Lanzada originalmente en el año 2001 como un juego de ritmo para arcades, la serie de Taiko no Tatsujin se ha convertido en uno de los íconos globales de Bandai Namco, a pesar de que por décadas hubo una suerte de bloqueo regional que mantuvo a los juegos del tamborcito relegados, de manera legal, solo en Japón.
De hecho, mientras la saga tenía secuela tras secuela tanto en su formato arcade como en todas las consolas que puedas imaginar -incluyendo las notables versiones de 3DS- el mercado occidental tenía que conformarse con la importación de muchos de estos títulos.
En su tiempo, se citaba la dificultad de extender los derechos de las canciones a todo el globo, pero también una diferencia cultural: el apogeo de Taiko no Tatsujin se dio cuando en este lado del globo lo popular era simular que se era una banda de rock con guitarras de plástico.
Pero el tiempo pasó y de todos los juegos de ritmo para consolas, Taiko es de los pocos que van quedando. Y aprovechando que hoy la cultura otaku es mucho más mainstream que hace décadas, Bandai Namco comenzó a localizar sus juegos.
El año 2018 fue un año clave: por primera vez en casi dos décadas, Taiko no Tatsujin llegaba con todo a occidente. Y lo hizo primero, de la mano de las consolas japonesas. La PS4 y la Nintendo Switch, cada una con su propia versión del juego: Drum Session y Drum n’ Fun para ser exactos. Luego saldría hasta una versión para iPad, y la Taikomanía ya comenzaba a sentirse en el aire.
Sin embargo, la serie se sentía notoriamente ausente para la Xbox. Y es entendible. Primero, los juegos de Taiko ya llevaban décadas apareciendo en consolas de Nintendo y Sony. Para Japón eran solo secuelas, para occidente, un regreso muy esperado. Pero en Xbox, asociada al mercado más occidental, Taiko no Tatsujin nunca había tenido un juego. Eso hasta este 2022, cuando la serie hace su debut finalmente para Xbox One, Xbox Series S, Xbox Series X y por supuesto, PC.
El encargado de hacerlo es Taiko no Tatsujin: The Drum Master!, que al igual que los juegos anteriormente mencionados, es totalmente único en cuanto a modos de juego, presentación y canciones elegidas para esta consola.
Pero para los que nunca han oído hablar de la serie, les cuento. Taiko no Tatsujin es un juego de ritmo basado en percusiones. Originalmente, posee dos tipos de notas que corren de manera horizontal de derecha a izquierda: las notas rojas representan el centro del tambor (un Don) y las notas celestes, un golpe en la parte exterior (un Ka). Por supuesto que cuando no se tiene un tambor, cada golpe es reemplazado por un botón diferente de tu joystick. Además, hay otro tipo de notas especiales como las zonas amarillas, en donde hay que hacer un redoble lo más rápido posible.
Pero no es más que eso, es un juego de ritmo que puede jugarse, por lo menos en sus niveles de dificultad más sencillos, con tan solo dos botones. Y en esa simpleza radica el éxito y lo popular que se ha vuelto la serie. Y también, lo fácil que se vuelve jugarlo con un control, sin necesitar los tambores. Y también, lo similar que es la experiencia a través de todas las consolas. En ese sentido, las gráficas, indicadores y sistemas de juegos son los mismos que se mantienen desde el 2001, gracias a que se trata de un juego hecho totalmente en 2D y que puede funcionar en cualquier dispositivo.
Por supuesto, la experiencia con los tambores, ya sean arcade o los periféricos especiales que han salido en otras consolas es superior, pero la transición a los controles, sobre todo para conocer la serie, no es tan terrible. Eso si, de todos los controles, el de Xbox Series X sea quizás el menos favorito que tengo para disfrutar la serie, debido a sus botones convexos y su pad tan sensible. Por otro lado, la versión de PC al poder jugarla con teclado se convirtió rápidamente en una de mis formas favoritas, sobre todo por la capacidad de reasignar las teclas y por la velocidad de respuesta más rápida.
Pero en materia de contenido ¿Cómo viene esta versión? Curiosamente, The Drum Master es la versión más directa de todas a la hora de jugar, siendo de cierta manera la más parecida al arcade. Esto porque al iniciar el juego, te lleva directamente a la selección de canciones, sin pasar por un menú, el cual está oculto al principio, pero puede sacarse presionando a la derecha en tu pad.
A diferencia de las otras versiones para PS4 o Switch donde podías escoger diferentes modos antes de iniciar, acá partes con las canciones en el centro, lo cual no me molesta para nada. El setlist también es muy particular: más de 70 canciones adornan este juego, con una selección única que está muy centrada en canciones de anime y de videojuegos, quizás mucho más que en otras versiones.
Hay 16 canciones de anime -incluyendo openings de Dragon Ball Z, Evangelion, Attack on Titan, Re: Zero y Madoka- y 19 de videojuegos, incluyendo dos canciones de Undertale que, en la versión de Switch, por ejemplo, son DLC. Y me llamó mucho la atención que esté el Tema de Ryu de Street Fighter 5, un juego que es exclusivo de PlayStation 4.
Este foco en estos dos géneros, que se llevan más de la mitad del setlist, va en desmedro de otros. Por ejemplo, la categoría Pop trae solo 5 canciones -y dos de ellas en inglés- así como incluye solo dos temas de Tohou y los 6 de Vocaloid son de los más clásicos como World is Mine, Tell Your World y MIKUMIKU Ni Shiteageru. Si me preguntan a mí, un setlist lleno de sandías caladas y que quiere conquistar al público de Xbox con los productos más conocidos en occidente.
Con respecto al resto de la jugabilidad, el juego es compatible con hasta dos jugadores en multijugador, y además posee un modo de batallas rankeadas, en donde te ponen a competir en contra de otro jugador y, el mayor puntaje, va subiendo de categorías. Es bien sencillo y además, enfocado en la habilidad, ya que no trae las batallas con ítems.
También, como es costumbre, podrás personalizar a tu Taiko con trajes y colores que podrás ir desbloqueando al sacar monedas, las que obtendrás jugando canciones, obteniendo medallas y otros logros.
En resumidas cuentas, es un título que cumple con su cometido, que es llevar Taiko no Tatsujin a una nueva audiencia. La apuesta de haberlo lanzado por GamePass es aun más acertada y la plataforma seguirá creciendo cuando se habiliten las primeras canciones por DLC que aún no existen.
Lo único que le faltó a este debut para estar completo es el anuncio del periférico de tambor que, hasta ahora, no existe y que es lo único que pone a esta versión tan solo un peldaño más abajo que las de las otras consolas disponibles.