Jon Lee Anderson: "López Obrador se concibe como un prócer histórico, ahí está su lado mesiánico"

El destacado periodista estadounidense Jon Lee Anderson estuvo en tres ocasiones, desde marzo hasta mayo pasado, acompañando al candidato Andrés Manuel López Obrador durante su campaña en México. Su experiencia quedó registrada en un perfil publicado por la revista The New Yorker. Durante su viaje con AMLO, Jon Lee Anderson no solo pudo entrevistar al candidato, que es muy reacio a conversar con la prensa, sino que también conoció a sus adherentes.

En conversación con La Tercera este influyente periodista relata su visión sobre la campaña de AMLO.

¿Cuál es su impresión tras el recorrido que realizó con López Obrador?

Estuve en tres diferentes recorridos, así que tuve la ocasión de verlo en la precampaña en marzo, ya que el lanzamiento formal era el 1 de abril, y luego hasta finales de ese mes. Él es una persona muy carismática, eso sí tiene un carisma propio, no se puede comparar, es distinto. Hay una tendencia hoy de definir a todos los que tienen carisma como populista, sean de derecha, de izquierda y, obviamente, con algo de intención se tiende a los carismáticos de izquierda, como (Hugo) Chávez -yo lo conocí- y conozco a (Nicolás) Maduro. AMLO es un mexicano, es un tipo nacionalista, algo que también le cuestionan sus críticos como Enrique Krauze. A mí no me pareció que fuera alguien provinciano, de poco roce, ni mucho menos. Más bien es un tipo que tiene muy claro su ambiente. Es alguien muy de su tierra y se siente cómodo así.

¿Cómo describiría su discurso?

Él es inusual porque es muy pausado, es muy flemático, no se apura en explicar las cosas, se toma su tiempo. En ese sentido, es inusual, porque llega a una tarima y se toma su tiempo antes de hablar. Es de la vieja escuela. Él habla en forma muy sencilla, cualquier mexicano lo puede entender, eso no quiere decir que hable de forma vulgar, porque no lo es. Aunque está lleno de aforismos, guiños, frases de humor que riman. En ese sentido tiene el don del populista. Tiene un lado como místico, aparentemente, porque se presenta como alguien con fe en sí mismo y por ende una capacidad para resolver cosas que para los de afuera resultan complejas. Él lo ve de manera sencilla y lo repite hasta el hastío y eso saca de quicio a sus rivales.

¿Qué le parecen las propuestas de AMLO?

Solo cuando llegue a la Presidencia vamos a saber si esta fe en sí mismo es hasta cierto punto fe en el pueblo mexicano que lo va a acompañar y fe en estas soluciones que propone y son factibles o no. Las soluciones que propone tienen herramientas que son como de otra era. De momento hay mucho recelo, hay mucha suspicacia, no vamos a saber hasta que llegue a la Presidencia. Él apela a la dignidad, al nacionalismo, por ejemplo llega a una provincia y dice: "Hay una empresa aquí en Sinaloa que está parada hace años y yo quiero que eso termine, para dar empleo a los hombres y muchachos de este estado y quiero hacerlo con pico y pala y no con maquinaria, para que pueda durar el trabajo. En ese tiempo, con el pago que reciben pueden crear microempresas y así pequeñas economías para ir aguantando". Él tiene tres grandes proyectos que abarcan, más o menos, todo el territorio: un tren turístico desde Cancún hasta los templos Mayas para atraer más turismo hacia el interior; otro tren del Caribe al Pacífico; otro proyecto de siembra de árboles frutales y de nueces en una zona muy devastada. Todos esos son proyectos como de los años 30, de la época de hacer trabajos, con miles de hombres. No son ideas modernas.

Hay quienes dicen que él se presenta como un mesías o un redentor...

Tras escuchar sus discursos creo que se encaja más en alguien como el expresidente Franklin Roosevelt. Él se concibe como un prócer histórico, en ese sentido tiene su lado mesiánico. Me parece alguien empeñado en hacer cosas muy prácticas, más que ilusorias. No sentí en él alguien de un populismo de retórica exacerbada, de izquierda. No soy apologista de AMLO, me cayó bien dentro de todo. Es un tipo con temperamento, pero se sabe controlar. Él tiene su lado enigmático. Solo sabremos cómo es cuando llegue a la Presidencia.