Un pasado animado

Rostros del Norte Grande, esta muestra itinerante organizada por Fundación Minera Escondida y el Museo de Arte Precolombino se prepara para aterrizar en Santiago durante el segundo semestre. En ese momento podremos ver a qué se refiere Rodrigo Tisi, su creador, cuando habla de interactividad, tecnología y atractivo para nuevas generaciones.
Cuando el avión aterrice, los relojes en Santiago van a marcar dos horas antes del momento en que Rodrigo Tisi deje Sídney. 'Algo muy loco, como viajar al pasado', dice él, comenzando una nueva jornada en la supervisión de EXIT, una instalación que hizo para Diller Scofidio + Renfro, que montó por primera vez en el Palais de Tokyo, en París, que trata temas de migración, de los grandes desafíos que la humanidad deberá enfrentar en el futuro cercano respecto de la deforestación, el hundimiento de ciudades, el refugio político, la pérdida de lenguas nativas, remesas y desastres naturales, y que ahora lo mantiene ocupado en la ciudad más grande de Oceanía. Ese hecho contiene de alguna manera la respuesta, pero mejor saber su opinión.
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Según Tisi, su oficina, MESS, actúa como una plataforma de colaboración.
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¿Por qué crees que el Museo de Arte Precolombino te encarga Rostros del Norte Grande? Creo que el museo estaba buscando tecnologías distintas a las que habitualmente usa. Un poco más interactivas, audiovisuales en el caso de esta exposición, para atraer otro tipo de audiencias. Tengo experiencia en esto –demostrada en instalaciones como 'SCL 2110', donde se invitó a imaginar la ciudad dentro de 100 años; o 'Intersección' en el GAM, donde se mezclaban performance, danza, iluminación y arquitectura entre fardos de paja– y tengo una visión de la interactividad más amplia, más allá de apretar un botón y tener alguna reacción. La entiendo como hacer partícipe a las personas en la experiencia de la muestra; algo que se puede lograr de maneras muy high-tech o muy low-tech.
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"El Design Lab en la UAI es una escuela de diseño distinta a las que he conocido en Chile. Trabajan con tecnología no solo para fabricar cosas sino que también para comunicar y relacionar a las personas con el mundo artificial que constantemente estamos desarrollando. Hay algo de consciencia social que me parece fundamental explorar. Para mí es un espacio para desarrollar narrativas en torno al diseño y la dimensión de performance con personas y objetos en un amplio sentido".
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Tisi supone que lo novedoso de Rostros del Norte Grande es presentar un trabajo muy histórico, de archivo, muy del pasado, a través de soportes audiovisuales más familiares para las nuevas generaciones, un público que le interesa mucho al museo. "Fue un desafío que nos encantó recibir. Un trabajo basado en los dibujos que José Pérez de Arce hizo hace varias décadas. El museo ya lo había expuesto anteriormente de una manera, diría yo, más convencional, y se materializó en un libro. Lo que hicimos fue reanimar ese material con entrevistas a personas pertenecientes a estos originarios del norte de Chile que aún estuvieran conectadas a sus antepasados. Esas historias las activamos con estos dibujos que convertimos en animaciones".

La tecnología sirve aquí para relatar una historia antigua de una manera nueva para un espacio cultural, organiza el tiempo y la experiencia novedosamente. Podemos escuchar a estas personas a través de las entrevistas y a la vez superponer los rostros de sus pasados remotos. En ese cruce está el mérito y ahí radica el éxito que tuvo la exposición en la Fundación Minera Escondida (auspiciadora del proyecto) en Antofagasta", opina Tisi.
Él selecciona a sus colaboradores de acuerdo a la naturaleza de cada proyecto. Para este convocó a dos personas con las que ya había trabajado: Pedro Silva, diseñador industrial UDP, colaborador en el proyecto que presentó en la Bienal de Venecia y que ha hecho clases con él; y otro diseñador de la UDP, Simón Gallardo, que fue alumno suyo en el magíster y se quedó como profesor en ese programa. "Para armar la museografía y la narrativa ellos eran buenos complementos. Trabajamos estrechamente con Claudio Mercado y Cecilia Uribe; el equipo del museo que también nos apoyó en el desarrollo en los contenidos", concluye Tisi.
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