¿Está el cambio climático tras los devastadores incendios forestales de Los Ángeles?

Las llamas se elevan desde el incendio Sunset en las colinas que dominan el barrio de Hollywood de Los Ángeles, California, el 8 de enero de 2025. Foto: Reuters

La aterradora ola de incendios forestales que asola desde el martes a la ciudad californiana en múltiples frentes se acercaba el jueves al corazón de la industria cinematográfica estadounidense.


La ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos está afrontando una de sus peores catástrofes de los últimos años, con incendios forestales que ya han consumido más de 12.100 hectáreas y han dejado unas 2.000 construcciones quemadas. Se ordenó a casi 180.000 residentes del condado de Los Ángeles que abandonaran sus hogares y cerca de 200.000 estaban bajo advertencias de evacuación, mientras que hasta ahora se registran cinco fallecidos a raíz de los siniestros iniciados el martes.

La aterradora ola de incendios forestales que asola Los Ángeles en múltiples frentes se acercaba el jueves al corazón de la industria cinematográfica estadounidense, por un nuevo incendio en las colinas que dominan Hollywood Boulevard y su Paseo de la Fama. En total son seis focos de incendio activos los que sumados a ráfagas de viento de entre 96 y 112 km/h han hecho que las llamas se expandan con rapidez.

Una media luna de llamas rodeaba la ciudad en una enorme pinza visible desde el espacio. Tres de los incendios fueron catalogados como “sin control”, incluyendo un par de enormes conflagraciones en los flancos este y oeste de la ciudad y el más pequeño Sunset Fire.

En el oeste de Los Ángeles, el incendio de Palisades consumió 6.974 hectáreas y cientos de estructuras en las colinas situadas entre Santa Mónica y Malibú, tras descender por el cañón de Topanga y alcanzar el océano Pacífico el martes.

Hailey Ott y su madre, Cindi Ott, observan los daños causados ​​a su hogar por el incendio Eaton, en Altadena, California, el 9 de enero de 2025. Foto: Reuters

Al este, en las estribaciones de las montañas de San Gabriel, el incendio Eaton se cobró otras 4.289 hectáreas, 1.000 estructuras y mató al menos a cinco personas, según las autoridades.

“Tenemos el corazón roto, por supuesto, pero con el amor de los hijos y los amigos saldremos adelante”, afirmaron la estrella de cine Billy Crystal y su esposa, Janice, al anunciar que la casa de Pacific Palisades donde vivían desde 1979 había quedado destruida.

La estrella de televisión Paris Hilton aseguró que tenía “el corazón roto más allá de lo que las palabras pueden expresar” después de ver su casa frente al mar en Malibú “arder hasta los cimientos en directo por televisión”.

“Esta tormenta de fuego es de las grandes”, dijo la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, en una conferencia de prensa tras regresar apresuradamente a la ciudad y acortar un viaje oficial a Ghana.

Un vehículo quemado se ve frente a una casa siniestrada, mientras fuertes vientos alimentan incendios forestales devastadores, en el vecindario de Pacific Palisades, en Los Ángeles, el 9 de enero de 2025. Foto: Reuters

“Tenemos que estar preparados para todo”, afirmó el portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, el capitán Adam Van Gerpen. “Nos enfrentamos a un desastre natural histórico”, agregó Kevin McGowan, director de gestión de emergencias del condado de Los Ángeles.

Una estimación preliminar de AccuWeather, el servicio de pronóstico del tiempo, calculó los daños y las pérdidas económicas totales entre 52.000 y 57.000 millones de dólares, una suma que podría aumentar si los incendios continúan propagándose.

Vientos de Santa Ana

¿Pero cómo se explica que estos incendios se hayan vuelto tan destructivos y se hayan expandido con tanta rapidez? Los expertos climáticos y los científicos no han tardado en recordar que el cambio climático puede tener cierta influencia en esta situación, argumentando que este provoca que desastres como el de Los Ángeles ocurran con mayor frecuencia y con mayor intensidad, además de causar variaciones climáticas que propician factores clave para incendios forestales.

El profesor del Centro de Investigaciones Forestales de la Universidad de Swansea, Stefan Doerr, dijo a la BBC que “si bien los incendios son comunes y naturales en esta región, California ha experimentado algunos de los aumentos más significativos en la duración y la intensidad de la temporada de incendios a nivel mundial en las últimas décadas, impulsados en gran medida por el cambio climático”.

La gente se abraza al regresar a su casa, que fue arrasada por el incendio Eaton en Altadena, California, el 9 de enero de 2025. Foto: Reuters

Según la Quinta Evaluación Nacional del Clima del gobierno federal, publicada en 2023, el cambio climático, amplificado por los humanos, “ha producido condiciones más cálidas y secas con sequías prolongadas que estresan la vegetación forestal, facilitando los brotes de plagas y la muerte de los árboles, lo que lleva a la acumulación de combustible en la superficie”.

Pero los expertos también son cautos al decir que no se puede responsabilizar al cambio climático directamente por esta situación. Kristina Dahl, quien es vicepresidenta científica del Climate Central, dijo a AFP: “Vemos que estos incendios se propagan cuando hace calor, está seco y hay viento, y ahora mismo se dan todas esas condiciones en el sur de California”.

La Quinta Evaluación Nacional del Clima también ha establecido que el aumento de la cantidad e inflamabilidad de la vegetación ha contribuido al aumento de los incendios forestales en su destructividad y frecuencia, lo que se puede explicar por el aumento de los períodos de calor extremo y las sequias más prolongadas de los últimos años.

California vivió una fuerte sequía que se prolongó por una década, hace apenas dos años el estado estaba empezando a dejarla atrás, pero las condiciones de humedad que vinieron después, aumentaron el crecimiento de árboles, arbustos y hierba, los combustibles ideales para la propagación del fuego.

Los bomberos luchan contra el incendio en Palisades mientras arde durante una tormenta de viento en el lado oeste de Los Ángeles, California, el 8 de enero de 2025. Foto: Reuters

Otro factor clave es la topografía de California, que se caracteriza por terrenos escarpados y montañosos, además del predominio de vegetación arbustiva seca, la cual es muy propensa a los incendios.

A esto se suman las fuertes ráfagas de viento seco de Santa Ana provenientes de las montañas de California y que superan los más de 100 km/h. Estos se originan sobre todo entre otoño y enero, cuando las condiciones climáticas son secas. Se producen cuando hay alta presión en el este y un sistema de baja presión en la costa. Cuanto más extrema sea la diferencia de presión, más rápido soplan los vientos, que solo poseen un 5% de humedad. A medida que los vientos bajan por la ladera desde la cima de las montañas de San Gabriel, se vuelven más secos y más calientes.

Esto aportó a crear las condiciones ideales para este tipo de desastre. Pero no es el único factor que ha determinado la alta destructividad del fuego: la expansión suburbana a zonas más alejadas y la gestión forestal también han contribuido a la catástrofe.

“Cada vez hay más gente viviendo en zonas silvestres, y la red eléctrica se ha ampliado. Esto crea más oportunidades para que se produzcan incendios. La superficie quemada a causa de incendios relacionados con tendidos eléctricos se ha ampliado enormemente; hoy en día es la principal fuente de ignición de incendios destructivos en el sur de California”, señala el medio The Conversation.

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