Erin Atwell, experta en educación estadounidense: “En estos momentos la ansiedad es esperable en niños y adultos”.
Hace unas semanas, publicó en redes sociales un breve texto sobre los niños en la cuarentena, el que se viralizó en nuestro país con la ayuda de la neurosiquiatra infantil chilena Amanda Céspedes. "Escribí esa carta para darles a los padres un 'permiso' de dejar ir esos horarios perfectos, con la esperanza de que les dieran a sus hijos un enfoque más equilibrado y realista", cuenta la profesora de la UCLA a la Tercera AM.
Desde Dublín, donde la profesora de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), se encuentra desde el 2017 a cargo de un programa escolar en la capital de Irlanda, Erin Atwell, cuenta a La Tercera AM que toda su vida ha estado vinculada a la educación, que una de sus pasiones es la inclusión y explica por qué la educación a distancia será un desafío tanto para padres como estudiantes en Chile, Irlanda y casi todo el mundo.
“En un modelo de aprendizaje a distancia, los estudiantes deben presentar las enseñanzas online para ser evaluados y los profesores, en general, tienen muy pocas formas de evaluar el aprendizaje real de los estudiantes. No hay forma de saber cuánto hizo el estudiante y cuánto fue ayudado por su familia”, señala Atwell a través de un cuestionario enviado por mail.
Hace dos semanas, la maestra experta en educación diferencial publicó, un breve texto sobre los niños en la cuarentena, el que comenzó a circular rápidamente en redes sociales, con la ayuda de Amanda Céspedes, la destacada neurosiquiatra infantil de la Universidad de Chile, quien lo puso en su Facebook.
“Nuestros hijos están tan asustados como nosotros en este momento (...) Lo que ellos necesitan ahora es sentirse consolados y amados; sentir que todo va a estar bien. Y eso puede significar que rompamos nuestro horario perfecto y amemos a nuestros hijos un poco más”, escribió Atwell.
La viralización de la carta en nuestro país evidenció el interés de padres, abuelos, docentes y otros, acerca de cómo cautelar el bienestar psicológico de los niños en este difícil tiempo de encierro.
Fue tanto su distribución, que Céspedes debió precisar que el documento que ella había publicado en su Facebook no era de su autoría.
Paralelamente, varios medios googlearon el nombre de Erin Atwell, apareciendo otra profesional de Chicago experta en Lenguas Árabes del mismo nombre, creando otra confusión.
Pero La Tercera AM contactó por mail a la verdadera autora de la carta.
Partimos contándole a Erin Atwell que, al igual que la mayoría de los países del mundo, Chile canceló las clases presenciales en los colegios el 16 de marzo, implementando clases online. Y con las medidas decretadas por nuestro gobierno, el teletrabajo empezó a aumentar en el país, modificando el día a día de millones niños, niñas y adolescentes.
Ella responde: “En las próximas semanas, veremos un aumento en los problemas de comportamiento con nuestros hijos, ya sea ansiedad o enojo. Comenzarán las protestas porque no pueden hacer las cosas normalmente, eso sucederá. Veremos más colapsos, berrinches y comportamientos de oposición en las próximas semanas. Esto es normal y esperado bajo estas circunstancias”, escribe en la carta publicada y que fue compartida casi cuatro mil veces.
-¿Qué la inspiró a escribir y mostrar esta carta dirigida a madres y padres?
-Cuando los colegios cerraron, mi primer pensamiento fue que nos dirigíamos a un momento muy estresante y que sería difícil, tanto para los padres como para los estudiantes. Mi preocupación en ese momento fue que los padres tendrían que prepararse para el fracaso, esto, al tratar de hacer demasiado académicamente y no centrarse en la salud mental de sus hijos. Escribí esa carta para darles a los padres un “permiso” de dejar ir esos horarios perfectos, con la esperanza de que les dieran a sus hijos un enfoque más equilibrado y realista.
-Según su experiencia, ¿en la educación a distancia el aprendizaje es el mismo o hay muchos cambios?
-Definitivamente tiene que ser diferente. En una sala de clases se pueden controlar variables que no podemos manejar en la casa. Por ejemplo, el profesor puede evaluar inmediatamente el aprendizaje de sus alumnos en la sala y luego ajustar la instrucción dada en función del resultado. En un modelo de aprendizaje a distancia, los estudiantes deben presentar las enseñanzas online para ser evaluados y los profesores, en general, tienen muy pocas formas de evaluar el aprendizaje real de los estudiantes. No hay forma de saber cuánto hizo el estudiante y cuánto fue ayudado por su familia.
-¿Cuál debería ser el rol de los padres en este proceso educativo?
-No me gusta la idea del rol que un padre o madre “debe” tener en esta situación. Desafortunadamente nos encontramos en una situación en la que muchos padres hacen malabares: trabajan desde la casa, se ocupan del hogar, preparan la comida del día y, además, educan a sus hijos. Un padre no puede ni debe estar obligado a sentarse al lado de un niño y enseñarle todo el día, ya que eso no es posible en nuestras circunstancias actuales. La verdad, creo que los padres están haciendo lo mejor que pueden.
-¿Cómo se verán afectados los niños y adolescentes por la cuarentena?
-No hay forma de saberlo, pero creo que todos se verán afectados. Los niños, por ejemplo, están siendo aislados de sus compañeros de una manera que nunca antes había ocurrido. Afortunadamente, muchos de ellos están usando la tecnología para conectarse, ya sea por whatsapp o videollamadas. Sin embargo, creo que habrá un gran impacto en la socialización de los niños, y, por ende, creo que dependerá de cuánto tiempo dure este aislamiento las consecuencias que esto tendrá. Otro impacto que veo en la salud mental de los niños, es que muchos de ellos que nunca habían experimentado la ansiedad, comenzarán a sentirla durante este período.
-Bajo esa situación, ¿son los niños los más afectados al ver modificada su rutina?
-Creo que la rutina de ellos aquí juega un papel importante, sin embargo, los niños se verán afectados por la falta de contacto social, al igual que el resto de nosotros. Ellos están acostumbrados a ver a profesores y amigos todo el día, jugar con ellos, reír y aprender juntos. Por ende, creo que eso les genera un mayor impacto a ellos.
-Entonces, ¿es normal que los niños experimenten ansiedad? ¿Cómo se puede enfrentar?
-La ansiedad es esperable tanto de niños como de adultos en estos momentos. El mundo está dando mucho miedo y creo que todos deberíamos reconocer el impacto que esto tendrá en nuestra salud mental. La mejor manera de manejarlo es reconocer que está allí, no ocultarlo o ignorarlo. Los estudiantes deben pasar tiempo haciendo cosas que los hagan felices, pero los padres deben ser conscientes de que los niños saben exactamente lo que está sucediendo allá afuera. Sin embargo, es posible que no tengan información verídica, por lo tanto, dar esa información sin provocar miedo será importante. Para mí, lo más importante en este momento es el amor que los padres le deben brindar a sus hijos.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.