Después de más de una década en el mercado mundial, finalmente la marca Oppo hizo su arribo oficial a Chile y lo hizo de una manera algo inesperada. En lugar de llegar con sus productos insignia, con el tope de su tecnología, decidieron probar aguas con un teléfono en apariencia mucho más conservador que lo que tiene la gama alta.
Hablamos del Reno5 Lite, un teléfono de gama media, masivo y bastante alejado de lo que la misma compañía ha logrado con productos como el Find X3 Pro. Pero tras haber pasado un par de semanas con él en nuestros bolsillos nos damos cuenta por qué se tomó esta opción.
Se trata de un teléfono de esos diseñados para irse a la segura, con las suficientes especificaciones como para satisfacer a quienes buscan un teléfono con las tres B y que no lo usarán como herramienta de trabajo sino que de comunicación.
Su diseño de gama media se nota principalmente en su materialidad: Es un equipo liviano, de aluminio y con una parte trasera con un efecto tornasol de esos que están tan de moda. El sector de las cámaras no tiene nada de especial en su diseño e incluso viene con la ya desaparecida entrada de audífonos de 3.5 mm que muchos extrañan pero que nunca ha sido muy amiga del agua. Pero más allá de su aspecto un tanto genérico, los componentes que arman su experiencia son otro tema.
Una de las cosas con las que sorprende desde su entrada es con su pantalla: un panel AMOLED de 6,43 pulgadas, una resolución de 2400 x 1080 pixeles y un brillo máximo de 800 nits que realmente se ve bien. La pantalla suele ser lo primero que un equipo de gama media suele golpear cuando quiere reducir gastos pero este panel realmente tiene colores atractivos y un tamaño ejemplar.
Por supuesto, lo que lo separa del estándar superior de hoy es que su tasa de refresco es de solo 60 Hz, pero para alguien que nunca ha tenido un teléfono de 90 o 120 Hz, lo cierto es que no notará la diferencia. Lo importante es que las animaciones y el funcionamiento del equipo siguen siendo fluidas, así que nunca se siente lento, al menos en las tareas básicas.
Cuando se empieza a sentir el golpe del equipo es durante las tareas más exigentes. Viene con un procesador Mediatek Helio P95, cuya P viene precisamente de Performance. Es un procesador apoyado por Inteligencia Artificial diseñado para sacarle el mayor provecho al equipo en cuanto a duración de batería y rapidez en la ejecución de tareas sencillas, aunque encontré algunas fallas al momento de hacer multitarea, sobre todo en labores más exigentes, como estar visitando un sitio web donde se reproducía un video.
Lo mismo pasa con los juegos: Podemos esperar un desempeño parejo, pero nunca óptimo. En el caso de Free Fire, por ejemplo, el juego corre siempre a 30 cuadros por segundo independiente de la calidad, pero ni siquiera nos da la opción de subir el framerate. Lo mismo con otros títulos como Asphalt 9, donde se prioriza la estabilidad del juego siempre el 30 cuadros y otros menos demandantes, correrán a 60.
Lo interesante es que a pesar de que claramente no está hecho para jugar a grandes niveles, el Reno5 Lite incorpora una herramienta bastante robusta llamada Game Space, la cual se esconde detrás de una barra al costado y te permite desde cambiar el uso del CPU y GPU para ahorrar o gastar más batería, pero también bloquear mensajes y llamadas de una forma que no había visto antes: puedes abrir ventanas pequeñas de Messenger o WhatsApp para poder acceder a las apps sin tener que salir del juego y las notificaciones no aparecen como barras molestas, sino que como textos que scrollean por tu pantalla sin interrumpir tu juego.
Lamentablemente, el resto de las soluciones del software del Reno5 Lite no son tan bien pensadas. Color OS, el nombre de la capa de personalización de Android que posee Oppo, es un sistema bastante competente y que prácticamente no toca al Android puro, pero si trae, por ejemplo, ¿íconos muy chillones, un sistema de búsqueda en las preferencias no muy bien logrado y algunos problemas con la presentación de las notificaciones, las que en vez de mostrarte todas las que se han agrupado, solo hacen énfasis en los últimos mensajes enviados.
Tampoco ayudan algunos shortcuts bastante raros, como que para sacar un pantallazo debes presionar la pantalla con tres dedos en línea, o que el teléfono viene con los botones de Home, Back y Aplicaciones activados por defecto, en un mundo que se maneja ya prácticamente solo con comandos por gestos. Se pueden activar pero, de nuevo, encontrar la opción fue bastante engorroso.
Ah, y esto no es para nada culpa de Oppo, pero en Chile el teléfono lo trae Claro y decidieron llenar el equipo con bloatware, muy feo y casi invasivo: desde las apps que por suerte se pueden borrar, hasta los fondos de pantalla, los sonidos de las notificaciones o barras dentro del home. Amigos de Claro, nunca es bueno que nuestros teléfonos sean un repetidor de la marca.
¿Vamos con la cámara? Bueno, el equipo trae la no despreciable suma de cinco lentes -cuatro en la parte trasera y uno en la frontal- y su performance dependerá de para que la quieras.
Las cámaras del Reno5 Lite son excelentes, siempre y cuando las mantengamos dentro del entorno de un teléfono móvil. Hablamos de redes sociales, fotografiar documentos, enviar por sistemas de mensajería y todo lo que signifique mostrarse en una pantalla no más grande que una Tablet.
Esto porque la Inteligencia Artificial y el postprocesamiento de imagen hacen un excelente trabajo realzando colores y haciendo las fotos se vean naturales, sin tonos exagerados, pero a costa de no tener mucho detalle cuando se agrandan. Esto debido a que los sensores no toman tanta luz, lo que se nota principalmente en la pérdida de detalle en interiores, días nublados o en la noche.
En días soleados o con buena luz artificial, la cámara es un lujo y es de lo mejor que puede encontrarse dentro de su rango. El problema es quizás la diferencia de calidad entre sus diferentes lentes.
Acá hay una comparación de la misma imagen tomada con la cámara principal y el gran angular y la diferencia, más allá de la evidente amplitud, está también en tonos y colores más opacos. O lo que pasa con el Macro, cuyo sensor es tan pequeño que a pesar de mostrar bien el acercamiento, a la larga el detalle se difumina.
Pero de nuevo, como pueden ir viendo en las imágenes y los resultados, lo cierto es que las fotografías para este tipo de teléfono están por sobre la media y de hecho, incluye un modo para tomar fotos en RAW y así poder editarlas aun mejor para sacar esos buenos likes. Viniendo desde un gama alta los resultados no son tan sorprendentes, pero comparados con los de su rango de precio y especificaciones, son bastante competentes.
Acá van las pruebas de modo nocturno y con los amiibos.
Los videos, en cambio, no son tan sorprendentes sobre todo por el micrófono, el cual incluso sufre cuando estás enviando audios por WhatsApp.
Otra de las gratas sorpresas del Reno5 Lite es su batería: sus 4310 mAh entregan autonomía con uso tradicional -esto es sin incluir juegos- para prácticamente todo el día, pero además viene con carga rápida incorporada gracias al cargador de 30 W que viene incluido en la caja que hace que, aun si se te llega a acabar -o se te olvida cargarlo a la noche- el tiempo para estar en funcionamiento pleno es muy corto.
Finalmente creo que el mejor cumplido que podemos darle al Oppo Reno5 Lite es que funciona como si fuera un gama alta de unos tres años atrás. Por lo menos así se ve y se siente en la mano. Y todo lo que hace cumple y lo hace bien. Y eso es quizás lo que más me llama la atención de un producto como este siendo el primero que llega al país de esta marca: Si esto es lo que pueden hacer en un segmento tan competitivo como lo es la gama media y a un precio que es la mitad o un tercio de teléfonos premium, la llegada de sus propuestas más premium pueden ser aun más prometedoras.