Hamas llega a El Cairo para mantener conversaciones sobre el alto el fuego

Aftermath of an Israeli airstrike, in Rafah in the southern Gaza Strip
Los palestinos se reúnen en el lugar de un ataque aéreo israelí, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 3 de marzo de 2024. REUTERS/Mohammed Salem.

Washington afirmó que el acuerdo de alto el fuego ya estaba “sobre la mesa”, aprobado por Israel y a la espera únicamente de la firma de los militantes palestinos. Sin embargo, las partes beligerantes ofrecieron poca información sobre el estado de los avances.


Una delegación de Hamas llegó el domingo a El Cairo para participar en unas conversaciones decisivas para un alto el fuego en Gaza, consideradas el último paso para llegar a un acuerdo que ponga fin a los combates durante seis semanas.

Washington afirmó que el acuerdo de alto el fuego ya estaba “sobre la mesa”, aprobado por Israel y a la espera únicamente de la firma de los militantes palestinos. Sin embargo, las partes beligerantes ofrecieron poca información sobre el estado de los avances.

Tras la llegada de la delegación de Hamas, un funcionario palestino dijo a Reuters que el acuerdo “aún no estaba sobre la mesa”. La parte israelí no ha confirmado oficialmente la asistencia de su delegación.

Una fuente informada de las conversaciones había dicho que Israel podría no ir al El Cairo, a menos que Hamas presente primero una lista completa de los rehenes que siguen con vida, una exigencia que, según una fuente palestina, Hamas había rechazado hasta ahora por considerarla prematura.

Aun así, un funcionario estadounidense dijo a periodistas: “El camino hacia un alto el fuego ahora mismo, literalmente en este momento, es sencillo. Ya hay un acuerdo sobre la mesa. Hay un acuerdo marco”. Un acuerdo supondría la primera tregua prolongada de la guerra, que ya dura cinco meses, además de una pausa de una semana en noviembre. Decenas de rehenes en poder de los militantes serían liberados a cambio de cientos de detenidos palestinos.

Se incrementaría la ayuda a la asediada Gaza para salvar las vidas de los palestinos, al borde de la hambruna. Los combates cesarían a tiempo para evitar un asalto israelí masivo a Rafah, donde más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza están abarrotados contra la valla fronteriza del enclave.

Las fuerzas israelíes se retirarían de algunas zonas y permitirían a los gazatíes regresar a sus hogares abandonados durante la guerra.

Sin embargo, el acuerdo no satisface la principal exigencia de Hamas de poner fin a la guerra de forma permanente, y dejaría sin resolver el destino de más de la mitad de los más de 100 rehenes restantes, incluidos los hombres israelíes en edad de combatir.

Los mediadores egipcios han sugerido que esas cuestiones podrían dejarse de lado por ahora con garantías de que se resolverían en fases posteriores. Una fuente de Hamas dijo a Reuters que los militantes seguían esperando un “acuerdo global”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó la semana pasada que podría alcanzarse un acuerdo incluso el lunes, pero luego Washington se ha retractado de un calendario tan firme. El objetivo es que el alto al fuego se alcance antes del mes de ayuno musulmán del Ramadán, que comienza dentro de una semana.

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