La Navidad es una época del año a la que todos nos afecta de manera distinta. Hay quienes apenas llega diciembre se dedican a decorar sus casas como una suerte de máquina tragamonedas, otros que se amargan de solo pensar en los regalos que hay que comprar y otros quienes ni siquiera celebran la fecha, por motivos religiosos o ideológicos. Pero sea cual sea tu parada en estas fiestas navideñas, creemos que hay una película para ti.
Es por eso que en Mouse no solo queremos recomendar las mejores cintas ambientadas en las festividades de fin de año, sino que adecuarlas a los diferentes significados que estas fechas pueden llegar a tener en este tan diverso y navideño mundo. Solo lee las siguientes frases y por cada una que te identifique, tenemos una película que resume mejor esa idea en una imperdible y navideña historia.
La Navidad es la mejor compañía cuando estamos solos
Las fiestas de fin de año son por lo general oportunidades para pasar en familia y con tus seres queridos. A menos de que seas un McCallister, donde el caos de una familia innecesariamente numerosa hace que el pobre Kevin termine viviendo lo que, para muchos sería una verdadera pesadilla: quedar solo y olvidado en casa mientras todos tus seres queridos viajan a pasarlo bien, intercambiar regalos y comer rico.
Pero Kevin logra revertir esta situación no una sino que dos veces en Mi Pobre Angelito 1 y 2. Las comedias protagonizadas por Macauly Culkin demuestran que a veces es mejor pasar las fiestas solo que mal acompañado, aunque al final del día tanta libertad siempre llega para cobrarnos un alto precio. Solo es cosa de saber qué tan dispuestos estamos de querer defender nuestro derecho a una Navidad solitaria y de calidad.
La Navidad es solo un festival absurdo de consumismo
Antes de que Turboman fuera un jugador de nuestra selección, se convirtió en la obsesión de Arnold Schwarzenegger en El Regalo Prometido, la película que refleja de mejor manera lo que ocurre cuando todo en esta época gira en torno a los regalos y el materialismo: caos y destrucción. Todos quienes hemos hecho alguna fila en un mall atochado de gente, comprando cosas a última hora solo para quedar bien con nuestra familia saben de lo que hablo. Y quienes piensen que se trata de una película que exagera lo peor de lo nuestro, es que nunca han estado en una liquidadora de juguetes buscando la muñeca de moda o en un Supermercado con una oferta anunciada por altavoz. Es mucho, pero mucho peor.
Me gusta la Navidad, pero no armar el árbol
Hay quienes creen que amar la navidad pero odiar todo lo que representa es una contradicción vital, pero no. Hay quienes nos gusta, por ejemplo, estar con la familia o recibir regalos, pero odiamos los villancicos, las cenas insípidas de pavo, o que todo se vuelva de la noche a la mañana verde con rojo. Y para esa gente, y quienes aun no superan su etapa adolescente darks existe El Extraño Mundo de Jack, una historia que demuestra que en realidad no hay forma incorrecta de celebrar una de las fechas más esperadas del año.
Después de Navidad empiezo la dieta
La Navidad y el año Nuevo son los dos grandes eventos de fin de año, y por eso a la gente le encanta usar estas fechas como los días para empezar a cambiar actitudes. En diciembre es fácil darnos cuenta de las cosas que hemos hecho bien y las que hemos hecho mal, por lo que suele ser una buena fecha de ensayo para empezar a ser mejores personas. Y nadie mejor para ejemplificar este sentimiento que Bill Murray y su genial interpretación en Scrooged, más conocida en esta parte del mundo como Los Fantasmas Contraatacan.
Esta adaptación de "Un Cuento de Navidad" de Charles Dickens, muestra que los milagros navideños son posibles, ya sea para comezar a hacer una dieta o para dejar de ser tan mala persona. Aunque sea solo un poquito.
La Navidad es una fecha de sacrificios
Hay pocas cosas más tristes en la vida que el que nos obliguen a trabajar en Navidad. Pero ninguna historia de sacrificio supera a la de John McClane en la evidentemente navideña Duro de Matar. Dejemos de mentirnos. Gran parte de la tensión de Duro de Matar ocurre precisamente por ocurrir en Navidad. El ambiente de la cinta nos hace pensar que el atentado terrorista es más grave por ser en Navidad y el esfuerzo de Bruce Willis es mucho mayor, precisamente porque sabemos que le gustaría estar con su familia en vez de caminar sobre vidrio molido.
Y al final ni siquiera el mismo Santa Claus se ha esforzado tanto por llevarle una Feliz Navidad a todos que el gran McClane.
Un mal regalo puede arruinar la Navidad
Así como hay gente que cree que en las fiestas de fin de año los regalos son lo de menos, para otros, es todo lo contrario. Y no los culpo. Hay pocas sensaciones más placenteras que abrir un paquete y encontrar exactamente lo que quisiste, sobre todo cuando nunca lo pediste. Y un mal regalo puede causar todo lo contrario, tal como lo pudimos ver en Los Gremlins, otra alegoría frente al consumismo de fin de año, donde el afán por buscar un regalo perfecto, de última hora y sin pensar puede convertir a la época más linda del año en toda una tragedia verde y aterradora.
Odio la Navidad y no hay nada que lo pueda cambiar
¿Pensaste que íbamos a poner a El Grinch? No, para nada. Aun cuando recomendamos más la versión animada de Chuck Jones que la protagonizada por Jim Carrey, un mejor reflejo de todo el odio y resentimiento que alguien puede sentir por estas fechas es Bad Santa. Claramente no es la típica película navideña porque está hecha para una persona totalmente atípica, la que odia desde sus entrañas a todo lo relacionado con el mundo navideño. ¿Porque qué puede ser peor que humillarse vistiéndose del hombre barbudo que odias como loco?
Pero al final de la cinta podemos aprender una lección, y entender de que por mucho que nos haga sentir miserables, siempre es posible que haya un poquito de espíritu navideño que nos guste a todos.