Fue la primera vez en la tarde que el público, unas 170 personas del mundo de las energías y autoridades chilenas y argentinas, se paraban a aplaudir a un expositor. Hacía su entrada desde fuera del salón el Presidente de Argentina, Javier Milei, en su primera visita al país. En la oportunidad, la única intervención masiva del mandatario en tierras chilenas, destacó la relación entre Chile y Argentina, lanzó flores a la unión público-privada aplicada en Chile, y no escatimó en ácidas críticas a sus predecesores, especialmente a Néstor Kirchner.
El libertario inició su discurso destacando que Chile y Argentina siempre han podido solucionar sus problemas “y dirimir nuestras diferencias a través de la diplomacia. No hay muchos países en condiciones semejantes que puedan decir lo mismo, y tenemos que estar orgullosos de ello”.
Luego, hubo una suerte de disculpa. “A causa de políticas irresponsables de otros gobiernos argentinos”, dijo, “el flujo de este gasoducto ha destacado durante las últimas dos décadas por su bajo rendimiento. Sucede que Menem y Frei establecieron una alianza de abastecimiento energético entre nuestras naciones, y empresas chilenas y argentinas firmaron contratos y entablaron largos compromisos conforme a esa alianza”, rememoró.
“Pero cuando el gas empezó a escasear en Argentina por malas políticas energéticas, el kirchnerismo decidió que la salida más fácil era incumplir los contratos con Chile y dejar de exportar el gas doméstico. Sabemos que para ustedes estas decisiones significaron el costo enorme, económico y humano, de industrias y hogares sin acceso a energía, y que los dejamos sin alternativa más que construir plantas de regasificación en tiempo récord. Por eso quiero decirles que quien les habla hoy aquí es Javier Milei, no Néstor Kirchner, y que nuestra Administración tiene una vocación irrenunciable por abrazar el capitalismo de libre mercado y las ideas de la libertad”, cerró.
Respecto del modelo chileno, Milei tuvo palabras de alabanzas. “Para nosotros, Chile ha sido un gran ejemplo de lo que hay que hacer para sostener el desarrollo económico en el tiempo, tanto por su sana relación entre los públicos y los privados, como por su política económica y negociable, la cual ha perdurado a pesar de los cambios de signos políticos, manteniendo así los principios de vida, libertad y propiedad privada establecidos hace décadas. Estos valores le permiten a Chile despegar, abandonar el atraso y caminar hacia un modelo de prosperidad”, dijo. Un detalle no menor, durante su discurso, de aproximadamente 10 minutos, no hubo mención directa a su par chileno, Gabriel Boric.
Salvo sus comentarios sobre los Kirchner, el discurso no contó con sus clásicos sobresaltos. Pero eso cambió al final, cuando llegó su “¡Viva la libertad, carajo!”, sin muchas respuestas de un impresionado -como dijo una asistente- público.
Su fugaz visita a Chile, que no contó con una reunión oficial -ni de ningún tipo- con su par anfitrión, Gabriel Boric, se dio en el marco de la celebración de GasAndes, la empresa que opera el gasoducto que atraviesa la cordillera, por haber alcanzado el transporte de 28.500 millones de m3, un hito calificado como TCF. Entre los asistentes, destacó quien fundó el gaseoducto junto al exmandatario argentino Carlos Menem, el expresidente chileno Eduardo Frei Ruiz-Tagle. También estuvieron presentes la Canciller argentina, Diana Mondino, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el Canciller chileno, Alberto van Klaveren.
Este último se reunirá con su par argentina durante el viernes y, en conversación exclusiva con La Tercera, la Canciller Mondino señaló: “Tenemos muchísimos temas para conversar. Básicamente, tenemos que hablar de la integración comercial que tenemos, la fronteriza, y muchos otros tópicos que han surgido en las reuniones que hemos tenido durante el día de hoy. Por supuesto, Venezuela también. Pero lo ideal es tratar de trabajar en los temas de integración”, señaló previo al inicio del evento.
Las primeras señales del arribo llegarían a las 13.23, cuando el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, llegó a las inmediaciones del recinto de Pudahuel, específicamente, a la zona protocolar, espacio donde salen autoridades y celebridades. Ahí, ultimó detalles de la avanzada del Mandatario argentino para comenzar su agenda en el país.
Y así fue. Aterrizando cerca de las 14.30 en un chárter argentino, Milei fue recibido por Viera-Gallo y su par argentino en Chile, Jorge Faurie. Escoltado por la parte delantera y posterior, Milei se dirigió rápidamente hasta un hotel de la capital, donde se hospedó a la espera del encuentro de GasAndes.
En su ingreso, donde lo esperaban seguidores chilenos, los saludó con un gesto de manos mientras recibía gritos de apoyo. “Grande Milei”, se escuchaba, además de críticas al Presidente Gabriel Boric.
En paralelo a las horas de descanso que tuvo Milei, se produjo una reunión entre empresarios chilenos, argentinos, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y la Canciller argentina, Diana Mondino. Aunque fuentes de la cancillería chilena aseguraban que Milei también iba a participar de la cita, finalmente no estuvo.
Una vez concluida la reunión empresarial, el embajador atendió a los medios de comunicación para pronunciarse, sobre todo, por la reunión que no se produjo entre los presidentes Boric y Milei. Al respecto, el representante chileno en Argentina afirmó que “hubo una solicitud que llegó bien al final y no coincidieron las agendas”.
En esa línea, Viera-Gallo desdramatizó la cita que no se dio, asegurando que “lo importante no es eso, lo relevante para el pueblo de Chile y para la Argentina es que aquí se ratifica la integración energética”.
“No veo ningún roce entre el Presidente Milei y el Presidente Boric”, sentenció el embajador.