La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, señaló tener una “profunda preocupación” por el asalto que sufrió ayer el Capitolio de Estados Unidos, por parte de una muchedumbre enardecida que apoyaba a Donald Trump, y rechazaba el triunfo del candidato demócrata Joe Biden.
El ataque “demuestra claramente el impacto destructivo de la distorsión deliberada y sostenida de los hechos y de la incitación a la violencia y el odio por los líderes políticos”, aseguró en un comunicado.
Bachelet señala que las alegaciones de fraude electoral dichas por Trump y algunos legisladores republicanos se han invocado se han hecho para “tratar de socavar el derecho de participación política”.
“Nos alienta ver que el proceso ha continuado a pesar de los serios intentos de interrumpirlo”, añade la Alta Comisionada. Además llamó a los líderes de todo el espectro político estadounidense, “incluido el presidente”, para que rechacen “las narrativas falsas y peligrosas y animen a sus seguidores a que también lo hagan”.
Además dijo estar consternada “por las graves amenazas y la destrucción de la propiedad que sufrieron los profesionales de los medios de comunicación” durante los incidentes del miércoles.
Por otro lado, la Alta Comisionada manifestó su apoyo a los llamamientos hechos desde diversos sectores para que investiguen de manera exhaustiva de los acontecimientos en el Capitolio.