Corrupción y violencia: los desafíos del futuro Presidente de México

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Más de 89 millones de mexicanos estaban convocados hoy para votar en las elecciones, con AMLO como favorito. Se estimaba una participación de entre 54% y 60%. Los analistas coinciden en que otros de los temas claves serán la compleja relación con Estados Unidos y el muro anunciado por Donald Trump.


Más de 89 millones de mexicanos estaban convocados para acudir hoy a las urnas con el objetivo de elegir a más de tres mil cargos públicos en una votación que ha sido considerada la más grande y una de las más decisivas en la historia del país, en las que el futuro Presidente tendrá como principales desafíos el combate a la corrupción y la violencia. Eso, además de mejorar las complejas relaciones con Estados Unidos.

En las calles de Ciudad de México la jornada transcurrió con tranquilidad, con gran presencia policial.

Se estimaba que los niveles de participación fluctuarían entre el 54% y el 60%, mientas que algunos observadores señalaron que podría llegar al 65%. En este sentido, era común ver a los chilangos tomándose "selfies" mostrando sus dedos marcados en señal de que habían ido a votar.

"Esta votación es importante, no creo en ninguno de los candidatos. Pero estoy cansada de que se hereden los puestos, lo vienen haciendo hace años", comenta muy enojada Shelly, dueña de casa que paseaba por la Avenida Juárez.

El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (compuesta por Morena, Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social), Andrés Manuel López Obrador, que contaba con la mayor intención de voto, llegó a las 07.30 a emitir su voto en un colegio electoral ubicado en el sector sur de Ciudad de México, media hora antes de que se constituyeran las mesas. "Deseo con toda mi alma que las elecciones se lleven a cabo en paz, sin violencia. Espero que tan luego pase la elección iniciemos una etapa de reconciliación", dijo AMLO antes de sufragar.

Mientras, el segundo en intención de voto, Ricardo Anaya (Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano) sufragó en Querétaro, el estado donde creció. En el colegio electoral, el político señaló estaba convencido de que los resultados se van a respetar y que iba a "ganar la democracia".

Por su parte, el candidato del PRI, José Antonio Meade, votó en la colonia Oxtopulco Universidad y posteriormente fue a misa, como todos los domingos. Asimismo, señaló que en el proceso electoral se estaba resolviendo el futuro del país.

"Espero que el próximo gobierno se haga cargo de la corrupción y de la violencia, ninguno de los últimos gobiernos ha hecho nada. ¡Caray!, los políticos acá creen que somos tontos, solo les importa ellos mismos. Y no hacen nada, tampoco se han preocupado de la desigualdad tremenda que hay en el país, de los problemas de la gente", se quejó Paola, una mesera en una café de la Avenida Reforma.

Existe consenso entre los analistas mexicanos de que frenar la violencia es el principal desafío que tendrá que encarar el sucesor de Enrique Peña Nieto. Esto porque el año 2017 se cerró como el más violento de la historia reciente del país, con un tasa de más de 20 homicidios por cada 100.000 habitantes, superior a la media de la región y mayor al máximo que había alcanzado en 2011. Una violencia que también llegó a la política al dejar a más de 130 candidatos o políticos muertos durante la campaña electoral.

"Quizás el tema más apremiante es el tema de la seguridad, es decir, este círculo vicioso de impunidad, corrupción, crimen y aquellas zonas en México que prácticamente son zonas fallidas, en el sentido de que no hay Estado. Allí han llegado grupos de crimen organizado y han tomado esas áreas. No pasa nada ahí, derecho de vía, impuestos, construcción de infraestructura, entonces la policía municipal se vuelven sujetos de estos grupos de crímenes organizados", explica a La Tercera el analista Roberto Salinas.

Otro desafío es la recuperación de la confianza en las instituciones y los funcionarios públicos, señalan los analistas. Un tema que se transformó en el mensaje central de López Obrador. Desde el inicio de su gestión el 1 de diciembre de 2012, que trajo de vuelta al poder al PRI tras una ausencia de 12 años, el Presidente Enrique Peña Nieto llevó adelante un consenso con la oposición para impulsar reformas constitucionales. Pero la muerte de 22 presuntos delincuentes en Tlatlaya, de los cuales ocho fueron asesinados por militares, y la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, sumado a los reportes de la lujosa mansión de la primera dama, Angélica Rivera, echaron todo abajo y salieron a la luz varios casos de corrupción.

Para Salinas, uno de los retos más importantes "será trabajar para restablecer algún tipo o alguna semblanza de relación, por lo menos cordial, con el vecino del norte, con Estados Unidos". "La relación comercial y de inversión con ellos en los últimos 25 años con el NAFTA, con el tratado de libre comercio, ha sido un detonador tan extraordinariamente importante de desarrollo económico, que nosotros siempre hemos hablado de que tenemos que tomar el siguiente paso, y ese es profundizar la integración", añadió.

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