Crisis en Nicaragua: Claves para entender el conflicto que sacude hace tres meses al país
Los estudiantes se ha convertido en los protagonistas de un conflicto que parece estar lejos de terminar y que mantiene en alerta a la comunidad internacional.
El 18 de abril de 2018 se desencadenó un conflicto social y político en Nicaragua que hoy cumple tres meses y que ha dejado cerca de 350 fallecidos y más de mil heridos.
¿Qué originó la crisis?
Las movilizaciones, consideradas como históricas por algunos analistas, se dieron a raíz de la implementación de una Reforma del Seguro Social, que implicaba reducir un 5% las pensiones y aumentar las contribuciones a los trabajadores. Sin embargo, debido a las protestas, el Presidente Daniel Ortega revocó la medida que había sido desarrollada tras una recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que alertó al gobierno sandinista que las reservas de efectivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) se agotarían en 2019.
Los enfrentamientos
Acá el movimiento estudiantil se ha convertido en el protagonista de un conflicto que parece no querer terminar y que mantiene en alerta a la comunidad internacional.
En una especie de olla a presión, los estudiantes -junto a otras organizaciones civiles- además protestan contra la corrupción de parte del gobierno de Ortega y su esposa Rosario Murillo, quien en enero de 2017 se convirtió en la vicepresidenta de la Nación. Si bien en un comienzo distintas agrupaciones exigieron que se convoque a elecciones presidenciales de manera adelantada, otros ahora piden que directamente las altas cúspides del Ejecutivo salgan del poder.
De acuerdo a organismos de Derechos Humanos, en las protestas han surgido fuerzas paramilitares para apoyar al gobierno, y achicar a la oposición. Según reportes, estos grupos armados disparan a "sangre fría" en recintos universitarios e Iglesias, donde han dejado cientos de víctimas fatales y miles de heridos.
Estos además, se han expandido en diversas zonas de Nicaragua, que se han visto marcadas por una fuerte represión policial.
Masaya: de bastión sandinista a bastión de la resistencia
A 29 kilómetros al sureste de Managua se encuentra Masaya, la ciudad donde nació el líder de la resistencia nicaragüense Augusto Sandino, y donde a fines de los 70, se puso término a la dictadura somocista. Era el lugar donde las fuerzas sandinistas se rebelaron contra Somoza, y que ahora lo hacen en contra de Daniel Ortega.
De hecho, hace algunas semanas, se declararon "libres" del orteguismo, y se erigió como el símbolo del levantamiento popular que comenzó en abril.
Tras distintos enfrentamientos, que dejaron al menos tres muertos, la policía aseguró ayer que retomó el control de la ciudad y del barrio indígena de Monimbó.
Críticas internacionales y el rol de Ortega
Por su parte, el gobierno acusa a sus opositores de querer iniciar un pequeño golpe de estado.
Ortega es el líder del Frente Sandinista de Libertad Nacional (FSLN) y ya había tenido su primer mandato entre 1979 y 1990, pero volvió a la presidencia hace once años, con una reelección incluida.
La escalada de violencia llegó hasta un punto en que diversos actores han tratado de intervenir para que termine. La Conferencia Episcopal nicaragüense se ofreció como garante del proceso del diálogo y durante esta semana 13 países, entre ellos Chile, Argentina y Brasil, entre otros , pidieron "cese inmediato a los actos de violencia, intimidación y amenazas" y el fin de las fuerzas paramilitares.
En tanto, la OEA aprobó esta tarde por 21 votos a favor y tres en contra, entre ellos Venezuela y Nicaragua, una resolución más categórica, en la que se pide a Ortega que adelante las elecciones presidenciales para marzo de 2019, en lugar del 2021 y rechazó la solicitud de gobierno nicaragüense de respectar la "autodeterminación" del país y no intervenir de ninguna manera en la política del país.
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