En menos de una semana, el Perú tuvo a dos presidentes. El martes 10 de noviembre, Martín Vizcarra fue destituido tras aprobarse la moción de vacancia en el Congreso peruano, lo que permitió que el presidente de la corporación, Manuel Merino, ocupara la primera magistratura hasta su renuncia el día de hoy, tras las protestas ciudadanas que terminaron con dos muertos.
Precisamente Vizcarra, reaccionó a la renuncia de Merino fustigando el rol del legislativo en la crisis institucional que vive el país. Aunque la ley establece que el Congreso debe designar a un sucesor entre los congresistas, el exmandatario se mostró crítico.
“No puede ser que el congreso que nos ha metido en esta crisis política, que tiene cinco días paralizado al Perú, con muertos, nos vaya dar la solución eligiendo a otra persona que ellos crean”, señaló en un punto de prensa.
A continuación, volvió a cuestionar la legitimidad del proceso de vacancia que terminó con su salida de la Casa de Pizarro. “Van a dar la solución los que han tomado una medida inconstitucional si hemos estado en dictadura porque no hemos estado en una democracia plena”, aseguró.
Respecto al nombre del nuevo mandatario interino que debiera completar el período presidencial, Vizcarra, señaló que “no interesa quien sea el que reemplaza. La población despertó, todos vamos a estar atentos y la población en su conjunto ha madurado y se va a hacer respetar por el bien de todos los peruanos”.
Lo más probable, es que el elegido sea uno de los los 19 congresistas que votaron en contra de la salida de Vizcarra. En ese caso tiene la prerrogativa el Partido Morado, única bancada que rechazó al completo la vacancia, que ya ha propuesto los nombres de Gino Costa, Carolina Lizárraga o Zenaida Solís.