El papel clave que está jugando Qatar como mediador para la liberación de los rehenes israelíes
Gracias al papel jugado por Doha, Hamas liberó a cuatro rehenes civiles, lo que le valió la gratitud del presidente estadounidense Joe Biden. Se espera que negocie un acuerdo que garantice la evacuación de unas 50 personas más.
Cuando el pasado 7 de octubre, militantes de las brigadas Al Qassam de Hamas ingresaron en el sur de Israel matando a 1.400 personas y tomando como rehenes a más de 200, el líder de la organización islámica radical, Ismail Haniyeh, junto con otros miembros, se reunieron en una suite de lujo en Doha, Qatar.
Fue así como se grabaron mostrándose sorprendidos mientras veían los ataques en las noticias en una gran pantalla de televisión, y luego se arrodillaron para dar gracias a Alá por el éxito de la operación.
Este pequeño país petrolero ubicado en el Golfo Pérsico se encuentra nuevamente jugando un rol clave como mediador tanto para un alto el fuego entre Hamas e Israel como para la liberación de los rehenes. Hasta ahora, sus esfuerzos han tenido éxito. Hamas liberó a cuatro rehenes civiles gracias a la mediación de Qatar, lo que le valió la gratitud del Presidente estadounidense Joe Biden y espera negociar un acuerdo que garantice la libertad de unas 50 personas más, dijeron al diario Financial Times personas informadas sobre las conversaciones.
Qatar se destaca, explicó el periódico, porque ha albergado la oficina política de Hamas desde 2012, ha invertido cientos de millones de dólares en ayuda a Gaza y es uno de los pocos Estados que tiene buenas relaciones con Estados Unidos e Irán.
De hecho, tras el ataque de Hamas, el país recibió la visita del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, para asegurar el apoyo de Doha para liberar a los rehenes y también la del canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, quien advirtió que el bombardeo israelí a Gaza amenazaba con ampliar el conflicto.
Thomas Juneau, experto en política de Medio Oriente de la Universidad de Ottawa, dijo al portal de la cadena canadiense CBC que “toda la política exterior de Qatar, su marca, su identidad, se basa en la idea de que habla con todos. Habla con los talibanes, habla con Hamas, habla con los rebeldes libios, etc.”.
“Y su lógica es que, como pequeño Estado vulnerable, al ser indispensable, al tener todas estas redes, todos estos contactos, Estados Unidos lo necesita y trabaja para ello. Regularmente, Estados Unidos se siente frustrado por eso, y si tuviera que adivinar, diría que Estados Unidos está frustrado por el hecho de que parte del liderazgo político de Hamas esté en Qatar en estos momentos. Eso es cierto. Pero cuando Estados Unidos necesita hablar con Hamas, cuando Estados Unidos necesita hablar con los talibanes, entonces Qatar se vuelve extremadamente útil”, añadió.
Así, el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, afirmó el miércoles que espera avances “pronto” en las conversaciones sobre la liberación de los rehenes. “Si lo comparamos con el punto de partida, hay progresos. Tenemos esperanza y, si podemos avanzar más, pronto habrá importantes avances”, indicó.
Asimismo, Al Thani dijo que las políticas de Israel contra la Franja de Gaza suponen “una flagrante violación del Derecho Internacional” y recordó que “se niegan sus necesidades básicas a más de 2,3 millones de palestinos”. Según Naciones Unidas, producto de los bombardeos israelíes han muerto 6.547 personas en Gaza, de los cuales un 68% son mujeres y niños. Además, se han reportado más de 17 mil heridos.
Mohammed Bin Abdulaziz Al-Khulaifi, negociador principal y ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Qatar, dijo a la cadena británica Sky News en una entrevista exclusiva que las negociaciones para liberar a los israelíes fueron difíciles, pero los mediadores están logrando avances.
“Es una negociación muy, muy difícil con la que hemos estado lidiando”, señaló. “Y con esto, la violencia aumenta cada día y con los bombardeos continuos cada día, nuestra tarea se ha vuelto aún más difícil”, agregó.
En este sentido, el negociador indicó que para lograr mayores avances y asegurar más liberaciones, es necesario que haya una pausa en los combates. “Si el mediador quiere realizar su tarea de la mejor manera posible como Estado, entonces necesitamos alcanzar un período de calma. Necesitamos llegar a un período en el que podamos hablar lógicamente con ambas partes y proponer iniciativas positivas”, advirtió.
Algunos gobiernos occidentales han acogido con satisfacción el papel de Qatar. Desde el ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamas, Francia, Italia y Países Bajos han firmado acuerdos a largo plazo para que Qatar suministre gas natural licuado.
La pregunta, dicen los analistas, es si con el tiempo aumentará la presión sobre Qatar en relación con sus vínculos con Hamas. “Hablas con algunos qataríes y te dicen ‘no importa lo que hagamos, nos critican, así que no nos importe, hagamos lo correcto, sin importar el costo’”, dijo al diario Financial Times, Mehran Kamrava, profesor de gobierno en la Universidad de Georgetown Qatar. “Luego hay quienes lo ven como un verdadero desafío (para Qatar)”.
Y en este sentido las presiones parecen estar surtiendo efecto, porque el diario The Washingon Post reportó el jueves que Washington y Doha acordaron que estos últimos revisarán sus lazos con Hamas.
Apoyo a la causa palestina
En un artículo del bloguero qatarí Sultan Khlaifa al-Khulaifi, publicado por la casa de estudios británica London School of Economics, se señala que la relación de Qatar con Hamas se basa en tres pilares. Primero, el apoyo de Qatar a la causa palestina y el objetivo de alcanzar una solución de dos Estados. En segundo lugar, el papel de Qatar como mediador, que le da el espacio para hablar con diferentes actores de la región, independientemente de sus posiciones, para facilitar el diálogo y preservar la estabilidad del orden regional.
En tercer lugar, la catástrofe humanitaria que enfrenta el pueblo de Gaza, que lleva a Qatar a desempeñar un papel de liderazgo para ponerle fin. Estos tres fundamentos explican las acciones de Doha hacia Gaza y sus relaciones con Hamas y, por lo tanto, según Al-Khulaifi, “refutan cualquier conexión entre Qatar y el financiamiento del terrorismo y ponen en perspectiva la política de Qatar”.
Qatar ha acogido la oficina política de Hamas en su capital, Doha, durante más de una década. Entre los funcionarios radicados allí se encuentra Khaled Mashal, un miembro exiliado de Hamas que sobrevivió a un intento de asesinato israelí en Jordania, en 1997, que amenazó con descarrilar el acuerdo de paz de ese país con Israel. También está Ismail Haniyeh, el líder supremo de Hamas.
Estados Unidos sancionó a Mashal en 2003 por ser “responsable de supervisar las operaciones de asesinato, los bombardeos y la matanza de colonos israelíes”. Lo mismo hizo Washington con Haniyeh en 2018, diciendo que tenía “estrechos vínculos con el ala militar de Hamas y había sido un defensor de la lucha armada, incluso contra civiles”.
Doha ha apoyado durante mucho tiempo la causa palestina, indicó Financial Times. Pero también ha sido acusada por sus vecinos en el pasado de patrocinar y financiar a grupos islamistas en toda la región. Esto fue parte de la justificación utilizada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos en 2017 cuando lideraron un embargo regional de más de tres años contra Qatar, que negó las acusaciones.
El diario indicó que los funcionarios qataríes dicen que el Estado no patrocina ni financia a Hamas, pero aceptó albergar la oficina política después de que Estados Unidos le solicitara que abriera un canal con el grupo hace más de una década. Los líderes políticos de Hamas tenían su base anteriormente en Damasco, pero se fueron cuando comenzó la guerra en el país.
Doha también ha sido uno de los principales donantes a Gaza durante la última década, gastando 10 millones de dólares al mes para brindar apoyo a las 100.000 familias más pobres de la Franja aislada y para pagar a funcionarios públicos, como profesores y médicos. También proporciona financiamiento para suministrar electricidad a la Franja, indicó el Financial Times.
El apoyo fue coordinado a través de agencias de la ONU e Israel, dijo un funcionario qatarí al diario, y el gobierno israelí tuvo una “supervisión completa” de la ayuda.
Qatar no tiene relaciones formales con Israel, pero una oficina comercial israelí fue abierta en Doha, que fue cerrada después de la guerra de 2008-09 entre Israel y Hamas. El asesor de Seguridad Nacional de Israel elogió esta semana los esfuerzos de Doha para asegurar la liberación de los rehenes. “Los esfuerzos diplomáticos de Qatar son cruciales en este momento”, dijo Tzachi Hanegbi en una publicación en las redes sociales.
La tensa relación con Riad ha salido a relucir en medio de la crisis actual. Qatar siempre ha mirado con cautela a sus vecinos más grandes, Arabia Saudita e Irán. Se enfrentó a un boicot de un año por parte de cuatro naciones árabes, incluida Arabia Saudita, por una disputa política, que el gobernante de Kuwait en ese momento advirtió que podría haber desencadenado una guerra.
También generó duras críticas por parte de Estados Unidos y otros países por su red panárabe de noticias Al Jazeera. Según la agencia The Associated Press, esas preocupaciones sobre potencias más grandes han hecho que Qatar equilibre los riesgos a través de su diplomacia y la instalación del cuartel general avanzado del Comando Central del Ejército estadounidense en su extensa Base Aérea Al-Udeid.
Estados Unidos considera a Qatar como un importante aliado fuera de la OTAN y Doha ha ampliado la cooperación en materia de defensa, comercio y seguridad con Estados Unidos, incluida la entrega prioritaria de ciertas ventas militares.
La base de Al-Udeid sirvió como un nodo clave en la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán en 2021, mientras que Qatar también acogió a los funcionarios talibanes con quienes Washington negoció anteriormente para poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos.
Pero las negociaciones de Qatar han dado lugar a dolores de cabeza en el pasado.
Más recientemente, Qatar acordó que poco menos de 6 mil millones de dólares en activos iraníes una vez congelados en Corea del Sur se transfirieran a Doha, como parte de un intercambio de prisioneros en septiembre entre Teherán y Estados Unidos. Después del ataque de Hamas, Qatar y Estados Unidos acordaron no actuar ante ninguna solicitud de Teherán para acceder a esos fondos para bienes humanitarios como se planeó inicialmente, al menos por ahora.
Eso enfureció a Irán, asfixió a las sanciones y dejó a Qatar “caminando por la cuerda floja de las relaciones internacionales”, dijo a The Associated Press, David B. Roberts, quien ha estudiado durante mucho tiempo a Qatar como profesor asociado en el King’s College de Londres y quien recientemente publicó el libro Política de seguridad en las monarquías del Golfo.
“La realidad es que es bastante sencillo que tantos altos cargos gubernamentales en Israel y Estados Unidos quieran que Qatar tenga este papel y... Qatar en última instancia será visto bajo una luz ampliamente positiva al tratar de liberar a estos rehenes”, dijo Roberts.
“Si quieres este lugar único”, añadió, “entonces no te estás apuntando a una vida fácil”.
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