Es el segundo día de Ellie en la ciudad de Seattle y nuestra tarea es salir a buscar a una persona llamada Nora en un hospital cercano a nuestro escondite.

El escenario es similar a las otras ciudades que a la protagonista le ha tocado ver a través de su vida en un mundo post apocalíptico: edificios en ruinas, una vegetación desatadas y cientos de cuerpos tirados en el piso. Probablemente con más de uno con una historia por escribir antes de encontrar un destino fatal.

The Last of Us: Part 2, la anticipada secuela del juego de Naughty Dog llega, al igual que su antecesor, justo el último año de vida de la consola en la que apareció. 7 años atrás, la primera aventura despedía en alto a la PS3 y ahora ocurrirá lo mismo con su secuela y la PS4. Algo que según Anthony Newman, co-director del juego es una coincidencia pero a la vez, un desafío.

Si bien es una coincidencia que ambos juegos hayan salido al final del ciclo de sus respectivas consolas, también nos gusta pensar que este juego es una suerte de primer acercamiento con la próxima generación, por el nivel de detalle y elementos que de seguro seguiremos viendo en varios juegos nuevos”, explicó el desarrollador en una conversación con Mouse.

Pero no es la única coincidencia que traerá consigo este lanzamiento, sino que hay otra que ni Naughty Dog, ni ninguno de nosotros pudo prever: la pandemia del coronavirus.

Y es que al navegar a través de los escombros de Seattle, muchas palabras que hoy escuchamos todos los días comienzan a repetirse: “pandemia", “cuarentena”, “infectados”, y más forman parte de la historia que convirtió a Seattle, y a muchas otras ciudades del universo de The Last of Us en lo que son ahora: ruinas convertidas en junglas de concreto donde solo sobreviven los más fuertes.

Pero según Newman, esta extraña coincidencia no es el tema más actual que posee el juego sino que hay otro que en realidad nunca hemos dejado de observar en nuestro entorno: el odio.

“En The Last of Us: Part 2, la pandemia ocurrió hace ya 25 años, por lo que solo la utilizamos como base para explicar nuestro mundo, un mundo de escasez, de altos riesgos y de la presión que deben vivir nuestros personajes. Este juego en realidad es una examinación sobre el odio, como nos deshumaniza y el alto costo que puede llegar a tener el odio como motor de nuestras acciones”, nos explica.

Y en efecto, si hay algo que pudimos ver durante la sección de juego que podemos compartir en estas palabra, es precisamente cómo The Last of Us: Part 2 tiene un tratamiento especial para mostrar las consecuencias de nuestros actos a través de sus detalles.

Durante nuestro viaje para buscar a Nora, encontramos tres tipos de enemigos: los infectados por supuesto, pero también dos facciones de humanos que al parecer están en guerra unos contra otros: la WLF -también conocidos como Los Lobos- y los Sefaritas, o Scars.

Y entre medio de todo eso estará Ellie, quien también actúa siguiendo su propia agenda, por lo que las bajas de un lado o del otro le serán prácticamente indiferentes.

En cuanto a su jugabilidad, tanto Lobos como Scars son amenazas muy diferentes para el jugador: los primeros son grupos militarizados muy organizados, que utilizan perros entrenados para seguir tu olfato además de muchas armas de fuego. Los Scars en tanto son más oscuros y sectarios: se organizan a través de silbidos que se escuchan en la oscuridad, optan más por el sigilo y armas silenciosas como las flechas, además del combate cuerpo a cuerpo.

Pero su relación dentro de la historia es algo que influye más allá de ser simples obstáculos en nuestro camino. “Cuando jueguen van a ver mucho del mundo actual. Hay mucha rabia y mucho conflicto y más que la pandemia, la gente reconocerá lo peligroso de la negatividad en el mundo. Lobos y Scars están atrapados en un ciclo de retribución”, explica Anthony Newman.

Un ciclo del que Ellie también formará parte y los detalles del juego están hechos para esto. Si viste el último video de gameplay recordarás que todo comienza asesinando a una guardia que estaba jugando PS Vita. Sí, la del meme.

Pero más allá de fijarse en la consola, la muerte que vimos está animada de una manera muy realista: la sangre brota del cuello y los sonidos de ella tratando de respirar mientras se cubre con sus manos solo por instinto. No es una imagen grata y es por algo. Y es que esta escena no es la única de su tipo ni tampoco ocurren en momentos tan especiales.

El camino de Ellie está lleno de estos asesinatos muchas veces a sangre fría con consecuencias mucho más detalladas que en el resto de los videojuegos. La idea de representar las muertes de enemigos simples de esta forma es tratar de hacerte sentir la misma incomodidad que Ellie en su viaje. La intención, explican desde Naughty Dog, es que la mayoría de las muertes se sientan como algo desafortunado, con consecuencias reales dentro del juego.

Por ejemplo, muchas de las guardias que vemos se hance en parejas, las cuales conversan con su nombre. Cuando eliminas a un enemigo de manera silenciosa, el otro intentará conversarle y al no tener respuesta, comenzará a gritar su nombre. O los Sefaritas, que durante el combate se comunican con silbidos pero al ver a uno de sus compañeros muertos, comenzarán a gritar. Todos detalles que no son solamente de estilo, sino que van afectando a la larga, tu forma de jugar y de plantearte en los escenarios.

Una hora después de salir de tu refugio y habiendo encontrado a Nora, ni Ellie ni el jugador van a seguir siendo iguales y tal como nos señaló Newman, la idea detrás de todo este viaje es que pensemos dos veces antes de las consecuencias de nuestros actos no solo en un Seattle postapocalíptico, sino también en un mundo real que no es ajeno a estas temáticas.

The Last of Us: Part 2 será lanzado para PS4 este 19 de junio y la reseña completa podrás leerla en Mouse a contar del 12 de junio. Sin spoilers, por supuesto.