Condena internacional y nuevas sanciones: ¿Por qué Maduro amenaza con detener a excandidato opositor?
Este martes, los gobiernos de Brasil y Colombia expresaron “profunda preocupación” por la orden de detención emitida por una corte venezolana contra Edmundo González. Según analistas, “el chavismo está empujando para ver hasta dónde puede llegar”.
“Nadie está por encima de las leyes”. Así reaccionó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tras la orden de captura emitida por un tribunal de ese país contra el candidato presidencial opositor Edmundo González Urrutia, luego de no presentarse por tercera vez a declarar en una investigación abierta por la Fiscalía por la publicación de resultados de las elecciones del pasado 28 de julio en un sitio web no oficial.
“La Fiscalía lo citó tres veces y él no va, ya que dice que no reconoce al Ministerio Público, ¿en qué país ocurre eso? (…) González Urrutia se da el tupé de decir que no reconoce las leyes”, dijo el mandatario venezolano sobre la orden de arresto en contra del abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática.
Un tribunal de Venezuela emitió el lunes una orden de arresto contra González Urrutia tras aceptar la solicitud del Ministerio Público contra el opositor, al que achaca los supuestos delitos de “usurpación de funciones”, “forjamiento de documento público”, “instigación a la desobediencia de leyes”, “conspiración”, “sabotaje a daños de sistemas” y “asociación”.
La medida en contra de González generó amplio rechazo internacional. Argentina, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay expresaron en un comunicado conjunto su rechazo “de manera inequívoca y absoluta” a la orden de arresto, que denunciaron “cita varios supuestos delitos que no son más que otro intento de silenciar al señor González, desconocer la voluntad popular venezolana, y constituye persecución política”.
A las condenas a la orden de detención emitida contra González se sumó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que rechazó “enérgicamente” esta orden de la Fiscalía venezolana y reiteró su condena contra “cualquier forma de represión” contra opositores.
Mientras el responsable para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Brian A. Nichols, condenó la “injustificada” orden de arresto en contra de González, a quien calificó de “líder democrático”, la agencia Bloomberg aseguro que “el Departamento del Tesoro (de EE.UU.) está cerca de anunciar 15 sanciones individuales contra funcionarios afiliados a Maduro que habrían ‘obstruido la celebración de elecciones presidenciales libres y justas’”.
A su vez, el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, expresó su “rechazo categórico” a la medida en contra de González. “Basta de represión y acoso a la oposición y la sociedad civil. La voluntad del pueblo venezolano debe ser respetada”, afirmó en un mensaje en redes sociales. Por su parte, la portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, denunció que las autoridades de Venezuela han instaurado un “clima de miedo” que hace temer represalias a parte de la población.
A las críticas contra la medida en contra de González se sumó Celso Amorim, el principal asesor diplomático del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha estado mediando en la crisis poselectoral venezolana, junto a los gobiernos de Colombia y México.
En entrevista con Reuters, Amorim dijo a este martes que la orden de detención contra el líder opositor venezolano era “muy preocupante” y “algo que no se debe hacer”. “No se puede negar que hay una escalada autoritaria en Venezuela. No sentimos que haya ninguna apertura al diálogo, hay una reacción muy fuerte a cualquier comentario, tenemos noticias de varias detenciones. El propio gobierno ha anunciado más de 2.000 detenciones, no sé si para intimidar. No hay duda de que hay autoritarismo”, sostuvo.
Amorim añadió que una detención de González, un exdiplomático de 75 años, podría calificarse de detención política, ya que es un candidato presidencial en unas elecciones que aún no se han resuelto. “La situación de las elecciones en Venezuela no está resuelta, no vemos la victoria de un lado o del otro. Sería una prisión política, y no aceptamos presos políticos”, aseguró.
Este martes, los gobiernos de Brasil y Colombia expresaron “profunda preocupación” por la orden de detención emitida por una corte venezolana contra González. En un comunicado conjunto, resaltaron que “esta medida judicial afecta gravemente los compromisos asumidos por el gobierno venezolano bajo los Acuerdos de Barbados, en los que gobierno y oposición reafirmaron su compromiso de fortalecer la democracia y promover una cultura de tolerancia y convivencia. También dificulta encontrar una solución pacífica, basada en el diálogo entre las principales fuerzas políticas venezolanas”.
Al respecto, el diario O Globo señaló que la orden de arresto contra González Urrutia “entierra el intento de mediación de Brasil y Colombia en Venezuela”. Analistas venezolanos consultados por el periódico carioca afirman que Maduro sigue el “modelo nicaragüense”, país que recientemente rompió relaciones con Brasil.
Costo político para el régimen
Según las leyes venezolanas, las personas mayores de 70 no van a prisión, destacó Reuters. ¿Entonces, por qué el régimen amenaza con detener a González? Para el politólogo venezolano Luis Remiro, se trata simplemente del cruce de otro límite por parte del gobierno de Maduro para mantenerse en el poder. De hecho, en un encuentro con sus seguidores en el Palacio de Miraflores, Maduro aseguró: “Cuando me toque entregar las riendas, se las daré a un presidente chavista, bolivariano y revolucionario”.
En declaraciones al medio venezolano Efecto Cocuyo, Remiro afirmó que “el chavismo está empujando para ver hasta dónde puede llegar; hemos visto una nueva fase, una cara más represiva y autoritaria a partir de las elecciones del 28 en la que incurrieron en un fraude electoral masivo, al que no se habían atrevido en procesos electorales pasados, más allá de que siempre hubo ventajismo”. “Luego, a partir de los resultados, comenzó una oleada represiva masiva y van a seguir empujando”, señaló sobre la orden de captura librada por un tribunal contra Edmundo González.
“En este reino del miedo que quiere imponerse, el gobierno quizás no está viendo ahora un costo adicional de arrestar a Edmundo González. La pregunta es hasta dónde llega; si realmente lo detienen o permiten que busque refugio en alguna embajada. Si lo llegan a detener, el próximo paso será arrestar a María Corina Machado, que es la joya de la corona”, advirtió Remiro.
Al respecto, José Vicente Haro, abogado de González, dijo que desde hace “semanas” el exembajador no está en su residencia para poder resguardar “su libertad, su seguridad, su vida”. “En modo alguno hay solicitud de asilo por parte del señor Edmundo González Urrutia hacia alguna embajada acreditada debidamente en Venezuela. No se ha pedido el asilo, no se ha pedido una situación en calidad de huésped en una embajada”, destacó Haro, en medio de versiones de que el excandidato podría buscar refugio en una misión diplomática. El abogado explicó que no hay plazo legal para el cumplimiento de la orden de aprehensión.
En la noche del lunes, durante su programa semanal “Con Maduro+” que transmite la televisión estatal, el presidente venezolano llamó “cobarde” a González por permanecer en la clandestinidad desde que comenzaron las denuncias de fraude en los comicios. Este martes, su abogado, José Vicente Haro, manifestó que el exdiplomático no permanece en un lugar fijo por razones de seguridad y que es su esposa, Mercedes López de González, la que se encuentra en la vivienda al este de Caracas, a la espera de los cuerpos policiales.
Según el escritor español Javier Moro, quien pasó años de su juventud en Venezuela, si Maduro ejecuta la orden de captura contra González Urrutia, “puede ser el final del régimen”. En entrevista con BBC Mundo, el autor de Nos quieren muertos (2023), un libro en que relata la historia de Leopoldo López, el líder opositor venezolano que acabó en el exilio, sostiene que, con la amenaza de arresto sobre la cabeza de Urrutia, el régimen pretende “meter miedo” y hacer que el candidato opositor busque alivio en el exilio.
“Creo que quieren meterle miedo y ‘facilitarle’ la huida a Miami o a Madrid, y así lo habrán matado políticamente. Es inaudito que unos delincuentes cuyas cabezas tienen precio metan preso al presidente electo de un país”, comentó Moro.
“El chavismo no sólo quiere a los líderes opositores muertos físicamente, sino políticamente y socialmente, es lo que han querido siempre: matar a la oposición, matar a la voz de la sociedad libre y de sociedad civil. Y lo han conseguido. No del todo, pero siguen trabajando por lograrlo”, concluyó.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.