Cómo Hamas construyó en secreto un “mini-Ejército” para luchar contra Israel
En la guerra de Gaza de 2008, los cohetes de Hamas tenían un alcance máximo de 40 kilómetros, pero ese había aumentado a 230 kilómetros en el conflicto de 2021, dijo Ali Baraka, un alto funcionario del grupo islámico radical.
Las fuerzas israelíes dispuestas a invadir Gaza con la misión de eliminar a Hamas se enfrentarán a un oponente cada vez más capaz, entrenado durante años por una red clandestina de apoyo que se extiende mucho más allá del pequeño enclave hasta Irán y grupos árabes aliados.
El mortal ataque de Hamas contra el sur de Israel hace seis días -sin precedentes para el grupo en su planificación y escala- fue una demostración devastadora de la experiencia militar que ha adquirido desde que tomó el control de Gaza en 2007.
“La necesidad es la madre de la invención”, dijo Ali Baraka, un alto funcionario de Hamas, añadiendo que el grupo había recurrido durante mucho tiempo a dinero y entrenamiento de Irán y de representantes regionales iraníes como el Hizbulá de Líbano, al tiempo que reforzaba sus propias fuerzas en Gaza.
Las dificultades para importar armas significaron que en los últimos nueve años “desarrollamos nuestras capacidades y somos capaces de fabricarlas localmente”, afirmó Baraka, que reside en Líbano.
En la guerra de Gaza de 2008, los cohetes de Hamas tenían un alcance máximo de 40 kilómetros, pero ese alcance había aumentado a 230 kilómetros en el conflicto de 2021, añadió.
Hoy en día, la organización secreta y en expansión es irreconocible del pequeño grupo palestino que emitió su primer folleto hace 36 años en protesta por la ocupación israelí, según entrevistas de Reuters con 11 personas familiarizadas con las capacidades del grupo, incluidas figuras de Hamas, funcionarios de seguridad regional y expertos militares.
“Son un mini-Ejército”, dijo una fuente cercana a Hamas en la Franja de Gaza, que no quiso ser identificada debido a lo delicado del asunto. Señaló que el grupo tenía una academia militar que entrenaba en una variedad de especializaciones, incluida la seguridad cibernética, y cuenta con una unidad de comando naval entre su ala militar de 40.000 efectivos.
Por el contrario, en la década de 1990 Hamas tenía menos de 10.000 combatientes, según el sitio web globalsecurity.org.
Desde principios de la década de 2000, el grupo ha construido una red de túneles bajo Gaza para ayudar a los combatientes a desaparecer, albergar fábricas de armas y traer armas del extranjero, según una fuente de seguridad regional, que también pidió no ser identificada. El grupo ha adquirido una variedad de bombas, morteros, cohetes, misiles antitanques y antiaéreos, dijeron funcionarios de Hamas.
La expansión de las capacidades ha producido resultados cada vez más letales a lo largo de los años. Israel perdió nueve soldados durante su incursión en 2008. En 2014, la cifra saltó a 66.
JA. Hellyer, investigador asociado del Royal United Services Institute de Gran Bretaña, dijo que Israel era capaz de destruir a Hamas en su esperado ataque contra el enclave densamente poblado.
“La cuestión no es si es posible o no. La cuestión es qué tipo de precio se impondrá al resto de la población, porque Hamas no vive en una isla en el océano ni en una cueva en el desierto”.
Después de la más reciente guerra de Gaza en 2021, Hamas y un grupo afiliado llamado Yihad Islámica Palestina lograron retener el 40% de sus inventarios de misiles, un objetivo clave de los israelíes, según el Instituto Judío para la Seguridad Nacional de América, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, manteniendo aproximadamente 11.750 misiles en comparación con los 23.000 antes del conflicto.
Defensas abrumadas
Hamas, cuya carta fundacional de 1988 pedía la destrucción de Israel, está clasificada como organización terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Egipto y Japón.
Para Irán, Hamas le ha ayudado a hacer realidad una ambición de años de rodear a Israel con legiones de paramilitares, incluidas otras facciones palestinas y el Hizbulá de Líbano, según funcionarios occidentales. Armados con armamento sofisticado, todos comparten una enemistad de larga data con la ocupación israelí de tierras palestinas.
Los líderes del grupo están repartidos por todo Medio Oriente, en países como Líbano y Qatar, pero su base de poder sigue siendo Gaza. Ha instado a los habitantes de Gaza a no prestar atención al llamado de Israel a irse antes de la esperada invasión terrestre, que sigue a días de bombardeos israelíes que han matado a unas 1.800 personas.
En el ataque del 7 de octubre, la peor brecha en las defensas de Israel en 50 años, Hamas disparó más de 2.500 cohetes mientras combatientes que usaban parapentes, motos y vehículos de tracción en las cuatro ruedas abrumaron las defensas israelíes y arrasaron ciudades y comunidades, matando a 1.300 personas y tomando como rehenes a decenas.
Las fuentes con las que habló Reuters dijeron que si bien Irán entrenó, armó y financió al grupo, no había indicios de que Teherán dirigiera o autorizara el ataque del 7 de octubre.
“La decisión de la hora cero estuvo en manos de Hamas, pero, por supuesto, la cooperación general, el entrenamiento y la preparación vinieron todos de Irán”, dijo la fuente de seguridad regional.
Irán reconoce que ayuda a financiar y entrenar a Hamas, pero ha negado su participación en el ataque, aunque lo elogió.
El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, dijo en una entrevista con la televisión Al Jazeera el año pasado que su grupo había recibido 70 millones de dólares en ayuda militar de Irán. “Tenemos cohetes que se fabrican localmente, pero los cohetes de largo alcance vinieron del extranjero, de Irán, Siria y otros países a través de Egipto”, añadió.
Según un informe del Departamento de Estado norteamericano de 2020, Irán proporciona alrededor de 100 millones de dólares anuales a grupos palestinos, incluidos Hamas, la Yihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General.
Una fuente de seguridad israelí dijo que Irán había aumentado significativamente el financiamiento para el ala militar de Hamas el año pasado, de 100 millones de dólares a unos 350 millones de dólares al año.
El fundador de Hamas, el jeque Yassin
La idea de Hamas -que significa celo en árabe- comenzó a tomar forma el 10 de diciembre de 1987, cuando algunos miembros de la Hermandad Musulmana se reunieron el día después de que un camión del Ejército israelí se estrellara contra un automóvil que transportaba a cuatro jornaleros palestinos, matando a todos ellos. Siguieron protestas con lanzamiento de piedras, huelgas y cierres en Gaza.
Reunidos en la casa del jeque Ahmed Yassin, un clérigo musulmán, decidieron publicar un folleto el 14 de diciembre llamando a la resistencia cuando estalló la Primera Intifada, o levantamiento, contra Israel. Fue el primer acto público del grupo.
Después de que Israel se retiró de Gaza en 2005, Hamas comenzó a importar cohetes, explosivos y otros equipos de Irán, dijeron fuentes de inteligencia occidentales. Fueron enviados a través de Sudán, transportados en camiones a través de Egipto y contrabandeados a Gaza a través de un laberinto de estrechos túneles debajo de la península del Sinaí, agregaron.
Los flujos de armas, entrenamiento y fondos también pasaron de Irán a otros aliados paramilitares regionales, lo que eventualmente le dio a Teherán una presencia dominante en Líbano, Siria, Irak, Yemen y Gaza.
Algunos de estos aliados forman parte de un “eje chiita” que se extiende desde los paramilitares chiitas en Irak, hasta Hizbulá en Líbano y la minoría gobernante alauita en Siria, una rama del Islam chiita.
La joya de la corona de la red de milicias iraníes es Hizbulá, concebido en la embajada iraní en Damasco en 1982, después de que Israel invadiera Líbano durante la guerra civil de 1975-90.
Hizbulá bombardeó objetivos estadounidenses y llevó a cabo una agenda de toma de rehenes y secuestros, expulsó a Israel de Líbano en 2000 y luego gradualmente se apoderó de los mandos del Estado libanés.
Irán aprovechó la oportunidad para cooptar a Hamas en 1992, cuando Israel deportó a unos 400 líderes de Hamas a Líbano, dijo una fuente cercana a Hamas. Irán e Hizbulá recibieron a miembros de Hamas, compartieron tecnología militar y los entrenaron en la construcción de bombas caseras para ataques suicidas, añadió la fuente.
Baraka, el funcionario de Hamas, dijo que el objetivo final del ataque del 7 de octubre contra Israel era lograr la liberación de los 5.000 prisioneros palestinos detenidos en cárceles israelíes, detener los ataques israelíes a la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, y levantar un bloqueo de 16 años de Gaza.
Advirtió que, si la ofensiva terrestre de Israel seguía adelante, bendecida por Estados Unidos y Gran Bretaña, la guerra no se limitaría a Gaza, sino que podría extenderse a un conflicto regional.
“No es sólo una guerra israelí contra Gaza, hay una guerra atlántica contra Gaza con todas las potencias”, dijo. “Habrá nuevas líneas de frente”.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.