Idas y vueltas entre confinar y desconfinar. En ese dilema se ha mantenido Argentina desde la llegada de la pandemia por Covid-19 al país en marzo, y especialmente en la capital y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que comprende también al conurbano bonaerense. Hace solo una semana que esta región -que tiene una población similar a la de Chile- salió de una estricta cuarentena de 17 días, sin embargo, esta misma semana Argentina anotó su récord de casos: 6.127 en las últimas 24 horas.

El AMBA registra cerca del 90% de los 148.027 casos de coronavirus que tiene el país y concentra a más de un tercio de la población total de Argentina, con casi 17 millones de habitantes. En la provincia de Buenos Aires este jueves se registró también un peak de casos, con 4.300, y en la ciudad de Buenos Aires el jueves se contabilizaron 1.267, la mayor alza diaria en la capital. En el AMBA, la ocupación de unidades de terapia intensiva alcanza el 64,3%. En relación con los fallecidos, Argentina registra 2.702 (60 por millón de habitantes), una de las más bajas de la región.

A simple vista pareciera que el regreso a la fase más estricta de la cuarentena en Buenos Aires, similar a la decretada por primera vez el 20 de marzo, no tuvo los efectos deseados por las autoridades.

De hecho, el ministro de Salud del gobierno de Alberto Fernández, Ginés González, expresó este jueves su inquietud por la situación de la pandemia en el país transandino: “Estoy preocupado. Yo venía viendo algunos síntomas que no me gustaban, algunos números. Pero creí que iban a empezar a bajar como consecuencia de la cuarentena anterior. Lo que sucede es que evidentemente no tuvo el efecto que habían tenido las cuarentenas anteriores”, declaró González en un diálogo radial.

El ministro apuntó a que las cifras récords que el AMBA viene registrando se deben principalmente a que “no fue hecha (la cuarentena) de la manera correcta por lo menos por todos los argentinos. La mayoría la hizo bien, pero los que no la hacen bien nos hacen pagar un precio muy alto”, sostuvo, y agregó que “tiene que ver con cosas clandestinas, reuniones, asados”.

Para el infectólogo argentino, miembro del comité asesor del Presidente Fernández, Roberto Debbag, existen motivos de credibilidad que explican la falta de cumplimiento del confinamiento. “La cuarentena fue muy eficaz en las primeras 4-6 semanas, luego hubo varios factores. Posiblemente el factor de que se haya cumplido estrictamente en las primeras semanas, la credibilidad y el miedo que tenían las personas, y luego se autoflexibilizó la cuarentena”, explica a La Tercera.

¿Nuevo regreso a cuarentena?

El gobierno de Alberto Fernández, junto con el de la ciudad de Buenos Aires y el de la provincia, están analizando si habrá que volver a encerrar a los bonaerenses, justo cuando esta semana comenzó el desconfinamiento escalonado con la apertura de algunas actividades comerciales, el permiso para salir a correr y para que los niños puedan pasear.

De hecho, los funcionarios de Salud de Buenos Aires alertaron sobre la posibilidad de una nueva cuarentena: “Me parece que, casi con seguridad, vamos a tener que ir a otra etapa de endurecimiento, si esto sigue así”, afirmó Daniel Gollán, ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires.

Según informan los medios argentinos, estos tres gobiernos coinciden en que el récord de casos y de muertes por coronavirus registrado en los últimos días podría agravarse durante las próximas semanas. Habría tres factores que permitirían aquello: las bajas temperaturas, el alto porcentaje de gente que no se ha contagiado y un aumento en la circulación de personas.

A partir de cómo evolucione ese dato evaluarán los posibles escenarios, sin embargo, pretenden al menos esperar a ver cómo sigue la tendencia este fin de semana.

Pero para el doctor Debbag, volver a un nuevo confinamiento no es la solución. “No creo que ante este récord de casos haya que volver a las cuarentenas estrictas, debido a que en el último periodo por más que haya sido estricta por 17 días, eso no se cumplió, basado fundamentalmente en factores de la credibilidad y la necesidad de la gente de salir a trabajar y tener una actividad económica para subsistir”, sostiene.

De todas formas, el epidemiólogo argentino Eduardo López dijo a La Tercera que la actual fase de reinicio de actividades en Buenos Aires no causaría necesariamente un incremento de casos. “Estas medidas solas no creo que impacten mucho. ¿Cuál es mi preocupación? que la gente expanda estas medidas por cuenta propia y ahí sí creo que podamos tener alguna dificultad con el número de casos. Creo que estas medidas solas si se cumplen bien, como están planeadas, no van a impactar en forma significativa”, asegura. “Creo que estamos transitando hacia el peak, ese tránsito es de alrededor de nueve y 10 días”, afirma López.

De forma paralela a la situación de incertidumbre, el gobierno ha centrado esfuerzos en que las vacunas que se están desarrollando se prueben en Argentina. Clarín sostiene que además de la vacuna de Pfizer y BioNTech, que ya se confirmó que se probará en el país, hay otras cuatro vacunas en las que el gobierno se enfoca: la de U. de Oxford junto con AstraZeneca, otras dos vacunas en China y una europea.