Amnistía Israel rechaza informe de Amnistía Internacional que le acusa de cometer genocidio en Gaza
La organización, que opera como una ONG separada del organismo internacional, dijo que a pesar del alcance de los ataques contra civiles en Gaza, es dudoso que “se haya probado el elemento de intención en perpetrar el exterminio total o parcial de la población palestina en el marco de la guerra”.
La rama israelí de Amnistía rechazó el nuevo informe de la organización internacional que acusa a Israel de cometer genocidio en la Franja de Gaza.
En respuesta al informe, Amnistía Israel, que opera como una ONG separada del organismo internacional, dijo que a pesar del alcance de los ataques contra civiles en Gaza, es dudoso que “se haya probado el elemento de intención en perpetrar el exterminio total o parcial de la población palestina en el marco de la guerra”.
Amnistía Israel señaló que la Convención sobre el Genocidio exige pruebas de que estas acciones se llevaron a cabo con la “intención específica” de destruir a los palestinos en Gaza “total o parcialmente”.
“Basándonos en nuestro análisis, elaborado en consulta con expertos externos, muchos de nosotros tenemos dudas sobre la posibilidad de probar de manera inequívoca, y más allá de cualquier explicación alternativa razonable, el elemento de intención”, afirmó Amnistía Israel.
También señaló que “hay diversas voces dentro de Amnistía Israel”, aunque “la posición mayoritaria… cree que la afirmación de que Israel está cometiendo genocidio carece de fundamento”.
El grupo de derechos humanos con sede en Londres dijo que llegó a esta conclusión tras meses de analizar incidentes y declaraciones de funcionarios israelíes. AI afirmó que se alcanzó el umbral legal del delito, en su primera determinación de este tipo durante un conflicto armado activo.
La Convención sobre el Genocidio de 1948, promulgada tras el asesinato masivo de judíos en el Holocausto nazi, define el genocidio como “actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Israel ha rechazado repetidamente cualquier acusación de genocidio, afirmando que respeta el derecho internacional y que tiene derecho a defenderse tras el ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre de 2023 que precipitó la guerra.
“La deplorable y fanática organización Amnistía Internacional ha vuelto a elaborar un informe inventado que es totalmente falso y se basa en mentiras”, escribió en la red social X el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Oren Marmorstein.
La propia rama de AI en Israel se distanció de las conclusiones de su grupo matriz, afirmando que no participó en la investigación y no cree que Israel esté cometiendo un genocidio. Sin embargo, afirmó en un comunicado que la matanza y la destrucción en Gaza alcanzaron “niveles espeluznantes” y pidió que se investiguen posibles crímenes de lesa humanidad.
Al presentar el informe en La Haya, la secretaria general de AI, Agnes Callamard, afirmó que la conclusión no se tomó “a la ligera, políticamente o de forma preferente”. Según dijo a los periodistas tras la presentación, “se está cometiendo un genocidio. No hay duda, ni una sola duda en nuestra mente tras seis meses de investigación en profundidad y centrada”.
AI afirmó que llegó a la conclusión de que Israel y su ejército cometieron al menos tres de los cinco actos prohibidos por la Convención sobre el Genocidio de 1948, a saber, homicidios, lesiones corporales o mentales graves e imposición deliberada de condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción física de un grupo protegido.
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