Biden presenta nueva política fronteriza para migrantes de Cuba, Nicaragua y Haití

Estados Unidos utilizará las restricciones de la era de la pandemia para expulsar rápidamente a los inmigrantes cubanos, nicaragüenses y haitianos atrapados cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, anunció el Presidente Joe Biden el jueves mientras busca obtener el control de la migración.

Al mismo tiempo, EE.UU. permitirá que hasta 30.000 personas de esos tres países más Venezuela ingresen por vía aérea cada mes, dijo Biden.

“Este nuevo proceso es ordenado, seguro y humano”, aseguró. Dijo que su mensaje a los posibles inmigrantes de Cuba, Nicaragua o Haití sin un patrocinador estadounidense es: “No se presenten en la frontera”.

El plan es parte de un esfuerzo más amplio para disuadir a un número récord de personas que cruzan la frontera y abordar un desafío político y humanitario que ha perseguido al presidente desde que asumió el cargo en enero de 2021.

“Estas acciones por sí solas no van a arreglar todo nuestro sistema de inmigración”, señaló Biden, pero podrían “ayudar mucho”.

Dijo que había enviado al Congreso un plan integral de inmigración, pero que los republicanos no lo considerarían ni aprobarían dinero adicional para nuevos jueces u oficiales de asilo.

“No tenemos suficientes jueces de inmigración para adjudicar los reclamos”, aseguró.

Se espera que la inmigración sea un tema central de discusión cuando Biden viaje a la Ciudad de México para una Cumbre de Líderes de América del Norte el 10 de enero con el Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro canadiense Justin Trudeau.

Un alto funcionario de la administración de Biden dijo que la nueva política aumentaría las vías legales a Estados Unidos para “seguir generando consecuencias para quienes intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos”.

“Las vías legales que estamos anunciando hoy son generosas, pero al mismo tiempo hay graves consecuencias por eludirlas”, dijo el funcionario a los periodistas.

Biden usó su discurso para presionar a los republicanos para que dejen de bloquear sus propuestas de reforma migratoria y medidas fronterizas y para que el Congreso proporcione los recursos necesarios.

El presidente demócrata visitará El Paso, Texas, el domingo, su primer viaje a la frontera suroeste con México desde que asumió el cargo.

Un alto funcionario de la administración dijo que Biden, mientras esté en El Paso, abordará las operaciones de control fronterizo y se reunirá con los funcionarios locales.

El Paso, un bastión demócrata con un historial de recibir inmigrantes, ha tenido problemas en los últimos meses para lidiar con decenas de miles de migrantes que cruzan la frontera desde México.

Según el plan anunciado el jueves, México aceptará hasta 30.000 migrantes expulsados por mes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela, según una hoja informativa de la Casa Blanca. En noviembre, los funcionarios fronterizos de EE.UU. encontraron 82.000 migrantes de esos países en la frontera con México, según datos del gobierno de EE.UU.

Los migrantes que no pueden ser expulsados de regreso a México serán cada vez más sujetos a un rápido proceso de deportación conocido como “remoción acelerada”, dijo un alto funcionario.

Reuters informó la semana pasada que la administración Biden planeaba implementar las nuevas restricciones.

Los grupos de derechos de los migrantes y algunos demócratas han criticado a Biden por las continuas expulsiones, que dicen contradicen su promesa de campaña de 2020 de un sistema de inmigración más humano y bloquean el ejercicio del derecho de los migrantes a solicitar asilo, exponiéndolos a graves riesgos en México, como secuestro y agresión.

El cambio de política sigue a un fallo de la Corte Suprema de EE.UU. a fines de diciembre de que las restricciones de la era de la pandemia, conocidas como Título 42, deben permanecer vigentes durante lo que podrían ser meses mientras se desarrolla una batalla legal.