Por protocolo de la marca, me vinieron a dejar a la casa el UAZ Bukhanka. Solo lo había visto en fotos, así que reconozco que el shock no fue menor cuando me di cuenta de que efectivamente era retroceder en el tiempo. Me estaba subiendo para que me dieran algunas instrucciones cuando un auto frenó, bajó la ventana y me preguntó de dónde lo había sacado. El hombre tenía acento extranjero -era cubano-, venía en un SUV del año y sólo le dio elogios. “Ese auto no te dejará botado nunca. Es el mejor vehículo todoterreno que he manejado. Lo usé en Cuba, en mi juventud... disfrútalo”, me dijo, subió su ventana automática y se fue.

Mi reacción fue mirar al ejecutivo que me traía el Bukhanka y mientras trataba de bajar la ventana de forma manual, le pregunté cuánto le había pagado... Fue la primera risotada de esta prueba.

Luego, lo estacioné en mi casa con cuidado y precaución, pues la visibilidad claramente no es su fuerte, y olvídese de que cuenta con algún sistema de ayuda para estacionar. Mis hijos, siempre atentos a los autos de pruebas que traigo, salieron y me preguntaron dónde estaba el test de la semana y por qué había un auto de militares en la casa. Segunda carcajada..., explicar que ese era el vehículo que probaría. Ojos brillosos de emoción no pudieron esperar y tuve que abrirlo para que se subieran. Espacio para nueve con cinturones de seguridad de tres puntas en todos los asientos me hicieron ir a buscar a los primos mayores. El paseo salió más largo.

Reconozco que cruzar una gran avenida santiaguina fue todo un tema. Tuve que concentrarme para meter bien los cambios y no se me quedara trabada la primera; que el pie derecho estuviera donde tenía que estar para no equivocarme entre el acelerador y el freno (están muy juntos), y que la dirección me acompañara cuando tuviera que doblar en la siguiente esquina, bueno, la verdad es que eso fue lo más fácil.

Todo acompañado de un espejo central que más bien parece estar del lado del copiloto, y no exagerar con la detención anticipada con el vehículo de adelante, pues una va sentada en el eje delantero y casi no hay capó después del vidrio, así que se tiende a sentir que va muy, muy encima del vehículo que lo precede.

Las redes sociales no tuvieron piedad y fui fotografiada sobre él en esta primera salida. Es que este UAZ Bukhanka del 2021 no pasa inadvertido. Su diseño es calcado al que se construía en la década del 60 en la extinta Unión Soviética y solo algunos elementos, como los frenos ABS y el computador a bordo con velocímetro, lo traen a este siglo. De airbag ni hablar, pero eso lo permite la ley, nada que hacer, aunque crea que a estas alturas eso no debería ocurrir.

La verdad es que el concepto espartano de su interior puede quedar algo corto. Mangueras a la vista, las dos palancas de la tracción como si fueran las de las aperturas de las puertas de las antiguas micros, los botones tipo interruptor solo nos muestran que poco ha evolucionado en estos años este modelo. Y la pregunta viene de cajón: ¿Cómo un vehículo de estas características tiene cabida en un mercado como el nuestro comenzando el año 2021?

Las respuestas llegarían cuando lo fuimos a probar en condiciones un poco más extremas (ver video), donde sus capacidades off-road lo son todo.

Y es cierto, aquí no contamos con aire acondicionado, ni radio, menos puertos USB (aunque todos son opcionales), pero tenemos una van con capacidad de 9+1 pasajeros, con dos estanques de combustible (50 + 27 litros) para aumentar su autonomía, tracción 4WD con modos 4H y 4L, que está pensado para personas con espíritu aventurero o para quienes necesitan utilizarlo en zonas remotas, con difícil acceso y que si tiene problemas mecánicos pueda resolverlos con un alambre, una abrazadera y un alicate o martillo. No necesita más.

Su motor es un 2.7 de 112 Hp y 198 Nm, que nos entregó un consumo mixto de 7 km/l. Viene acoplado a una transmisión manual de 5 velocidades y sus ángulos de ataque (27°)y de salida (30°) sortean con éxito cualquier obstáculo.

Claramente, a medida que pasaron los días, me fui acostumbrando a cerrar las puertas que parecen de fierro bien fuerte para que no quedaran abiertas, nunca más se me trabó la primera ni la reversa, pero lo más importante, me di cuenta de su utilidad en las zonas rurales. ¿Lo usaría en la ciudad? No, por ningún motivo, pero sí en lugares donde la civilización está lejos y necesito un vehículo que sé que no me dejará botada en ningún momento, porque si lo hace, tengo preparado el bolso con mis herramientas básicas de mecánica y el teléfono a dónde llamar para que me den las instrucciones de qué hacer en caso necesario.

ModeloUAZ Bukhanka
Motor2.7 litros
Potencia112 Hp
Torque198 Nm
CajaMT5 vel.
Tracción4x4
Largo4.960 mm
Capacidad de vadeo500 mm
Precio$ 10.790.000 + iVA
A favorEn contra
Sin duda, sus capacidades para transportar a 10 personas, sus dos estanques de combustible para tener mayor autonomía y su tracción 4x4 con modos 4H y 4L que nos llevan a cualquier lugar.Una mecánica antigua, con un diseño interior espartano y demasiado simple. Sus elementos de seguridad están muy por debajo de lo que hoy podemos apreciar en la industria.