En cuidados intensivos: las complicaciones de salud de Silvio Berlusconi

El estado de salud de Silvio Berlusconi se ha degradado fuertemente los últimos años. El ex primer ministro italiano, con 86 años, está hospitalizado en cuidados intensivos por un problema cardiaco, según señaló a AFP una fuente cercana al magnate. Berlusconi se encuentra en una unidad de cirugía cardiaca en el hospital San Raffaele de Milán.

Según la agencia italiana Ansa, fue hospitalizado la mañana de este miércoles por “problemas cardiovasculares”, aunque su estado sería “actualmente estable”. “Está en cuidados intensivos debido a un problema de infección que no se ha resuelto. Pero habla”, señaló al respecto Antonio Tajani, ministro de Relaciones Exteriores italiano.

“Coraje Silvio, Italia te espera”, escribió su aliado Matteo Salvini, vicepresidente del Consejo de Ministros. Berlusconi, que volvió a ser senador tras las últimas elecciones, sigue siendo una figura central de la política italiana, a pesar de que Forza Italia está por debajo del 10% de las intenciones de voto en los sondeos.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, también escribió al respecto en Twitter: “Un sincero y afectuoso deseo de pronta recuperación para Silvio Berlusconi, ingresado en el hospital San Raffaele de Milán. Fuerza Silvio”.

Berlusconi, cuyo partido Forza Italia forma parte de la coalición gobernante de Giorgia Meloni, ha ido multiplicando sus estancias en hospitales este último tiempo. Ya la semana pasada estuvo en San Raffaele, a las afueras de la capital lombarda, por “exámenes de control”. El ex premier pasó casi toda la semana, de lunes a jueves, en tal hospital, después de haber vuelto a sufrir algunas patologías.

A su salida del hospital en esa ocasión, el 30 de marzo, publicó un mensaje en Twitter para agradecer a las personas por su apoyo. “Agradezco a todos lo que me quisieron dedicar un pensamiento cercano y afectuoso estos últimos días. Ya volví a mi trabajo estos días, y estoy listo y determinado para comprometerme, como lo he hecho siempre, por el país que amo”, escribió entonces Il Cavaliere.

Berlusconi había estado hospitalizado previamente en enero de 2022, cuando se sometió a una serie de controles que duraron ocho días, también en el hospital San Raffaele.

En mayo de 2021, pasó tres semanas hospitalizado por secuelas del Covid-19, que sufrió en septiembre de 2020. Un pequeño accidente doméstico también había preocupado en febrero de ese año, cuando el líder de Forza Italia se cayó en su residencia romana.

En enero de 2021 fue internado en el Centro Cardio Torácico del Principado de Mónaco por un problema de arritmia. También pasó por una importante operación a corazón abierto en 2016, por la cual su doctor afirmó que “había arriesgado su vida”, tras llegar al hospital en condiciones críticas. En 2019, Berlusconi ingresó a pabellón a causa de una oclusión intestinal.

Su historial médico tiene intervenciones anteriores: en 2014 tuvo una intervención en los ojos, mientras que en 1997, según reveló años más tarde, estuvo bajo tratamiento por un cáncer de próstata maligno.

Desde 2006, Berlusconi tiene implantado un marcapasos, y arrastra con varios problemas de salud. Su última estancia larga en un centro médico fue en enero de 2022, a causa de una infección de las vías urinarias.

A pesar de sus polémicas y su amistad con el Presidente ruso Vladimir Putin, el ex primer ministro y magnate sigue vigente en la política de su país, escena a la que entró en 1994. Ostentó el cargo de primer ministro durante nueve años, siendo una presencia importante en la actualidad italiana durante más de dos décadas, a pesar de sus escándalos sexuales y los procesos que ensombrecieron su imagen.

Para millones de italianos, Berlusconi representa una “época de oro” de la economía. Su holding, Fininvest, es dueña de canales de televisión (Mediaset), periódicos en toda Italia y la casa editorial Mondadori, una de las más importantes del mundo. Fanático del fútbol, también fue dueño del AC Milan durante más de 30 años, hasta que vendió el club a inversionistas chinos en 2017.

En agosto de 2013, por primera vez, fue condenado a una pena de manera definitiva: cuatro años de cárcel por fraude fiscal, de los cuales tres se suprimieron por una amnistía. Confirmada por la Corte de Casación, tal condena al final se efectuó bajo la forma de “trabajos de interés general”, perdiendo de paso su título de Cavaliere.

En febrero, Berlusconi fue absuelto de acusaciones de soborno a testigos en un caso relacionado con sus fiestas “bunga bunga”, que lo habían perseguido durante más de una década. Berlusconi, quien afirmó que fue víctima de una “persecución judicial políticamente inspirada”, negó haber pagado a alguien para que mintiera por él, y dijo que sus fiestas eran “asuntos inocentes”.