Comentarios de Bolsonaro sobre menores venezolanas abren polémica en Brasil a dos semanas de las elecciones
El presidente y candidato a la reelección quedó en el centro de las críticas opositoras, después de que se viralizaran declaraciones en las que dijo haber entrado a la casa de menores venezolanas que encontró en una esquina tras generarse “un clima” con ellas. Bolsonaro salió a desmentir acusaciones de presunta pedofilia.
A 15 días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, Jair Bolsonaro se vio envuelto en una nueva polémica. Ello, luego de contar una “anécdota” en la que se habría generado “un clima” al encontrarse con unas niñas venezolanas en una esquina de Brasilia, en abril de 2021. El candidato a la reelección narró el hecho en una entrevista con influencers de fútbol, donde comentaba la situación económica en Venezuela y la vulnerabilidad de las migrantes en el país.
“Paré la moto en una esquina, me quité el casco, miré a unas chicas, tres o cuatro, bonitas, de 14, 15 años, arregladas, un sábado en una comunidad. Pintó un clima (algo así como que hubo atracción en lenguaje popular en Brasil), volví. ‘¿Puedo entrar en tu casa?’ Entré”, contó el presidente, respecto a la visita que realizó a São Sebastião, un barrio pobre en Brasilia.
“Había unas 15, 20 chicas (...) todas venezolanas. Y me pregunto, chicas, todas bonitas, de 14, 15 años, arreglándose, un sábado, ¿para qué? Para ganarse la vida”, comentó Bolsonaro en el programa “Paparazzo Rubro-Negro”, transmitido el viernes, donde aseguró que si su contrincante Luiz Inácio Lula da Silva triunfa en las elecciones “convertirá al país en Venezuela”, de donde millones de personas han emigrado durante el gobierno de Nicolás Maduro. “¿Usted quiere eso para su hija?”, preguntó el actual presidente.
“Asqueroso” y “pedófilo” fueron algunas de las reacciones que se dieron en las redes sociales brasileñas, luego de viralizarse la entrevista. De hecho, “pedófilo” llegó a ser tendencia en Twitter. La actual presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, Gleisi Hoffmann, llamó “depravado” y “criminal” a Bolsonaro, mientras que el senador del partido Red de Sostenibilidad, Randolfe Rodrigues, habló de “asco” frente a lo contado por el mandatario.
Por su parte, la socióloga y esposa de Lula, Rosângela da Silva, afirmó sentir indignación luego de las declaraciones de Bolsonaro. “Trabajé durante años en el Programa de Protección de la Niñez y la Adolescencia en la Triple Frontera (entre Brasil, Paraguay y Argentina) y escuchar al ‘Presidente’ decir que ‘pintó un clima’ con niñas de 14 años me causa tanta rabia e indignación que no puedo ni describirlo aquí”, tuiteó.
En tanto, el diputado distrital Leandro Grass, del Partido Verde, remitió al Procurador General de la República, Augusto Aras, una carta para investigar la conducta de Bolsonaro, debido a su encuentro con las menores venezolanas en Brasilia. En el oficio, Grass cuestiona por qué el presidente no habría llamado a las autoridades competentes “para que las providencias fueran tomadas”, llegando a afirmar que se trata de un “caso gravísimo”.
“Bolsonaro es asqueroso y pervertido. ¿Este es el candidato que defiende la moral y la familia?”, dijo Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, segundo diputado más votado del país en las elecciones generales del 2 de octubre y coordinador en Sao Paulo de la campaña de Lula y del candidato a gobernador Fernando Haddad.
Una de las venezolanas que presenció la visita del presidente dijo al portal de noticias UOL, sin revelar el nombre, que lo que había en esa casa en ese momento no era una reunión de niñas prostitutas, sino un encuentro con inmigrantes organizado por una brasileña estudiante de maquillaje y peluquería, para practicar cortes de cabello, aplicación de pestañas postizas y pintura de rostro. “Estaban mi hija y mis sobrinas”, afirmó la venezolana.
Como respuesta a esta situación, el actual presidente de Brasil realizó una transmisión en vivo vía Instagram donde acusó al partido de Lula de tergiversar sus declaraciones. “El PT traspasó todos los límites. Desde hace poco vienen hablando barbaridades, se meten en mi vida privada, hacen barbaridades. Ahora hicieron una que traspasó todos los límites”, aseguró Bolsonaro. En tal transmisión, el candidato presidencial del Partido Liberal explicó que la “anécdota” buscaba mostrar su indignación con las “muchachas humildes y bien arregladas” que estaban luchando para ganarse la vida.
Del mismo modo, Bolsonaro aclaró que la visita que hizo a la casa donde estaban las menores venezolanas fue acompañado de “otras 10 personas” y fue transmitida en vivo por su equipo, para luego ser difundida “en CNN”. “El PT está intentando descalificarme, distorsiona, como si yo fuese una persona que entrase a una casa así con otros intereses”.
“Siempre combatí la pedofilia, siempre me opuse al régimen venezolano, acompaño con dolor el sufrimiento de las familias que salieron de Venezuela para Brasil”, comentó Bolsonaro, quien se dijo “en shock” e indignado.
No solo Bolsonaro tuvo que aclarar la situación, sino que desde su campaña llegaron a pagar anuncios en Google que dicen que el presidente no es pedófilo. Los anuncios contienen literalmente la frase “Bolsonaro no es pedófilo”, y según el diario Folha de Sao Paulo, la campaña del presidente habría gastado entre 70 mil y 80 mil reales (un poco más de 13 mil dólares) en el posicionamiento de éstos.
Por su parte, los hijos de Bolsonaro salieron en defensa del candidato. Carlos Bolsonaro, que es concejal en Río de Janeiro, señaló haber estado con su padre la jornada que visitó a las menores venezolanas. “¡Estuve en ese día! Es increíble el carácter de esta izquierda odiosa. El presidente sale a las calles para oír las necesidades del pueblo, en tanto que los que decían ‘quédense en casa’ (por el Covid) lo fusilaban. Hace un live mostrando la sufrida realidad del pueblo, y aún así hay quien insiste en lo de las fake news”, señaló.
Su hermano mayor, el senador federal por Río de Janeiro, Flávio Bolsonaro, aseguró por su parte que su padre “siempre fue un férreo luchador contra la pedofilia”.
El ministro de Comunicaciones de Bolsonaro, Fábio Faria, denunció en Twitter que “el PT está apelando a todo tipo de bajezas”, y pidió la intervención del Tribunal Superior Electoral (TSE) para combatir “noticias falsas” y “distorsión” de las declaraciones.
Blanco de al menos tres procesos judiciales por haber utilizado la expresión “pintar un clima” al referirse a las adolescentes venezolanos, Bolsonaro y sus aliados montaron una ofensiva contra los opositores que utilizan el episodio como arma electoral a favor de Lula, señaló el portal UOL. Miembros del equipo jurídico del candidato a la reelección dicen que ven margen para que el TSE (Tribunal Superior Electoral) elimine las publicaciones en las redes sociales que lo asocien con el delito de pedofilia.
YouTube eliminó de la plataforma la entrevista en la que Bolsonaro dice que “pintó un clima” entre él y las adolescentes venezolanas. El video completo de la entrevista fue borrado de los canales de hinchas e influencers de Palmeiras, Flamengo y Vasco que realizaron la conversación el viernes, informó el medio brasileño.
Mônica Bergamo, columnista de Folha de Sao Paulo, escribió este domingo que la primera dama Michelle Bolsonaro y la senadora electa por el Distrito Federal, Damares Alves, del partido Republicanos, visitarán a las niñas venezolanas que viven en São Sebastião, en las afueras de Brasilia. “La idea es minimizar el impacto negativo de las declaraciones del mandatario sobre ellas”, señaló.
La primera dama defendió este domingo al presidente de las acusaciones de que habría usado una expresión pedófila para referirse a las adolescentes venezolanas y dijo que su esposo “tiene la costumbre” de emplear la frase “pintar un clima”.
En otro frente, los congresistas que apoyan al presidente deberían reforzar la estrategia de rescatar frases polémicas del PT sobre el aborto y otros temas de la llamada pauta valórica, apuntó UOL.
El bolsonarismo intentó la última semana instalar en la campaña el tema de la explotación de menores y del supuesto combate que el mandatario había dado contra el delito, y lo hizo nada menos que la exministra de la Mujer, Derechos Humanos y Familia, Damares Alves, senadora electa y pastora evangélica.
Alves dijo en un templo evangélico que Bolsonaro enfrenta una “guerra espiritual” y que luchó contra mafias de “violadores de recién nacidos” y de niños que son traficados a Guyana y Surinam a los que les “arrancan los dientes para que hagan sexo oral”, en una declaración que causó conmoción y quedó bajo investigación de la Justicia, señaló la agencia Télam.
El Ministerio Público dijo que nunca hubo un caso de ese tipo, y Alves admitió a la radio Bandeirantes que no hay documentación de esa supuesta denuncia ni pruebas. Para evitar decir que era un invento para vincular a la oposición a ciertos crímenes horrendos, explicó el escándalo que causó con la siguiente frase: “Es lo que me cuenta la gente en la calle”.
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