Crisis en Perú: el 73% quiere elecciones en 2023 y Lima registra primer muerto en protestas
Enfrentamientos durante la noche del sábado le costaron la vida a un hombre de 55 años en la capital. Ello, mientras el llamado para adelantar las elecciones a este año fue refrendado por una encuesta que asegura que tres de cada cuatro peruanos se decanta por esa opción.
La crisis iniciada el 7 de diciembre pasado en Perú, cuando el entonces Presidente Pedro Castillo anunció el cierre del Congreso, llamó a la reescritura de la Constitución a través de una Asamblea Constituyente y se dispuso a gobernar a través de decretos, sigue escalando tras ocho semanas de manifestaciones. Esta vez con la primera muerte registrada en Lima, en una de las jornadas más violentas de lo que va de conflicto.
Si bien es en el sur del país donde se han dado las mayores tasas de rechazo a la presidencia de Dina Boluarte, quien asumió el poder luego de la vacancia de Castillo, las marchas en la capital peruana son prueba de que las exigencias de los manifestantes se han extendido a parte importante del país. Idea respaldada, a su vez, en la última encuesta nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), realizada junto al diario La República, medición que arrojó como principal resultado que el 73% de los peruanos estaría de acuerdo con que 2023 es el mejor momento para el desarrollo de elecciones adelantadas.
Adelanto de los comicios
Realizado entre el 21 y el 25 de enero, con un margen de error de ± 2,8 puntos porcentuales, el sondeo aseguró que siete de cada 10 peruanos considera que lo mejor para el país es realizar elecciones este año, en desmedro de la opción actual, donde se realizarían en abril de 2024. Esta última posición, que es la que se está discutiendo en el Congreso, contó con un 20% de apoyo según la medición del IEP, mientras que solo el 5% está de acuerdo con esperar a 2026 -fecha en que, oficialmente, acaba el gobierno de Boluarte- para realizar los comicios.
En el desglose de las cifras destaca que el mayor apoyo al adelanto para este año se encuentra en los sectores con menos ingresos económicos (D y E, según la nomenclatura del país vecino) y en el sur de Perú. Por otro lado, la mandataria registra bajos niveles de apoyo, alcanzando el 17% de aprobación y un 76% de rechazo, cifras que se amplían al centrarse puntualmente en el sur del país. Con dos puntos menos, el 74% aseguró al IEP que Dina Boluarte debería renunciar, frente al 24% que considera que tiene que terminar su mandato.
Sin embargo, el Congreso cuenta con números aún peores, aseguró el sondeo. El poder Legislativo peruano es reprobado por el 89% de la población, consignó La República, con un apoyo ínfimo del 7%. El presidente del Legislativo, José Williams, tendría un 76% de desaprobación.
Dicho rechazo, aseguró al mismo medio la jefa de Estudios de Opinión del IEP, Patricia Zárate, estaría directamente ligado a la toma de decisiones del Congreso, las que, como en este caso, se contraponen directamente al comparar lo que la ciudadanía quiere –según la encuesta– y la forma en que votan, por ejemplo, el propio adelanto de las elecciones.
“Al final del viernes esperábamos con muchas dudas que los congresistas aprobaran la convocatoria a elecciones generales para este año 2023. Sin embargo, para variar, los extremos de izquierda y derecha volvieron a juntarse y votaron en contra. Unos dirán que es por la Asamblea Constituyente y otros que es por las reformas políticas. Ninguna de las dos excusas convence”, dijo la analista.
Durante la semana, medios peruanos adelantaban que Dina Boluarte buscaba empujar la opción de realizar elecciones este año, ajustando el calendario electoral y eliminando, por ejemplo, la realización de primarias presidenciales. La propuesta era realizar la primera vuelta en octubre de 2023, el balotaje en noviembre y, de ese modo, lograr la salida del gobierno para diciembre de este año.
Sin embargo, fue rechazada de cuajo por el Congreso. El debate se extendió hasta pasada la madrugada del sábado, donde finalmente se descartó la modificación del cronograma que permitía los comicios para 2023. Con 45 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones, la propuesta para abril de 2024 es la que sigue vigente.
Dina Boluarte “lamentó” que el pleno no lo aprobara, asegurando, a través de Twitter, su pesar por la falta de acuerdos. “Lamentamos que el Congreso de la República no haya logrado ponerse de acuerdo para definir la fecha de las elecciones generales, en las que las peruanas y peruanos puedan elegir libre y democráticamente a las nuevas autoridades”, escribió la cuenta oficial de la Presidencia de Perú.
“Exhortamos a las bancadas a deponer sus intereses partidarios y grupales y colocar por encima los intereses del Perú. Nuestras ciudadanas y ciudadanos esperan con prontitud una respuesta clara que permita allanar una salida a la crisis política y construir la paz social”, agregaron. Se espera que este lunes se retomen las conversaciones en torno a un eventual adelanto en las elecciones.
La exprimera ministra Mirtha Vásquez dijo que “al no aprobarse las elecciones al 2023, también quedó sin efecto el adelanto al 2024. En concreto, nos hemos quedado sin adelanto de elecciones y esta gente nos ha dicho que no le importa un pueblo movilizado ni los muertos que haya, se quedan. Cualquier excusa es absurda”, consignó el diario ABC.
Dicha preocupación también fue manifestada por la periodista peruana Rosa María Palacios, quien señaló al mismo medio que “si el lunes próximo (30) el Congreso no vota a favor del adelanto, solo queda que la Presidenta Dina Boluarte renuncie y de inmediato se convoca a elecciones y se realizarán en 270 días, como dice la ley orgánica de elecciones, es decir, en octubre próximo; la segunda vuelta es en noviembre y hay nuevo presidente a fines de año”, advirtiendo que “si el Congreso no quiere, solo queda que la Presidenta Boluarte renuncie”.
Patricia Zárate aclaró a La República que “no todos salen a las calles, pero quienes salen, de alguna manera, representan a un grupo no tan minoritario. ¿Estas movilizaciones y protestas nos conducirán a un mejor escenario democrático?”, se preguntó la analista. “Lo dudo, no hemos logrado tener una ciudadanía democrática que respete las instituciones o que busque construir unas instituciones mejores, menos aún que pueda dialogar con otras personas con las que no comparte puntos de vista similares. Ni una Asamblea Constituyente ni una reforma política mejorarán el panorama”, cerró.
Una noche violenta
Balas en la cabeza de manifestantes, ataques a periodistas y personal médico por parte de la Policía Nacional del Perú, lanzamiento de piedras y objetos pesados a las fuerzas de orden, al menos 13 heridos y un muerto en Lima, el primero que se registra en la capital durante las ocho semanas de convulsión social. Este fue el escenario que se vivió durante la noche del sábado en el país vecino, una de las más violentas en los últimos días.
Víctor Santisteban Yacsavilca, un hombre de 55 años que participaba de las manifestaciones, falleció durante la noche de esa jornada producto de un disparo en su cabeza. Imágenes registradas por asistentes mostraban a brigadistas llevándolo en una camilla, inconsciente y con la cabeza ensangrentada, al Hospital de Emergencias Grau. No era el único. Al menos 13 personas más pasaron por el recinto asistencial durante la noche producto de heridas relacionadas con las protestas. A las 21.57, la Defensoría del Pueblo anunciaba su muerte a través de un comunicado difundido en redes sociales.
Personeros de Salud y el brigadista Antonio Quispe, quien socorrió a Santisteban, confirmaron a medios locales que el hombre murió producto de un traumatismo encéfalo craneano severo ocasionado por un perdigón.
Una vez esparcida la noticia del posible fallecimiento de un manifestante, decenas de peruanos llegaron al lugar para realizar una vigilia, la que, según El Comercio, fue dispersada de forma violenta por efectivos policiales. El diario peruano denunció el ataque de las fuerzas de orden a periodistas y brigadistas de salud presentes en el lugar.
Otro caso ocurrió cuando faltaban 10 minutos para las ocho de la noche del sábado, y quedó grabado, al menos inicialmente, por el Canal N. En el registro se muestra a un grupo que, según se aprecia en el video, observa a la policía a varios metros de distancia. De la nada, sin mediación de piedras o ataques en lo que se ve de transmisión, se escucha el disparo de un arma. Acto seguido, un hombre cae al suelo y la sangre le brota de la cabeza. “Bala, bala, bala”, grita la gente. Canal N cambió de cuadro y no volvió a mostrar lo ocurrido posteriormente.
Según El País, las imágenes con las que se cuenta luego del incidente provienen solo de los asistentes al lugar. Taine Isidoro Bedon Maguiña, de 47 años, es la persona herida por el proyectil, quien fue llevado, inconsciente y malherido, en camilla al mismo hospital donde falleció Santisteban. Debido a la gravedad de sus heridas, fue trasladado al Hospital Guillermo Almenara. Hasta el momento, su pronóstico es reservado.
El Comercio afirmó que si bien se registraron actos vandálicos y enfrentamientos entre la policía y manifestantes, la mayor parte de la marcha se realizó de manera pacífica. Así lo reportaron sus periodistas, quienes evidenciaron presencia de vándalos que, al intentar mover rejas puestas por la policía, recibieron bombas lacrimógenas para dispersarlos. Frente a esto, decenas de personas utilizaron hondas y huaracas para lanzar piedras, así como pirotecnia apuntada contra personal de orden público.
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