Francisca Román llegó a trabajar a la industria casi al mismo tiempo que se creaba la Asociación Nacional Automotriz de Chile y siempre ha estado vinculada a las áreas de marketing y comerciales.
En 2019 fue designada como directora de Anac y actualmente tiene el cargo de Vicepresidenta por un segundo periodo. Es una de las mujeres fuertes y con mayor experiencia en el rubro automotriz nacional y, por eso, su voz es escuchada y respetada.
Para la ejecutiva, el rol de Anac ha sido clave para articular a todos los importadores “de automóviles, buses, camiones, y ahora con maquinarias, para reunirlos en la discusión de políticas públicas o vías de desarrollo sostenible para nuestra industria. El rol de Anac no es sólo entregar cifras oficiales de venta, o de evolución del mercado, sino también el de analizar permanentemente qué cambios necesitamos a nivel regulatorio en el país, para poder lograr las metas de movilidad sostenible.
La actual Brand Manager de Peugeot para Chile y AMLAT, piensa que hay varios puntos significativos de la entidad gremial en estos 30 años de funcionamiento como son los avances en normativas de seguridad, de emisiones, de implementación del reciclaje REP y ahora de la eficiencia energética, algo que comenzó hace algunos años con la ley de etiquetado de consumo vehicular.
“Esos son algunos ejemplos que demuestra que se puede avanzar al mismo tiempo en más oferta, más orígenes y más marcas -de hecho, hay más de 74 marcas hoy presentes- y seguir incorporando lo último en regulación vehicular para tener modelos más equipados, seguros, eficientes”.
En estas tres décadas, han tenido que lidiar con varios problemas, ¿cuál ha sido lo más complejo que ha debido enfrentar Anac?
Más que años de malas ventas, el sector ha debido lidiar con diversas crisis económicas, o años de inestabilidad, que fueron difíciles de sortear pero que lograron posicionar al sector automotor como uno de los más resilientes en el país.
Por ejemplo, en el ‘98 la crisis asiática se extendió por cerca de 5 años en nuestro mercado, lo que supone un desafío tremendo para los concesionarios y los importadores. La crisis subprime, el terremoto, la crisis que produjo el estallido social de 2019, o la pandemia de Covid han sido todos factores de alteración a la movilidad, y hemos debido sortearlos, siempre con éxito porque llegamos a crecer mucho después de eso.
¿Cuáles han sido los hitos más importantes de estos 30 años?
La apertura comercial, abrirse de un mercado de producción nacional a uno de importación desde 28 orígenes distintos, con más de 74 marcas presentes, 1.700 modelos y versiones, 550 de camiones y buses, todos compitiendo en un mercado que es chico en volumen, pero muy desafiante en la variedad de productos que hay para ofrecer.
¿Cuál es el foco que tendrá Anac para los próximos años?
El foco que hemos lanzado en nuestros 30 años se llama “movilidad sostenible”, que no es un solo tipo de movilidad sino que incluye a la movilidad conectada, movilidad autónoma, movilidad eléctrica, movilidad circular o de respeto a los principios REP, movilidad socialmente responsable e inclusiva, en fin, una movilidad futura y eficiente energéticamente que permita plantearnos nuevos desafíos de desarrollo sostenible en el sector automotriz. Es, básicamente, plantear el uso de los distintos vehículos que se agrupan en nuestra Asociación, y ponernos a disposición para trabajar en un fortalecimiento del rol social que cumple el desplazamiento con esas herramientas.