Tomó tiempo para que la segunda generación del Renault Duster llegara a Chile. Y luego, cuando arribó, vinieron el coronavirus, baja en las ventas y con eso su lanzamiento en tierras nacionales se volvió a atrasar. Hace un par de semanas, finalmente, la firma francesa sumó a su catálogo la nueva entrega del todoterreno -el modelo que acapara el 25% de las ventas de la marca en Chile- que hoy cambia de origen. Claro, porque pasó de ser traído desde Colombia a ser embarcado en Rumania, aunque claro está que ese cambio no altera casi en nada a los modelos que se fabrican en la región (el otro país es Brasil).
Esta nueva generación viene construida sobre una plataforma mejorada, que le permite reducir el peso en 10% y aumentar su rigidez, lo que finalmente se aprecia en el andar del vehículo.
De una longitud de 4.341 mm y una distancia entre ejes que alcanza los 2.670 mm, son justamente estas cifras las que lo hacen tran atractivo. Porque si bien estamos frente a un SUV de tamaño compacto, con todo lo que eso implica en términos de maniobrabilidad y manejo, también ofrece una buena habitabilidad a los ocupantes, dejando un generoso espacio para la carga en el maletero, el cual ofrece 478 litros de capacidad, nada mal para su tamaño.
La marca indica que el despeje del suelo y los ángulos de ataque y salida fueron aumentados, una información que para un tracción simple ayuda, sobre todo si se le quiere exigir un poco más en caminos agrestes. Y aunque eso se contrapone a que hoy cuenta con un diseño menos off-road, creo que logra dar en el clavo con lo que el consumidor busca.
Adentro, se pega un salto cualitativo en la calidad percibida de los materiales y del ensamblaje, y lo pone más cerca de sus rivales. Quedan algunos detalles, principalmente de plásticos que recubren algunas partes, pero son solo eso, detalles.
El rediseño ayuda en varios puntos, por ejemplo, en la disposición de los comandos -ya sean de la puerta o de la calefacción- que los hacen más amigables y fáciles de utilizar, en que hay nuevos lugares para portaobjetos (en total suman 20 litros), lo que es muy práctico para las que llevamos una vida arriba del auto, y un volante más pequeño, que permite una mayor maniobrabilidad, son algunos de los puntos a destacar junto a la habitabilidad en las plazas traseras, que para tres adolescentes anda perfecto.
La pantalla táctil de 7′' tiene buena resolución, y aunque la combinación de colores y los íconos utilizados podrían ser anticuados para algunos, la verdad y lo más importante es que es bastante simple de usar y para mí eso se agradece.
Mecánica correcta
Una de las cosas que más llaman la atención es que Renault Chile no haya podido acceder a las motorizaciones turboalimentadas que están disponibles en Europa y que era, quizás, uno de los deseos ocultos que teníamos para esta generación. Pero en fin, lo que hay es un bloque nuevo de 1.6 litros, que por ficha técnica ofrece 115 Hp y 158 Nm de torque. Y aquí está la clave.
Es que si bien en el papel podría parecer insuficiente el incremento de potencia de 8% respecto de la antigua generación, la verdad es que estamos frente a un bloque que cumple de forma correcta su función. Obviamente, no tiene reacciones explosivas, pero sí mueve con soltura al Duster, ofreciendo buenas recuperaciones, sin tener que forzarlo brutalmente.
Y claro, la caja mecánica de cinco velocidades (que lo único que no me gustó fue el embrague), ayuda a mantenerlo en las rpm, donde mejor responde. La suspensión también es correcta, pero evite llevarlo al límite en curva si no quiere sentir mucha transferencia de peso.