El escándalo de Daihatsu que complica a Toyota tiene consecuencias en Chile

El escándalo provocado por Daihatsu que salpicó a Toyota hace unos meses vuelve a estar en el centro de la noticia.

En mayo, se dio a conocer un fraude en las instalaciones de Daihatsu en Malasia, Tailandia e Indonesia, donde se adulteró la estructura del Yaris para obtener mejores resultados en las pruebas de impacto. Luego, se supo que los modelos híbridos del Raize producidos en Daihatsu Motor Co. se utilizó un poste para medir el impacto, pero solo se realizó por el lado derecho en vez de hacerlo en ambos lados.

Ahora, tras una investigación solicitada a una agencia externa, se encontraron nuevas irregularidades en 174 puntos dentro de 25 categorías de prueba, además de la irregularidad en el revestimiento de las puertas que se conoció en abril y la irregularidad en la prueba de colisión lateral de la que se informó en mayo.

Los puntos descubiertos con la investigación abarcaban un total de 64 modelos y 3 motores de vehículos (total de modelos actualmente en producción, desarrollo o que dejaron de producirse), incluidos 22 modelos y 1 motor vendidos por Toyota, compañía que vio caer 4% el valor de sus acciones por este tema.

“Nos gustaría expresar nuestras más sinceras disculpas por las molestias y la preocupación que esto ha causado a todas las partes interesadas, incluidos los clientes”, precisaron en un comunicado oficial en Toyota, firma que ha debido ofrecer disculpas públicas por la situación.

En respuesta a estos resultados, Daihatsu decidió suspender temporalmente los envíos de todos los modelos desarrollados por Daihatsu actualmente, tanto en Japón como en el extranjero, lo que derivó en una fuerte caída en el valor de las acciones de Toyota, firma que anunció en su canal de prensa que decidió suspender temporalmente los envíos de los modelos afectados a diversos países. Y en esa lista aparece la suspensión de envío del Yaris Cross hacia Chile (el modelo se construye en Indonesia) además de Cambodia y Uruguay.

Durante la investigación, Daihatsu recibió información sobre modelos que podrían haber estado involucrados en las irregularidades procesales. Por su parte, Daihatsu ha estado realizando verificaciones técnicas internas una por una y pruebas reales de estos vehículos para garantizar que su seguridad y desempeño ambiental cumplan con los estándares legales.

En la etapa final de la investigación, se descubrió que para las pruebas de airbags de los Daihatsu Move / SUBARU Stella, Daihatsu Cast / Toyota Pixis Joy, Daihatsu Gran Max / se utilizó una unidad de control de airbag (ECU) diferente a la del modelo de producción en serie.

Aunque la verificación técnica confirmó que el airbag cumplía con los estándares de desempeño de protección de los ocupantes, durante las pruebas se encontró que el estándar de desempeño de seguridad para la evacuación de ocupantes podría no cumplir con la ley.

“En este momento, no tenemos conocimiento de ninguna información sobre accidentes relacionados con este asunto, pero estamos realizando una verificación técnica exhaustiva e investigando la causa para tomar las medidas necesarias lo antes posible. En otros casos, hemos confirmado que se cumplen los estándares de desempeño especificados por las regulaciones”, precisó Toyota en el comunicado.

TUV Rheinland Japan (TRJ), una organización de certificación externa, ha confirmado la validez de los resultados y el proceso de verificación.

Dicha certificación consiste en que las autoridades inspeccionen y confirmen que los vehículos cumplen con diversos estándares para que los clientes puedan conducir sus vehículos con tranquilidad.

“Consideramos que la certificación es un requisito previo importante para hacer negocios como fabricante de automóviles. Reconocemos la extrema gravedad del hecho de que el descuido de Daihatsu en el proceso de certificación haya sacudido los cimientos mismos de la empresa como fabricante de automóviles”, precisó Toyota en el comunicado, agregando que “creemos que para evitar que esto se repita, además de una revisión de las operaciones de certificación, es necesaria una reforma fundamental para revitalizar a Daihatsu como empresa. Esta será una tarea extremadamente importante que no podrá lograrse de la noche a la mañana. Requerirá no sólo una revisión de la gestión y las operaciones comerciales, sino también una revisión de la organización y la estructura, así como un cambio en el desarrollo de los recursos humanos y la conciencia de todos y cada uno de los empleados. Toyota brindará todo nuestro apoyo a la revitalización de Daihatsu para que pueda volver a sus raíces como “compañía de movilidad compacta” que Toyota y Daihatsu se esfuerzan por que así sea, así como por recuperar la confianza de todas las partes interesadas”.