Alma inquieta y ávida de nuevas experiencias y de caminos no transitados, es una forma de resumir -en pocas palabras- el perfil de Avril Haines, a quien el Presidente electo Joe Biden nombró como directora de inteligencia nacional. Esta abogada de 51 años se convertirá en la primera mujer en dirigir las agencias de inteligencia estadounidenses (conocidas como la Comunidad de Inteligencia).

Haines ha probado de todo un poco en su carrera profesional, antes de insertarse en las labores de alto perfil en la Casa Blanca bajo la administración de Barack Obama, como cuando entre 2013-2015 ejerció como subdirectora de la CIA. Posteriormente, se desempeñó como asesora adjunta de Seguridad Nacional entre 2015 y 2017. En ambos cargos fue la primera mujer en asumirlos.

Pero mucho antes, Haines se paseó por varios rubros antes de acercarse a la política estadounidense de más alto nivel, en un intento por descubrir sus pasiones.

La nominada a directora de Inteligencia Nacional del presidente electo Joe Biden, Avril Haines, habla en el teatro The Queen, el martes 24 de noviembre de 2020, en Wilmington, Delaware (AP Photo / Carolyn Kaster)

Una librería

Avril Haines nació en Manhattan, en el acomodado barrio deL Upper West Side. Hija de dos científicos, su madre, Adrian, fue científica y pintora, y dedicaba sus días principalmente a sus cuadros, mientras su padre, Thomas, es bioquímico y profesor emérito en el City College de Nueva York.

Su madre falleció cuando Haines tenía 15 años luego de desarrollar una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y de contraer tuberculosis.

Tras la muerte de su madre y luego de haberse graduado de su escuela con honores, decidió irse por un año a Japón persiguiendo su amor por el deporte, especialmente por las artes marciales. Estudió judo en Tokio y consiguió el cinturón café. En 1988, regresó a Estados Unidos y se inscribió en la carrera de Física en la Universidad de Chicago. Mientras estudiaba comenzó un trabajo a tiempo parcial arreglando maquinarias de autos en un comercio de mecánica. Pero al tiempo decidió comenzar un curso de aviación. Fue ahí cuando se enamoró de su instructor de vuelo, David Davighi, quien se convirtió luego en su esposo.

En 1992 la pareja se mudó a Baltimore, donde Davighi encontró trabajo como piloto comercial y ella se inscribió en un programa doctoral en Física en la Johns Hopkins University. Pero en su anhelo de probar cosas nueva y adentrarse en sus intereses, Haines dejó el doctorado, vendieron un avión que tenían, consiguieron un préstamo del banco y compraron un bar en Fell’s Point, Baltimore, que convirtieron en librería y cafetería. El nombre del bar fue en honor a su madre: Adrian’s Book Café. De hecho, decoraron las paredes con cuadros de ella. Según Vanity Fair, la librería ganó el premio a la Mejor Tienda de Libros Independiente en 1997.

Continuando en su búsqueda de cosas nuevas, en 1998 se inscribió en la Georgetown University Law Center para estudiar Derecho, carrera que terminó en 2001. Fue ahí que se enamoró del derecho internacional y los derechos humanos.

“Avril tiene un profundo respeto por el derecho internacional y la necesidad de actuar de manera que esté respaldada por las normas internacionales, pero también por la importancia y eficacia de nuestras operaciones antiterroristas”, dijo Benjamin Rhodes, exasesor adjunto de seguridad nacional, a Newsweek en 2013, quien trabajó estrechamente con Haines en la Casa Blanca. “Es la persona más cariñosa y decente con la que he tenido la bendición de trabajar”, dijo a la misma revista Denis McDonough, exjefe de gabinete de la Casa Blanca

En junio de 2013 llegó el gran salto: Haines fue designada por Obama para ser subdirectora de la CIA. Antes de eso, trabajó en la Oficina de Asesoramiento Legal del Departamento de Estado, en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado como consejera jefe adjunta del Partido Demócrata cuando el entonces senador Biden era presidente del Comité, como asistente adjunta del Presidente en el Consejo de la Casa Blanca y como consejera adjunta a la Presidencia para los Asuntos de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Un largo currículum que a partir de enero la dejará al frente de la inteligencia de Estados Unidos, una tarea de la más alta complejidad.