El Bentley Continental GT Convertible V8 hace que el disfrute del lujo sea a cielo abierto

El segmento del superlujo sigue al alza en Chile. Al aumento en un 6% de las matriculaciones durante la temporada pasada y al reciente ingreso del Rolls-Royce Cullinan, ahora se suma el Bentley Continental GTC V8. El nuevo modelo, fabricado a mano en la planta de Crewe, aumenta la oferta de la tercera generación, que se había iniciado en el país con las variantes W12 GT (Coupé) y GTC (Convertible) del Continental. Su precio en esta versión es de US$ 320 mil dólares

El último integrante de Bentley destaca por un diseño fluido y elegante, donde se aprecia la evolución de la marca, pero sin perder elementos y trazos que debutaron en la primera generación en 2003, como los marcados pasos de rueda o los tiradores del aire acondicionado como los que se aprecian en los aviones.

Respecto del Coupé W12, ofrece variaciones como el parachoques delantero con un emblema cromado del V8, la salida cuádruple del escape (doble en el W12) y la toma de aire lateral que en esta ocasión cuenta con una inserción en negro liso. La capota, por su parte, dispone de un plegado en Z que está dotada de un sistema de sellado mejorado, el que permite reducir en tres decibeles el nivel global de ruido respecto de su predecesor. Para abrir o cerrar, requiere 19 segundos y el mecanismo se puede hacer con el vehículo en movimiento.

En el interior, el diseño de la consola central mantiene la inspiración de las alas alargadas del emblema de Bentley y ofrece decenas de alternativas para personalizar el habitáculo. Por ejemplo, el tablero central puede ser de una pieza de madera o estar separada por un bisel de aluminio. Además, el túnel central puede ser de madera o de una capa de aluminio de 0,6 mm, como la que se ocupa en la alta relojería suiza.

El Continental GT Convertible de Bentley se caracteriza por la enorme cantidad de opciones de personalización, lo que va desde el color de la carrocería, del techo, de las llantas y de los materiales del habitáculo, lo que permite suponer que es casi imposible ver dos unidades idénticas.

A nivel motriz, estrena en el país su motor V8, propulsor de doble turbocompresor de 4.0 litros, que desarrolla 550 caballos de fuerza y 770 Nm de torque, asociado a una caja automática de doble embrague de ocho velocidades. Con dicho tren motriz es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en cuatro segundos, con una velocidad máxima de 318 km/h. Y para hacer personalizable el manejo, cuenta con cuatro modos de conducción (Sport, Bentley, Comfort, Custom) que adaptan motor, dirección y chasis a las preferencias del conductor.

La tecnología es otro de los aspectos fundamentales para Bentley. En este caso, junto a un altísimo equipamiento de seguridad, cuenta con una serie de innovaciones pensadas para el conductor, como el panel de instrumentos totalmente digital y personalizable, lo que se complementa con una pantalla giratoria en la consola central. Este dispositivo permite tener a la vista el enchapado de madera, una pantalla multimedia digital de alta definición de 12,3’’ configurable por el conductor o tres elegantes relojes análogos que permiten desintoxicarse digitalmente.

Por si fuese poco, para hacer aún más elevada la experiencia al interior del vehículo, tiene un sistema de sonido que puede ser el de serie con 10 altavoces y 650 W, aunque como opcional se puede escoger el sistema Bang & Olufsen de 1500 W y 16 parlantes o el sistema Naim con 18 altavoces y 2.200 W de potencia.