A pie y en autos, y con y sin mascarillas, se movilizaron este lunes miles de argentinos en varios puntos del país para protestar contra las medidas para atacar la pandemia tomadas por el gobierno de Alberto Fernández, y la extensa cuarentena que cumple ya 150 días.
“Basta de confinamiento. Necesitamos volver al trabajo, estamos pidiendo trabajo y libertad”, fue uno de los reclamos en la ciudad de Córdoba. La manifestación -la más grande en contra del gobierno desde que asumió en diciembre de 2019- también fue convocada en rechazo a la reforma judicial de Fernández, la corrupción, la impunidad y la crisis económica.
La semana pasada, el Ejecutivo anunció la undécima extensión de la cuarentena, hasta el 30 de agosto. La medida de confinamiento en el país se instauró por primera vez el 20 de marzo. Además, ciudades como Buenos Aires han visto retrocesos en la estrategia sanitaria, puesto que a mediados de julio el gobierno decretó un regreso a la estricta fase 1 del confinamiento. En las últimas semanas, la capital ha avanzado gradualmente hacia una reapertura social y económica, con el permiso de hacer deportes y la salida de los niños.
El “Banderazo por la Libertad” en Argentina, con consignas en contra del confinamiento, ya ha tenido expresiones similares en varias otras partes del mundo. El escenario de desconfianza y cansancio frente a las cuarentenas se hace notar y a medida que el coronavirus no da tregua en casi ninguna parte del mundo, con 22 millones de contagiados y más de 776 mil fallecidos, una parte de la sociedad ha decidido demostrar su hartazgo con las respuestas gubernamentales a la pandemia.
El domingo, en la plaza Colón en Madrid, entre 2.500 y 3.000 personas se reunieron para protestar contra del uso obligatorio de mascarilla, algo que consideran una “auténtica tortura”, puesto que según los manifestantes las “personas sanas no deberían usar mascarillas”. La manifestación, la más multitudinaria en España desde que en marzo se decretara el estado de alarma y se confinara a la población, también reclamaba sobre la gestión del gobierno español para hacer frente al Covid-19, al que acusan de “atentar contra los derechos humanos”. Las pancartas decían frases como “El Covid sí tiene cura, pero está prohibida, no quieren protegerte”, “Nacidos para ser libres”, y se escucharon cánticos como “Fuera los bozales, no somos animales”.
La Delegación del gobierno de Madrid anunció el mismo domingo que iniciará una investigación sobre los hechos ocurridos puesto que la protesta “no se ha desarrollado siguiendo las pautas sanitarias esenciales, ni ha respetado los términos que dispuso la Delegación del gobierno en Madrid, por lo que se estudiarán las medidas a adoptar”.
“Corona, falsa alarma”, “Nos obligan a llevar bozal” fueron algunas de las frases que se leían en las pancartas de miles de ciudadanos que protestaron el 1 de agosto en Berlín contra las restricciones sanitarias. Fueron cerca de 20.000 personas quienes se reunieron ese sábado en la Puerta de Brandeburgo, desde grupos de extrema derecha y teóricos de la conspiración hasta partidarios del movimiento contra las vacunas y seguidores del esoterismo, para protestar contra las restricciones.
Desde abril que las protestas se comenzaron a ver en Estados Unidos. Varias han contado con el apoyo del Presidente Trump. Una de las más enigmáticas fue la del 30 de abril en Michigan: los activistas entraron al capitolio estatal en Lansing portando armas y carteles antisemitas y esvásticas.