La perfecta cama de invierno
La instalación más reciente del artista francés Cyril Lancelin evoca las nociones de nido acogedor, de descanso, de calidez, protección y seguridad, del eslogan global 'stay at home'. ¿Qué materiales utilizó? Una cama, edredones y decenas de cojines que forman una enorme pirámide/fortaleza. Es el poder de la cama, una zona donde pasamos más tiempo del que pensamos y que, aunque no lo notemos, evoluciona. Aquí algunas propuestas para construir nuestras propias fortalezas este invierno.
EL COLCHÓN, PIEZA FUNDAMENTAL
Filamento de cobre
Flex es un marca europea especialista en colchones. En este momento el producto que más vende en Chile se llama Máximo Cobre: "Este mineral es ambiente hostil para la proliferación de bacterias y virus, y evita además malos olores, ácaros y agentes alergénicos. Nuestro colchón integra filamentos de cobre en sus tapas y espuma viscoelástica, tecnología que reduce los puntos de presión y se adapta a las distintas posiciones, ideal para la gente que debe pasar mucho tiempo acostada", explica Francesca Seitz, gerenta de Marketing de Flex.
¿Qué resorte necesito?
De acuerdo a los estudios de Flex, cerca del 95% de las ventas en Chile corresponden a colchones de resortes, aun cuando la tecnología en espumas ha avanzado considerablemente y este material lidera el mercado en algunos países nórdicos. "Los colchones de resortes tienen la ventaja de que son más 'respirables' y se ventilan mejor. Dependiendo del tipo de resorte se logran distintos niveles de soporte para la columna. El más tradicional, el bicónico, es de buena durabilidad; el de nuestra marca tiene una garantía de 10 años. Para gente con más necesidades, con problemas óseos, musculares o de sobrepeso hay resortes como el LFK, que es más pequeño y entrega más puntos de apoyo. La mayoría de las marcas tenemos también un resorte pocket premium, especialmente creado para dormir en pareja, ya que no trasmite el movimiento de uno al área del otro", dice Francesca Seitz, de Flex.
¿PLUMA DE GANSO O DUVET?
Plumones Puerto Varas importa sus telas desde Alemania y están siempre buscando los mejores rellenos en lugares como Canadá y Polonia. "Solo en Sudamérica hablamos de 'pecho de ganso'; el nombre correcto es down o duvet. Mientras una pluma tiene un cálamo (nervadura central), el duvet sale exclusivamente de la parte baja del pecho del ganso y es un núcleo de miles de filamentos que se entrelazan y forman una especie de copo. Ese copo es capaz de atrapar o liberar aire y por la tanto es un excelente aislante. Un buen plumón no genera calor, sino que impide que tu temperatura se escape", dice Francisco Rojas, uno de los dueños de Plumones Puerto Varas.
El poder de llenado
La mayoría de los fabricantes de plumones crean modelos para cada estación, variando su fill power (indica grado de esponjosidad y grosor); un mayor poder de llenado asegura más aire atrapado en el plumón y por lo tanto mayor capacidad aislante. Francisco Rojas, opina que un plumón de invierno para una casa con calefacción central es un exceso, pero funcionaría perfecto en climas como los de Calama, donde la variación de las temperaturas entre el día la noche es muy amplia. "Todos nuestros plumones vienen con ojales por todo el borde, de esa manera podemos vender packs. El que más vendemos es verano+otoño: partes con un plumón liviano cuando hace calor, cambias al de otoño cuando refresca y gracias a los ojales unes ambos cuando llega el invierno".
LA CIENCIA DEL SUEÑO
Desde que hace 16 años ganaron la licitación para proveer al flamante Hotel Ritz de almohadas, Cabo de Hornos sigue trabajando en crear objetos que faciliten la mejor experiencia del dormir. Cuánta razón tiene Carolina Acosta –socia y directora creativa de Cabo de Hornos– cuando observa: "Somos todos tan distintos, tenemos preferencias tan variadas al dormir y sin embargo el mercado de la ropa de cama es muy estándar". Es por eso que han optado por la customización como uno de sus ejes diferenciadores. Ajustar almohadas, hacer plumones de tres metros; están dispuestos a cumplir cualquier sueño de los clientes. "Gran parte de lo bueno o malo que sea tu día depende de cómo hayas dormido", agrega Carolina.
Las paletas de colores Cabo de Hornos juegan con muchos neutros para que se adapten fácilmente a lo que ya tenemos en el dormitorio. Son las materias primas, la composición 'secreta' de las almohadas para que opongan resistencia al peso de la cabeza, por ejemplo, y el relleno de los featherbeds lo que estudia a fondo esta marca. También aplican tecnologías antipilling y entiencogimiento.
LAYERING EN LA CAMA
Todos tenemos una configuración ideal, pero para Cecilia Moyano, de Estampa, la cama más práctica se arma así: "La sábana de abajo, que sea de algodón; el plumón en su funda y arriba una piecera o un chal para taparte cuando te acuestas. Personalmente tengo muchos
cojines en la cama porque me gusta poder lograr distintas alturas para ver una película o trabajar en el computador".
Para Cecilia lo más importante para tener una cama rica son los materiales, que ojala sean naturales. "Claramente dan una sensación distinta. Después viene escoger un colorido que invite a relajarte y sea acogedor". Los cubreplumones, almohadones y pieceras de Estampa están hechos de lino, algodón y algunos productos son de alpaca. Están pensados para que cada cliente haga la combinación de colores y texturas que más le guste sin imponerle un set. "La simpleza es valiosa. Es tan así que estamos dejando de hacer juegos de sabanas. ¡Es tanto más fácil dormir y hacer la cama de esta manera!".
Paz Gaete –dueña de La Blanquería– se pregunta si no entendimos mal esto del plumón cuando llegó a Chile: "Todo el mundo usaba frazadas, hasta cinco, y arriba un cubrecamas. Apareció el plumón y lo incorporamos como otra capa sobre todas las que ya usábamos. Ese no es el sentido del layering. Se trata de tener un buen plumón, con buena tela que cubra, puede ser lino o algodón; de hecho, nosotros trabajamos algodón cuya cadena orgánica está certificada".
Para ella también son fundamentales las calidades: un plumón de pluma o seda para la gente que es alérgica. Por supuesto también son mejores al tacto y aportan en la conservación del calor corporal las fibras como el algodón y el lino en el cubreplumón. "Sobre tu cama básica puedes empezar a agregar pieceras. Nosotros ponemos dos o tres, de distintos tamaños. Esto hace que la cama se vea y sea muy acogedora. Como estamos usando más la casa estas pieceras te permiten taparte livianamente".
A la gran pregunta ¿muchas o pocas almohadas y cojines? Paz Gaete responde: "Lo ideal son dos almohadas del tamaño que corresponde a tu cama (mucha gente que tiene cama king y superking usa la almohada de 50 x 70 y tienen que usar la del 50 x 90) más dos del mismo tamaño y arriba dos cojines". Los cubreplumones de La Blanquería son lisos; en lino solo trabaja con neutros y en algodón tiene 14 colores. El algodón es orgánico y no necesita plancharse. "Nuestros detalles van en las pieceras y los cojines, que pueden tener estampados, pero muy sutiles".
¿Qué tiene el lino?
Para Mónica Palma -una de las socias de Entrelinos- la lista de los beneficios del lino en la cama debe empezar con que es un termorregulador, que nos mantiene frescos en verano y temperados en invierno. Esa capacidad de entregar una temperatura ideal ayuda a tener un descanso más reparador. "No solo es hipoalergénico y antibacteriano, muy beneficioso para personas con pieles sensibles o problema dermatológicos; además es una tela fuerte y duradera que se pone mejor y más suave con los lavados. Se ha descrito que el lino pasa por su mejor momento a los varios años de uso, cuando ya otros textiles están llegando al final de su vida útil", explica Mónica.
La planta del lino es cultivada al oeste de Europa y crece en 100 días. Su cultivo tiene un impacto medioambiental mínimo ya que en esta región no necesita de ninguna irrigación, las aguas lluvias le son suficientes y no demanda el uso intensivo de fertilizantes. El proceso de fabricación de la tela no genera residuos, todo se aprovecha, pulpa para papel, granos de lino y aceite.
La propuesta de Entrelinos es siempre blanco para las sábanas y las fundas de plumón, y cubrecamas y pieceras con colores más bien neutros. No más de dos o tres colores dentro de las gamas mencionadas.
Crear atmósferas Antes de saber que este iba a ser un invierno diferente en Cannon Home habían decidido que su colección 2020 pondría el foco en eso que pasa desapercibido, las pequeñas cosas del día a día que componen un ambiente cálido.
"Para todas las colecciones partimos buscando las paletas de color que nos generan las sensaciones que queremos transmitir. En este caso son colores más dulces, más terrosos, como el mostaza y el paprika, cuya intensidad evoca calidez. Nuestras mezclas tienen el propósito de generar dos tipos de atmósferas: una más de mañana con luces más tranquilas y colores tenues pastelados y neutros; otra con colores más intensos con la luz del atardecer, como es el caso del paprika y los grises intensos, siempre tostados y no fríos", explica Cecilia Villaseca, gerenta de Desarrollo de Cannon Home.
En cuanto a texturas, optaron por terciopelos, pieles, relieves, flecos y telas suaves que se asocian con lo mullido y lo cálido, junto a tratamientos que las hacen livianas y esponjosas.
"En esas mismas paletas de color creamos una colección de velas cuyo aroma permite relajarnos; también esencias para los dormitorios que apoyan el descanso a través de un sentido al que no recurrimos frecuentemente para ese propósito. Son aromas apacibles, frescos, no invasivos, como verbena, white tea, y uno más masculino", explica Cecilia Villaseca.
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