Nuevamente el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina se refirió a la actualización de la Carta Náutica N°8 -publicada el 27 de agosto en el Diario Oficial- señalando que hay una “posición unánime de oficialismo y oposición de rechazo a la pretensión chilena”.
“La aspiración que ahora Chile manifiesta extemporáneamente contradice la letra y el espíritu del Tratado de Paz y Amistad de 1984, manifestando una vocación expansiva que la Argentina rechaza”, aseguró cercad del mediodía el canciller Felipe Solá ante la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Senado del país vecino.
En la instancia, donde también participó el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, el jefe de la diplomacia argentina remarcó que según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convenar) la zona económica exclusiva abarca tanto la columna de agua, como el lecho y el subsuelo marino, por lo tanto, Chile no puede pretender proyectar su soberanía en ninguno de esos ámbitos marítimos (aguas, lecho y subsuelo) más allá de los límites acordados en el artículo 7 del mencionado Tratado de 1984″.
En ese sentido, Solá aseguró que Chile tuvo “numerosas oportunidades tanto a nivel bilateral como multilateral” para plantear el rechazo a algún artículo pero no manifestó nunca un cuestionamiento, “con los efectos que eso conlleva”.
Previamente el canciller Andrés Allamand manifestó sus intenciones de contarse con su par argentino para resolver el tema a través del “diálogo diplomático”.
Por su parte, el Presidente Sebastián Piñera defendió la medida en entrevista con El Mercurio. “Chile lo que está haciendo es ejercer su derecho y declarar su plataforma continental (...) es ejercer su derecho de acuerdo al derecho internacional, que es lo que todo país debe hacer”.