Argentina ya cumple 100 días de cuarentena con un continuo aumento de casos y con una importante “fatiga” social, según sostiene el exministro de Salud argentino, Adolfo Rubinstein a La Tercera. El exfuncionario de la gestión de Mauricio Macri cree que fue beneficiosa la cuarentena temprana, pero critica que el gobierno “debió haber puesto un dispositivo mucho más contundente”.
¿Cómo se puede abordar la extensión de la cuarentena para evitar el cansancio de la población?
Es un desafío, porque la gente está muy cansada. Hay toda una fatiga de la cuarentena. Creo que mañana (hoy) son 100 días, y no existe país en el mundo que haya prolongado tanto. Pero, lamentablemente, lo que fue una cuarentena muy exitosa al principio, se fue deshilachando, y ahora no se está cumpliendo. Es muy difícil pedirle esto a la gente si no se le explica cuál va a ser el plan estratégico de salida. Hay que explicar claramente. Lo que hay que decir es: vamos a pedirles un nuevo esfuerzo, pero vamos a salir a buscar el virus con toda la fuerza que dispongamos.
En una entrevista reciente, usted señaló: “Si hubiera estado yo, probablemente hubiéramos estado mejor”. ¿A qué se refiere?
Estábamos hablando con un periodista de escenarios contrafácticos. Todo partió con una declaración del jefe de gabinete que dijo que si hubiera estado el Presidente Macri esto hubiera sido una catástrofe, entonces yo le respondí al periodista que no tenía mucho sentido discutir sobre esto. Y él me preguntó que cómo hubiera sido, y yo (dije que) hubiera sido muy bueno y tal vez mejor. Yo creo que la decisión de la cuarentena temprana fue muy correcta y permitió moderar la velocidad de propagación. Pero lo que no se hizo fue preparar mejor una respuesta comunitaria, y esto tiene que ver con aumento de testeos, del rastreo de los contactos, bloqueo de focos, aislamiento. Y cuando teníamos pocos casos, como hace un mes y medio, lo podríamos haber hecho.
¿Cómo se podría haber evitado los brotes que surgieron en algunos barrios vulnerables en Buenos Aires?
Si se hubiera hecho esto que yo menciono hace un mes y medio: poner en el campo dispositivos comunitarios con equipos de trazadores, de atención primaria que rápidamente bloquearan los focos. Lo que pasa es que nos teníamos las “municiones” que son los test. Acá se subestimó mucho el impacto que iba a tener la pandemia, sobre todo en la primera semana de marzo, no se tomaron algunas decisiones importantes; por ejemplo, el control de aeropuertos. No se hicieron las compras de test. Cuando se vio cuál era la magnitud de la pandemia y se hicieron las órdenes de compra, ya había una demanda competitiva global. Estuvimos mucho tiempo y seguimos rezagados en el número de test por millón.
¿Cuándo se produciría el peak de contagios en Argentina?
Es difícil saberlo. La velocidad de crecimiento es moderada, no es una pendiente tan fuerte como la que tiene Chile ahora, es más suave.
¿Cómo compara el panorama de la pandemia en Argentina con el de Chile y otros países de la región?
Tuvimos una cuarentena estricta muy temprana y yo creo que eso nos diferenció mucho de Chile. También he leído que el ministro de Salud actual ha reconocido que si bien ha habido una fuerte estrategia de testeo en Chile, no fue tan exitosa en cuanto al control de los focos. Por otro lado, la cuarentena segmentada por comunas no parece haber sido demasiado exitosa y hubo un incumplimiento social también muy importante, por las mismas razones que otros países latinoamericanos: hay mucha pobreza, mucho trabajo informal. Es preocupante la situación en Chile.