(Esta nota contiene spoilers tanto del final de The Last of Us como de la historia de The Last of Us Parte 2, así que si valoras la experiencia de sorprenderte con los giros argumentales, te recomendamos volver para cuando los hayas jugado)
De todas las críticas que ha recibido The Last of Us Part 2, todos los spoilers maleteros del juego, todos los comentarios enojados del Internet y sí, todos los memes que aparecieron desde las filtraciones de su historia en abril, pareciera ser que el momento más divisivo de esta entrega ocurre a eso de las 2 horas de partida, cuando vemos en la pantalla un hecho que pocos esperaban: la muerte de Joel Miller, el protagonista original de la saga.
La escena es brutal, es rápida, para nada ceremoniosa e implacable. Tanto así que muchos jugadores han reaccionado de las peores maneras posibles: desde gente que apaga la consola, devuelve el disco a la tienda y hasta gamers que deciden cortar el Blu-Ray con una tijera. En serio.
Los ataques contra Naughty Dog por esta decisón han venido de todas direcciones. Lo se porque las he visto todas: que la compañía mintió con el marketing, que es una falta de respeto eliminar a un personaje tan importante de la serie, que está mal escrito, que es parte de un panfleto feminista que demoniza a los hombres en pantalla o que Neil Druckmann solo quiso mandarse un The Last Jedi, traicionando según estos fanáticos a la esencia del personaje.
Pero lo cierto es que cuando te das el tiempo de terminar el juego, (hasto tiempo) de revisar la narrativa y no basarte en el resumen posteado en Internet, entiendes que la realidad es totalmente distinta y que Joel, si bien muere muy temprano en la historia, es una movida argumental que importa no solo para desencadenar esta nueva historia, sino que siendo sincero, es el destino que el personaje merecía.
Entiendo que durante las más de 10 horas que dura el primer título, la audiencia se terminara enamorando no solo de Joel y Ellie por separado, sino más bien de la relación que fueron cultivando durante la travesía vivida en 4 estaciones a través de los Estados Unidos. Dos personalidades ariscas, marcados por la tragedia, logran encontrar el uno frente al otro las carencias de sus vidas: Joel encontró una hija y Ellie, el cariño de los padres que nunca conoció.
Pero el final del juego nos cuenta que toda esta relación estará cimentada, de aquí en adelante, en base al acto que realmente define a Joel más como un villano que un héroe. El costo para que Joel y Ellie escaparan juntos en el automóvil hacia Jackson fue quizás demasiado alto: matar a un grupo de médicos indefensos, eliminar a Marlene solo para que “no fuese a buscarlos” y al final, no solo mentirle a Ellie sino que como aprendimos en The Last of Us Parte 2, obligarla a mentir también para que nadie supiera que es inmune -probablemente para que no haya más pistas de su paradero-.
Y es precisamente la mentira la pieza clave de todo. Sí, ni siquiera lo voy a juzgar por los asesinatos porque, siendo francos, hemos hecho cosas peores en otros juegos. Y también, más allá de si hizo lo correcto o no al rescatarla, Joel miente porque sabe que haberle dicho a Ellie “mira, en realidad decidí matar a los doctores y a Marlene para llevarte a vivir conmigo por el resto de los días” estaba mal, y por eso toma la opción de ocultar la verdad, de decirle que habían más como ella, que los doctores seguirían trabajando para encontrar la cura. Que su inmunidad no la hacía especial. Y todo solo para no perderla.
Personalmente, yo odié a Joel a partir de ese momento. Pasó directamente a mi lista negra de personajes y francamente, me alegró mucho saber que esta secuela no se trataría de él. Y quizás es por lo mismo que su destino, a pocas horas de comenzar The Last of Us Parte 2 no me causó ni la ira ni la rabia que se ha visto en redes sociales. Más que nada seguí jugando por la curiosidad de saber quién era esta tal Abby, por qué hizo lo que hizo y hasta donde sería capaz de llegar Ellie para cumplir su promesa.
Pero entiendo que en mucha gente más tuvo un efecto diferente. De hecho Anthony Newman, co-director del juego, conversó con Mouse y nos dijo que la decisión de matar a Joel tan temprano dentro del juego estaba tomada desde hace tiempo. La historia siempre fue sobre la venganza y la búsqueda de una justicia aparente y para que eso funcionara, tenía que haber un motivo muy poderoso para mover tanto a Ellie como al jugador: matemos a uno de los protagonistas.
La muerte de Joel explica un montón de cosas sobre el mundo de The Last of Us. Primero: la venganza es tan válida como la supervivencia (de hecho Joel cuando mata a Marlene es para evitar que se vaya a vengar en el futuro). Segundo: Todos los actos pueden llegar a tener consecuencias inesperadas, como la muerte de un NPC sin nombre (que te recuerdo, nosotros mismos asesinamos porque eran un obstáculo) se convirtió en el destino fatal de Joel. Y tercero: la verdad sobre lo que ocurrió en Saint Mary tarde o temprano saldría a la luz.
Mi teoría con la historia del juego era esta: Ellie viajaría motivada por la venganza, matando a todos a su paso solo para enterarse, al final de su viaje que Joel le había mentido todo este tiempo. Pero lo que no esperaba era saber que en realidad, durante toda la acción del título, Ellie ya sabía todo lo que había pasado en ese hospital.
Como ya sabemos, Naughty Dog nos cuenta la historia de la relación de Ellie con Joel a través de flashbacks que van mostrando el deterioro de la relación entre ambos personajes. Al principio, vemos eventos felices que dan más leña al fuego de la venganza, pero los siguientes recuerdos van siendo cada vez más ásperos. La desconfianza comienza a quebrar conversaciones en donde se ve una Ellie cada vez más dudosa y un Joel más firme con su discurso. Cuatro años no pasaron en vano y el deseo de Ellie de querer que su inmunidad significara algo chocaba con las legítimas dudas surgidas de la huída del hospital.
Y así llegamos a mi escena favorita en todo el juego. Sí, otro flashback, que resulta ser clave para que no queden dudas sobre el rol villanesco de Joel en este relato. Ellie se escapa al hospital de St. Mary y encuentra un montón de documentos sobre los estudios que le estaban haciendo y que por supuesto, se contradecían con la versión de Joel. Finalmente se confrontan, Joel se ve obligado a contar la verdad y la relación entre ambos finalmente se quiebra.
Esta escena explica, además, el verdadero daño de la mentira. No es porque mentir sea malo, ni porque haya ocultado un crimen. Nada de eso importa en este mundo, pero Ellie se da cuenta que, en el momento más importante de su vida, Joel decidió por su destino y no ella. Vivir o morir tendría que haber sido su elección, y Joel no solo le robó esa elección, sino que además quería impedir que pensara siquiera en esa posibilidad al convencerla una y otra vez de que su inmunidad no servía de nada. O sea Joel es y siempre fue el mismísimo.
Lo que entonces abre otra duda: si Ellie se alejó de Joel por lo que hizo, entonces ¿Por qué salió a vengarlo? La respuesta a esto está en la escena final del juego. Y sí, no me culpen a mí por este desorden narrativo.
O sea, visto en el papel suena super idiota que el juego nos cuente a través de flashbacks como una relación empieza a debilitarse, se quiebra y finalmente se vuelva a reconciliar para quedar en el mismo punto del principio. Pareciera ser solo un círculo de anécdotas. Pero la conversación final entre Ellie y Joel sirve de redención y cierre del legado de Joel Miller dentro de este mundo.
Luego del altercado producido en la fiesta donde Ellie y Dina se besan por primera vez, ambos se reúnen después de mucho tiempo fuera de la casa de Joel. Y allí es como, dentro de la conversación, él le confiesa que, de poder repetir la historia, hubiese hecho exactamente lo mismo en el hospital de St. Mary: salvarla de las Luciérnagas. Y de sus palabras se desprende que, al final del camino, el acepta que todo el castigo que está ocurriendo en su vida es consecuencia de lo que hizo, pero que de todas maneras valió la pena porque Ellie podrá seguir con vida. La escena termina siendo una reconciliación pero a la vez, un adiós que no estaba planeado ya que al siguiente día, ocurrirían todos lo hechos que ya conocemos.
Allí es cuando uno entonces tiene que hacer memoria hacia la escena del inicio del juego y entiende por qué Joel no lucha con más fuerza por su vida y por qué está tan “fuera de personaje”, cuando en realidad en todo lo contrario. Joel abraza su destino y entiende que su muerte es parte de las consecuencias que debe pagar por ese acto que si bien nació del egoísmo, pudo convertir en algo más trascendental.
Por eso es tan importante el momento en el que Ellie recuerda estas palabras, ya que es cuando ella entiende que así como él la dejó ir para sanarse, ella debe hacer lo mismo. Porque Ellie entiende que no hay redención sin sacrificio, tal como lo hizo Joel al perderla a ella. Y por lo mismo, para sellar este adiós definitivo, ella deja la guitarra abandonada como un gesto que cierra un ciclo y abre uno nuevo. Y es solo en ese momento -y no cuando su cráneo es aplastado por un palo de golf- cuando Joel y Ellie pueden por fin despedirse de manera definitiva, cerrando así una tragedia que comenzó a escribirse a través de una mentira dicha en un automóvil.