Editorial
Sábado 19 de mayo de 2018, edición N° 784
Renovar. El cambio, lo nuevo o lo viejo rejuvenecido es para muchos un modo de vivir; entre búsquedas en ferias o recuerdos familiares, los asiduos a dar nueva vida viven y son felices. Están también quienes, más medidos, optan por renovar cada tanto sus casas, dándoles 'nuevos aires'. La cuestión es que, como la vida, hay cambio, vida y muerte evidente y constante. Como en la naturaleza, como en el transcurso de un año y en el paso del día a la noche; por ello celebremos esa capacidad de renovarse, de hacerse otro y de paso crear en lo mismo novedad. Y ahí está nuestra casa como gran escenario. Renovarla por completo, ampliándola o pintando un par de muros. No importa ese cruce entre lo estático y lo que se mueve; ayuda, da aire, libera, entretiene. Métodos hay muchos, desde el simple entusiasmo hasta lo que piden las emociones o sencillamente la lógica; si tu casa es oscura, ábrela, ilumínala y vívela. Para ayudarte siempre habrá expertos, desde Marie Kondo hasta las tantas oficinas de arquitectura o de proyectos que existen hoy en Chile.Aquí les mostramos un cambio radical, el de una casa tradicional abierta para ser vivida en familia y gozada según la perspectiva de cada habitante. Además, tres 'antes y después' de espacios diferentes, que nos iluminan sobre las infinitas posibilidades que nos regala el cambio.
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