Es cosa de mirar el diseño posterior del Xiaomi 14 Ultra para darse cuenta que la cámara es el corazón, el alma y la razón de existir de este teléfono. Su prominente módulo de lentes de forma circular -asemejándose lo más posible a una cámara clásica- y con la palabra Leica al medio no son coincidencia, son una declaración.
Y este foco en la creación de imágenes es a la vez la mayor bendición, pero también la causa de las principales falencias del primer teléfono de la serie Ultra que Xiaomi lanza en Chile de manera oficial, que además es el regreso después de cinco años de ausencia de la fotografía Leica para teléfonos móviles en nuestro mercado.
Pero antes de revisar el rendimiento óptico, que obviamente es el plato principal de este equipo, revisemos todo lo otro que trae, para ver si efectivamente su propuesta como smartphone de gama alta vale la pena. Spoiler: por supuesto que sí, pero con algunos detalles.
De lo primero que quiero hablar es de su materialidad, porque sí, el Xiaomi 14 Ultra no solo se ve, sino que también se siente como algo único en su categoría. Para ser un teléfono Ultra, con una pantalla de 6,7 pulgadas, se siente mucho más cómodo y pequeño en la mano que la competencia. Con sus bordes redondeados se adapta mejor a la mano que un iPhone 15 Pro Max por ejemplo y esa 0,1 pulgada de diferencia que tiene con el Galaxy S24 Ultra también hace que se sienta muy fácil de operar con una sola mano, al menos en lo que respecta a la pantalla.
Sin embargo, mi primer “pero” llegó en este departamento precisamente por la parte de atrás, ya que, si bien está hecha para lucir muy bien, tiene dos detalles que hacen que mi experiencia con el teléfono no haya sido la óptima. Lo primero es que ese módulo circular de cámaras, esa protuberancia que estéticamente se ve única y además requiere todo ese espacio para colocar la tecnología óptica del dispositivo, usa por lo menos un tercio de la parte trasera de teléfono, que es donde nos apoyamos para sostenerlo.
Y eso significa que se genera una suerte de desbalance al momento de tomarlo que, sobre todo al inicio, es complejo de acostumbrarse. Y es que como la mayoría de los teléfonos suelen tener su módulo de cámaras a un costado, eso no impide que podamos extender el dedo índice para tener más soporte, sobre todo para equipos grandes y más robustos por su materialidad. Claro, uno podría extender de todas formas su dedo, pero el temor de manchar los lentes está y no quiero imaginarme los efectos que eventualmente podría tener dejar una marca o una huella en las ópticas.
El otro potencial problema es la superficie de cuero sintético que tiene también en la parte posterior. De nuevo, estéticamente es una maravilla y se justifica ya que es la misma textura que tenían las cámaras clásicas. Se ve distinto y se ve elegante.
Pero en mi caso, y creo que hace mucho no me pasaba, con esta superficie sentí que las manos me sudaban más y con ello, el miedo a que se me resbalara crecía. Nunca pasó, por ser cuidadoso (y porque no quiero saber que se siente estropear un teléfono a prueba) pero me pareció muy extraño porque de verdad jamás me había pasado. Por suerte, el teléfono al ser redondeado hace que sostenerlo no se sienta incómodo, pero recomiendo encarecidamente usarlo con alguna funda (que, por cierto, viene incluida y sirve al menos para que no suden las manos).
Hay otra razón por la cual vas a querer usar la funda: la temperatura del equipo. El Xiaomi 14 Ultra tiene bien puesto su apellido debido a su gran poder: viene con un Snapdragon 8 Gen 3 de Qualcomm como procesador y 12 o 16 GB de RAM dependiendo del modelo, porque lo que es un teléfono rápido, que responde bien a todo y que aguanta todo tipo de tareas y juegos, pero sobre todo en juegos tuve problemas con la temperatura del equipo. Y ni siquiera probé juegos tan complejos, principalmente era Marvel Snap, pero, aun así, tras unos cuantos minutos el equipo se ponía bastante caliente, lo que tampoco ayudaba mucho a mi problema con el sudor. Nuevamente, la solución es una carcasa ya que el calor deja de sentirse, pero claramente no es un teléfono diseñado para jugar (a pesar de tener una suite de juegos que tiene más avisos que funciones).
Así que bueno, hasta ahora los dos únicos problemas que he encontrado no son tan graves y además se solucionan con una carcasa que viene incluida. Simple, ¿No? Bueno, aun falta uno que en realidad más que un problema es una decepción: la duración de la batería.
El Xiaomi 14 Ultra tiene una batería de 5000 mAh, de nuevo, como la mayoría de los tope de gama del mercado, pero nunca logré que de manera segura me durara todo un día con solo una carga. Ya sea porque jugando se gastaba más rápido, o porque al 20% de carga ya me tiraba la advertencia de carga baja (cuando lo normal es 10%), yo como un usuario exigente suelo hacer que las baterías me duren mucho menos de lo que dice la hoja de características.
Y desconozco los motivos de aquello, pero con el mismo uso a veces llegaba a mi casa después de todo un día con apenas un 5%, mientras con otros teléfonos suelo tener un 10 o un 15, que te hace sentir bastante menos ansioso. Quizás por eso el cargador del Xiaomi 14 Ultra es de 90 Watts y tiene una carga ultrarrápida que de verdad funciona muy bien, así que, si vas a usar tu teléfono mucho durante el día, y sobre todo con aplicaciones que usan el procesador, te recomiendo andar con el cargador contigo, que, por cierto, viene incluido así que no te preocupes.
Pero cuando nos concentramos en probar las cámaras del equipo, todo lo anterior parece ser un pequeño precio para disfrutar de lo que considero una de las experiencias ópticas más gratificantes y de calidad de la industria.
La colaboración de Xiaomi con Leica resulta ser mucho más que una estrategia de marketing sino que resulta en una suite de cámaras para celular que tienen la calidad suficiente como para ser consideradas en un teléfono premium, pero además producen imágenes que son muy distintas a las que hoy genera la competencia, lo cual se agradece bastante.
El módulo de cámaras del Xiaomi 14 Ultra está compuesto por cuatro lentes: Un lente principal de 23 mm, un telefoto de 75 mm, un lente periscópico de 120 mm y un ultra gran angular de 12 mm, que equivale a una vista de 120 grados. Lo usual. Sin embargo, una de las características primordiales es que cada lente tiene la misma resolución de fotos: 50 MP. ¿Qué significa esto? Significa que independiente de la distancia focal que elijas, el nivel de detalle que obtendrás de la foto será prácticamente el mismo. Es muy común que los teléfonos utilicen diferentes tamaños de fotos para sus distintos lentes, por un tema de costos y también para ahorrar espacio, lo que se traduce en algo que seguro te ha pasado: que cuando cambias de tipo de foto la calidad de la imagen se reduce, los colores cambian y no es consistente.
Acá ese efecto se reduce bastante, sigue por supuesto habiendo una diferencia, pero es imperceptible sobre todo cuando la ves desde un dispositivo móvil.
Allí es cuando más que nunca la cámara más que ser una colección de lentes se convierte en una herramienta fotográfica versátil. Y es allí cuando comienza la diversión.
La fotografía del Xiaomi 14 Ultra es una fotografía mucho más realista y menos saturada que la que hoy producen los teléfonos. Es también capaz de tomar fotos en formato RAW para luego procesarlas dentro del mismo teléfono y obtener obras de calidad. Lo que más me gusta es que incluso los modos cambian el lenguaje con el que se presentan los lentes: en el modo automático las distancias focales están expresadas en números -0,6, 1x, 2x, 3x y así- mientras que en el modo pro aparece lo mismo, pero con las distancias focales.
El efecto de desenfoque o bokeh que produce también es bastante natural, con un grado de manipulación digital, pero que hace muy bien el corte entre el objeto enfocado y el fondo. Funciona bien con rostros, pero también con manos, cosa que suele ser algo difícil.
El único problema que encontré con la cámara es que, al menos en su modo automático, las fotos con poca luz tienden a salir borrosas, movidas o no como esperabas, pero eso se arregla usando el modo profesional, o al menos ajustando la velocidad de obturación. Pero es una cámara que funcionará para todo lo que necesites como al menos lo he ido intentando mostrar con las imágenes que fui tomando: paisajes, acercamientos, retratos, aire libre, dentro de lugares, etc.
Y todo con colores que son muy propios. La cámara viene con dos modos prefijados, uno se llama Leica Authentic, que básicamente replica muy bien las condiciones que uno está viendo y otro que es Leica Vibrant que satura un poco más los colores, aunque no por mucho. Son tipos de fotos que repito, se sienten muy distintas y de buena calidad, sin desmerecer que el resto de las cámaras hacen un excelente trabajo para brindar imágenes mucho más llamativas, sobre todo para redes sociales, aunque se alejan de una representación fiel de lo que uno está viendo.
La experiencia puede volverse aún más delirante si sumamos el Kit de Fotografía, que se vende por separado, pero también pude probar. Básicamente es una carcasa especial, adaptadores para filtros y un periférico especial que se coloca en el puerto del teléfono y que convierte al teléfono en una cámara Point and Clicl, agregando una manilla de soporte, un botón físico para enfocar y lanzar el obturador, otro para grabar videos y hasta un switch para activar el zoom. Además, entrega más batería al equipo. ¿Es un exceso? Absolutamente, sobre todo por como se interpone para el uso del smartphone como tal, pero si un día sales decidido a sacar solo fotos con este teléfono para luego llegar a casa a editarlas y después subirlas, al menos lo consideraría.
Finalmente, y esto es en materia de gustos, creo que el debut de HyperOS como el sistema operativo que reemplaza a MIUI queda muy al debe. Se siente solo como un cambio de logo y de nombre más que un refresco completo de la experiencia y, a mi juicio, sigue siendo demasiado similar a la experiencia iPhone en muchos aspectos. Si vienes usando equipos Xiaomi hace tiempo no te va a molestar por lo mismo, pero a mí, que precisamente no soy muy fanático de algunas de las opciones de Xiaomi, como la función de abrir notificaciones en pequeñas ventanas que finalmente igual terminas agrandando. Definitivamente no quedó a la altura del estreno de un nuevo OS, esperemos que para el futuro si haya cambios.
En conclusión, Xiaomi eligió demasiado bien a su partner para este lanzamiento y el estreno de esta línea de manera oficial en Chile, ya que es un equipo que ambiciona ser lo mejor en fotografía y video y en las manos correctas, lo puede lograr fácilmente. Su compromiso por hacer la cámara de celular definitiva tiene sus costos en usabilidad, pero estoy seguro de que por sus resultados, los aficionados a las fotos y videos, los creadores de contenido y quienes no tienen que ir a Google para saber qué es Leica, encontrarán en este teléfono un equipo que no abusa de la IA y que puede ser una máquina de trabajo que nos sorprenderá por lo menos hasta que llegue la nueva versión.