de gente muy grata, de muchísima historia y riqueza. Tomamos ese mes por vacaciones coincidentes y porque es temporada baja en Europa. Nunca pensamos que a muchos más se les ocurrió el mismo periodo para visitar el país, turistas principalmente provenientes de Asia. Nos decían que a mitad de año la situación es aun peor y que la temporada realmente baja casi ya no existe.
Los italianos reciclan en general, pero los turistas rara vez; por el contrario, compran y botan en cualquier recipiente. Existen días de recolección para papel, residuos orgánicos o vidrios, pero el turista bota cuando y donde sea, y como muchas de sus ciudades son altamente turísticas, es el tema de la basura un problema de proporciones. El peor turista –comentaban– es el que viene en barco, cruceros, de a miles, no compran casi nada (pues ya les vendieron en el barco los souvenirs respectivos), no van a restaurantes, colapsan los museos y plazas, lo invaden todo, no hablan con nadie y se van dejando muchos envases y bolsas. Todos tienen sus horas de visitas reservadas de antes, casi no hay para el visitante en el momento. Los monumentos históricos son carísimos de mantener; es cierto que el turismo ayuda a su financiamiento, pero el daño causado en los pisos y muros por estas masas de visitantes ha sido mucho más en estos últimos años que en los siglos que llevan de existencia.
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