Padres dejan a su hijo en el desierto por adicción a Counter Strike
En una terapia extrema y televisada, un joven de Michigan fue dejado durante dos meses aislado de la tecnología para combatir su adicción.
Josh, un adolescente de 14 años residente del estado de Michigan en Estados Unidos, era un fanático del Counter Strike. Tanto así que sus padres pensaron que su hijo había desarrollado una adicción al juego en línea de terroristas y policías. Su registro contaba con 60 horas de juego a la semana, y en un sólo día podía pasar fácilmente más de 12 hora concentrado, haciendo headshots y eliminando a sus enemigos.
Esto preocupó tanto a sus progenitores que decidieron tomar medidas drásticas: primero, le quitaron el acceso al computador, con lo que, según sus padres, Josh empezó a tener una conducta agresiva. Para Josh, no era más que una molestia por lo que consideraba, una exageración por parte de sus tutores. Pero los padres quisieron dar un paso más allá y lo sometieron a un tratamiento extremo: en la mitad de la noche lo despertaron y lo subieron a un avión. ¿El destino? Un desierto ubicado cerca de Salt Lake City, lugar que pasaría los próximos dos meses de su vida en un campamento dedicado a la disciplina, trabajo duro y por supuesto, nada pero nada de tecnología.
El proceso fue retratado en la última edición del programa 20/20, que mostraba otros casos de adicción a la tecnología, como una niña que nunca soltaba su teléfono, o un adolescente con una obsesión poco sana con Minecraft. Según el programa, el tratamiento de shock no solo arregló la conducta de Josh, sino que también aumentó su actividad cerebral que, según este reportaje, había disminuido producto de los videojuegos. Habrá que ver si en el futuro Josh mantendrá una conducta similar o si, como muchas otras historias que hemos visto, el tratamiento fue solo para la televisión.
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