En junio se estrenó en Milán, Italia, el nuevo Volvo EX 30, el cuarto modelo completamente eléctrico de la familia Volvo (EX90, XC40 Recharge y C40) y más allá de la revolución que causó su destape en la ciudad italiana, por sus capacidades y lo que pretende conseguir comercialmente, también mostró una nueva forma de hacer y pensar los futuros vehículos, lo que para muchos marcará un precedente para las firmas premium.
A diferencias de otras presentaciones mundiales, donde el jefe de diseño es uno de los mayores oradores, esta vez Jeremy Offer, el mandamás del área de la firma sueca, estuvo en un segundo plano. Y claro, no estuvo en el proceso de la creación del SUV más pequeño de Volvo, ya que está recién asumido en el cargo. Sin embargo, con su expertiz -más ligada al área de diseño industrial que al de los automóviles- analiza el nuevo modelo y entrega luces de lo que vendrá para Volvo.
“Creo, sin duda, que este vehículo marcará un precedente para la marca y para el resto de la industria en diverso ámbitos”, señala Offer, quien ha ganado un sin número de galardones, pero en otras industrias, y agrega que “el EX 30 trae consigo mucha experiencia para el usuario. A medida que la industria automotriz gira hacia una era eléctrica, los automóviles se están volviendo más como dispositivos, más como productos de consumo en algunos aspectos. Entonces estamos aplicando mucho del tipo de lógica de diseño industrial, centrado en el ser humano para diseñar productos para la industria automotriz, donde la construcción se basa mucho más en el software, la computación central, la tecnología, la experiencia del usuario. Y estas son las cosas que ahora estamos comenzando a explorar y desarrollar. Volvo ha hecho grandes avances en esto y creo que probablemente esté liderando el mercado en términos de nuestra estrategia en torno a la electrificación completa y lo que esto conlleva a nivel de usuario”.
El Volvo EX 30 concentra toda la información del panel de instrumento en una solo una pantalla, tipo tablet, en la consola central. ¿Cómo funciona eso para la experiencia de conducir?
Las pruebas que hemos realizado sugieren que, al ser un vehículo de tamaño más compacto, el tener que mirar solo hacia una parte para tener la información, es más seguro y fácil. Además, cuando combina eso con una interfaz de usuario mucho más simple, brindando la información que necesita en el momento adecuado en lugar de enfrentarlo con demasiada información. Entonces, en esencia, hemos reducido el desorden y lo hemos simplificado a una pantalla en lugar de dos pantallas. Es toda una innovación y cuando piensas en la cantidad de productos electrónicos que está ahorrando, la cantidad de energía que está utilizando para una sola pantalla, todas estas cosas comienzan a hablar sobre el tipo de circularidad y la sostenibilidad de lo que estamos haciendo también.
¿Por qué un SUV compacto?
Para lograr que más personas conduzcan vehículos eléctricos, creemos tener la responsabilidad de hacerlo.
¿No siente que con esta “masificación” del producto pueden perder el estatus de premium?
Calidad, más espacio, más luz, más uso de materiales sostenibles, la experiencia a bordo. Estas son las cosas que definen premium. Algo bastante intangible, pero ya no se trata de cuántas pantallas puedes poner, cuánto cuero puedes usar, el tipo de ideas tradicionales de lo que es lujo. Para nosotros, el lujo es una declaración mucho más democrática, y eso, creo, está totalmente encarnado en nuestros modelos.
Con el EX 30 nos estamos beneficiando de las economías de escala de nuestros socios Geely. Entonces, para crear una paridad de precios con el motor de combustión interna, necesitamos fabricar a escala y compartir ciertas áreas, pero siempre bajo los estándares de Volvo, ya sea en construcción, seguridad y calidad.
¿Van a marcar un precedente en las marcas premium?
Sí. Creo que sí, sí. Como digo, hay nuevas expresiones de lo que es premium y no debería ser solo para aquellos que pueden pagarlo.