Continúan las protestas en Alemania por reunión entre partido de extrema derecha y neonazis
Tras la revelación de una reunión secreta entre el partido Alternativa para Alemania y representantes del neonazismo, miles de alemanes han protestado en contra de los planes de deportación masiva de inmigrantes discutidos en el encuentro.
En paralelo a las protestas de los sectores agrícolas por el plan de austeridad impuesto por el canciller Olaf Scholz, miles de personas han protestado en contra del partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), por quinto día consecutivo, tras conocerse que políticos de la colectividad se reunieron con neonazis para discutir un “plan maestro” de deportación masiva de solicitantes de asilo y ciudadanos alemanes de origen extranjero.
Las protestas comenzaron el domingo pasado en Potsdam y se han trasladado a toda Alemania, concentrándose en las ciudades de Leipzig, Rostock, Essen y Berlín. Entre los manifestantes se encontraba el canciller de Alemania, Olaf Scholz, quien, junto al resto de los manifestantes, mostró su indignación por los planes de expulsión forzada de personas de origen inmigrante, que supuestamente fue el tema principal de la reunión.
El medio de investigación periodística Correctiv informó que en noviembre pasado unas 20 personas asistieron a la reunión secreta cerca de Potsdam, en las afueras de Berlín. Correctiv dijo que entre ellos se encontraban figuras importantes del partido Alternativa para Alemania (AfD), incluido Roland Hartwig, un estrecho colaborador de la líder del partido Alice Weidel, junto con neonazis de toda Alemania y Austria, un miembro del grupo supremacista blanco Generación Identidad, varios empresarios y dos miembros de la democracia cristiana alemana.
El director de Correctiv, Justus von Daniels, explicó: “Esto demuestra que incluso los políticos de alto rango de Alternativa para Alemania han mantenido posiciones radicales de derecha en una habitación cerrada, que nunca reflejarían en público. Y eso, por supuesto, muestra el radicalismo dentro de este partido”.
Según el medio Correctiv, en la reunión el fundador del grupo de extrema derecha austriaco Movimiento Identitario -clasificado como una “amenaza ultraderechista " por el servicio de inteligencia alemana-, Martin Sellner, presentó un plan de “repatriación masiva” a los políticos del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, para llevar a cabo deportaciones masivas en el caso de que el partido llegara al poder.
Sellner, quien además es una figura influyente de la extrema derecha en Alemania, afirmó este plan de “remigración” requeriría “leyes a medida” para “ejercer una fuerte presión” sobre los “ciudadanos alemanes no asimilados”. " Para ser implementado, el plan requeriría un “Estado modelo” en el norte de África, donde se podrían “reubicar” hasta dos millones de personas, incluidas “las personas que ayudan a los refugiados en Alemania”.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, elogió a las personas que participaron en las protestas contra el partido de extrema derecha. A algunas de las manifestaciones Scholz incluso asistió junto con la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock. “Estoy agradecido de que en los últimos días decenas de miles de personas hayan salido a las calles en toda Alemania, contra el racismo y la agitación, y a favor de nuestra libertad y democracia”, dijo el miércoles el canciller en la red social X.
Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en alemán) fue el primer partido abiertamente antiinmigrante en ingresar al Parlamento alemán, en 2017. En marzo de 2021, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) autorizó vigilar al partido bajo la sospecha de intentar debilitar la Constitución democrática de Alemania. Esta fue la primera vez que las autoridades tomaron una medida de este tipo contra un partido político desde la era nazi. La BfV calificó al grupo de “extremista” después de cuatro años de investigación.
En marzo de 2022, un tribunal alemán dictaminó que la agencia de espionaje nacional estaba en lo correcto al poner bajo vigilancia al partido, por sospecha de ser una amenaza a la democracia, tras rechazar una denuncia del partido de extrema derecha. Y en abril del año pasado, los servicios de Inteligencia interna de Alemania confirmaron que estaban vigilando las actividades de la rama juvenil del partido ultraderechista, conocida como la “Joven Alternativa”, ya que la investigación encontró que los miembros de esta rama, que tenían apenas 14 años, rechazaban la integración de inmigrantes de fuera de Europa basándose en supuestos “biológicos” y retrataban a los musulmanes en general de manera negativa.
Previo al escándalo generado por esta reunión, el partido Alternativa para Alemania ya estaba en el ojo público por su participación en de las protestas paralelas en el resto del país por la implementación del plan de austeridad lanzado por el canciller Olaf Scholz, que significó la reducción de subvenciones para el sector agrícola. Las protestas de los agricultores llegaron a las principales ciudades de Alemania, donde bloquearon las avenidas con tractores adornados con carteles de AfD que decían “Nuestros agricultores primero” y “Alemania necesita nuevas elecciones”. Junto a los vehículos también se podía ver a partidarios de extrema derecha con chalecos de AfD.
En las redes sociales, la página oficial de Facebook de AfD publicó imágenes de las protestas, con mensajes de solidaridad con los manifestantes. “Apoyar protestas democráticas como esta contra la locura de los semáforos seguirá siendo una preocupación en nuestros corazones”, se lee en una publicación. “Permaneceremos con ustedes en el camino para que finalmente se adopte una política de exenciones fiscales, de apoyo a nuestra agricultura y de los intereses de nuestros propios ciudadanos. El semáforo pronto quedará solo”. El “semáforo” es una referencia al gobierno de coalición de Scholz , una alusión a los colores del Partido Socialdemócrata (SPD), el Partido Democrático Libre (FDP) y los Verdes que lo componen.
Actualmente, AfD es la segunda colectividad política más fuerte de Alemania, sólo detrás de la alianza de centroderecha de la Unión Demócrata Cristiana y la Unión Social Cristiana (CDU/CSU). Está por delante de la gobernante SPD de centroizquierda del canciller Olaf Scholz, los neoliberales del FDP y Los Verdes ambientalistas. Pero el partido también está bajo investigación como grupo extremista potencial y, en circunstancias extremas, podría incluso enfrentarse a un proceso legal para proscribirlo.
Aunque el partido lleva mucho tiempo arremetiendo contra los inmigrantes, las propuestas de deportar a los “ciudadanos no asimilados” a “un Estado modelo en el norte de África”, de las que informó Correctiv, tocaron una fibra sensible en Alemania, como ha señalado hasta ahora la prensa internacional. En Alemania, los ciudadanos incluso han comparado las propuestas de AfD con el plan inicial de los nazis de deportar a los judíos europeos a Madagascar.
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