La batalla de Lula y Bolsonaro por Minas Gerais: el estado “termómetro” de las elecciones en Brasil
Desde los comicios de 1989, el candidato más votado en ese estado también ha ganado la carrera por el sillón del Palacio de Planalto. Si bien el abanderado del PT se impuso en suelo mineiro en primera vuelta, el mandatario brasileño ha ido ganando terreno allí de cara al balotaje.
La importancia de Minas Gerais para las elecciones presidenciales en Brasil es conocida hace tiempo. Por lo menos desde los comicios de 1989, el candidato más votado en el estado también ha ganado la carrera por el sillón del Palacio de Planalto. Lo mismo sucede en Amazonas y Amapá, pero Minas es el segundo colegio electoral más grande del país después de Sao Paulo y concentra alrededor de 20 millones de votantes, más del 10% del electorado nacional. De ahí su importancia.
La tesis repetida en el mundo político de que “quien gana en Minas Gerais gana en Brasil” volvió a ser puesta a prueba en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el pasado 2 de octubre. Y los resultados de las encuestas trajeron un dato más para fortalecer esta idea: los porcentajes obtenidos por el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) y el Presidente Jair Bolsonaro (Partido Liberal) en el estado fueron muy similares a los observados en el escenario nacional.
Según el Tribunal Superior Electoral (TSE), Lula ganó la primera vuelta con el 48,43% de los votos, mientras que Bolsonaro obtuvo el 43,2%. En Minas Gerais, el porcentaje fue muy similar: 48,29% (5,8 millones de votos) para el candidato del PT y 43,6% (5,2 millones de votos) para el actual presidente. El estado jugó un papel decisivo en la victoria del abanderado izquierdista, ya que fue el único estado de la región sudeste donde ganó Lula. En Sao Paulo, Río de Janeiro y Espírito Santo el vencedor fue Bolsonaro.
“Lula y Bolsonaro reprodujeron fielmente en Minas Gerais el puntaje que ambos tuvieron en todo el país, reafirmando al estado como el gran termómetro de las elecciones nacionales, título que ostenta desde la redemocratización. Quien gana ahí termina tomando la Presidencia de la República”, escribió al respecto Leonardo Sakamoto, columnista de UOL.
El profesor de Ciencias Políticas de la Fundación Getúlio Vargas de Sao Paulo, Marco Antônio Teixeira, dijo a BBC Brasil que el reflejo de los resultados nacionales en Minas Gerais no es casualidad.
“No fue casualidad que esto sucediera. Minas tiene varias características que se repiten en todo Brasil. En la región norte del estado, tenemos un perfil más cercano al nordeste brasileño. En el oeste, sur y sudeste del Estado, tenemos un perfil más parecido a Sao Paulo y al centro-oeste, que históricamente votan contra el PT. Los resultados electorales confirman eso”, señaló el académico.
El análisis del mapa de votaciones por municipio en Minas Gerais muestra que Lula ganó en 630 municipios, mientras que Bolsonaro se quedó con 223. El mapa también revela que la gran mayoría de los municipios que le dieron la victoria al PT están en las regiones centro, norte y noreste de Minas Gerais. Según Teixeira, esas zonas tienen un perfil social y demográfico más parecido al nordeste, región que votó fuertemente por Lula en la primera vuelta.
Sin embargo, Lula, que intenta llegar por tercera vez al Palacio del Planalto, este año no repitió la hazaña de 2002, cuando obtuvo la mayor votación en las 10 principales ciudades del estado en la primera y segunda ronda: Uberlândia, Uberaba, Poços de Caldas, Pouso Alegre, Divinópolis, Ipatinga, Juiz de Fora, Governador Valadares, Teófilo Otoni y Montes Claros.
Aunque perdió en Minas Gerais en el cuadro general, el actual presidente brasileño recibió el pasado 2 de octubre más votos que Lula en siete de los 10 municipios mencionados. Sin embargo, en 2018 Bolsonaro también obtuvo, en ambas vueltas, números más expresivos en todas estas ciudades.
Un votante tradicional, pero desconfiado
La condición de Minas Gerais como punto estratégico en las elecciones se debería mantener en la segunda vuelta del 30 de octubre, evalúa Teixeira. Según el académico, avanzar posiciones en el estado será fundamental tanto para Lula como para Bolsonaro.
“No hay garantía de que los candidatos no puedan perder votos en esta segunda vuelta. Por eso, Bolsonaro buscará el apoyo del gobernador (reelegido en la primera vuelta) Romeu Zema (del partido Novo), para tratar de revertir esta desventaja. Lula, en cambio, tendrá que buscar apoyos de manera más difusa, porque ya no hay una plataforma regional”, dijo el profesor, quien advirtió: “Lula todavía tiene algo de grasa electoral que quemar, pero si se deshidrata demasiado, podría dar lugar a un vuelco de Bolsonaro”.
El diario Folha de Sao Paulo conversó en los últimos días con varios integrantes de las dos campañas en el estado. Mientras los aliados del presidente dicen que el apoyo al gobernador Romeu Zema y la presión a los alcaldes del interior ya surtieron efecto, los petistas aseguran que todas estas acciones no tienen el potencial de mover votos de manera significativa y que la distancia obtenida de Lula en la primera vuelta, de cinco puntos porcentuales, se mantiene.
“En todas las regiones estamos logrando el avance que necesitábamos. Hoy estamos convencidos de que el estado ya dio la vuelta”, dice el vicegobernador electo de Minas, Mateus Simões (Novo).
Una visión completamente opuesta es la que tienen los partidarios del candidato del PT en Minas Gerais. “Creo que Minas está consolidada, estamos trabajando y notamos que probablemente lo que va a pasar es que Lula debe abrir una mayor ventaja en Minas, como abrió en Bahía y abrió en Pará”, afirmó el exalcalde de Belo Horizonte, Alexandre Kalil (PSD), derrotado por Zema en la carrera por la gobernación estatal.
Al margen de estas evaluaciones, la presencia de los dos candidatos a la vicepresidencia en suelo minero este martes simboliza la disputa voto a voto que se desarrolla allí entre ambas campañas. En un período de siete días, el estado considerado clave en la batalla ya recibió o recibirá visitas de Lula y Bolsonaro; de Geraldo Alckmin (PSB) y Braga Netto (PL), los dos candidatos a vicepresidente; además de dos de los principales partidarios de los candidatos a Planalto en esta segunda vuelta: la excandidata presidencial Simone Tebet (MDB) y la primera dama Michelle Bolsonaro.
La última ofensiva sobre Minas comenzó el viernes pasado, cuando una caravana de bolsonaristas, encabezada por Michelle Bolsonaro, inició una gira por seis ciudades de diferentes regiones del estado. Esa misma jornada, Lula promovió mítines en Teófilo Otoni y Juiz de Fora, ciudades gobernadas por el PT. Al día siguiente, encabezó un evento en las regiones de Ribeirão das Neves y Belo Horizonte.
Este martes era el turno de Alckmin y Braga Netto de aterrizar en suelo mineiro. El vice de Lula, que fue figura histórica del PSDB y también integra la lista de políticos que buscan vencer la resistencia al PT, tenía previsto visitar dos ciudades del sur del estado (Alfenas y Lavras), donde participaría en caminatas y actos políticos.
Este miércoles, Bolsonaro regresará a Minas, donde participará junto a Zema en mítines en Teófilo Otoni y Uberlândia. Los actos deben poner fin a la participación pública del gobernador en la campaña de reelección presidencial, indicó Folha. El jueves, Tebet, quien salió tercera en la primera vuelta presidencial, regresará al estado para visitar Belo Horizonte y otras ciudades cercanas.
Por ahora, las encuestas no reflejan una tendencia clara en Minas Gerais. Según un sondeo de Futura Inteligência, encargado por Banco Modal y divulgado el viernes pasado, Lula aparece en segundo lugar, con el 46,5% de los votos válidos, mientras que Bolsonaro aparece liderando la intención de voto, con el 53,5%.
En otra encuesta de AtlasIntel, publicada el 16 de octubre (la última disponible para el estado), Lula tiene el 50,2% de las intenciones de voto y Bolsonaro, el 47,7%. Sin embargo, el sondeo indica que el presidente tiene un sesgo alcista, mientras que Lula parece haberse estancado. Bloomberg señala que el dato es similar al de otro instituto, Quaest, que ha realizado y publicado encuestas electorales financiadas por la corredora Genial Investimentos.
En entrevista con esa agencia, el director general de Quaest, Felipe Nunes, quien es de Minas Gerais, dijo que su instituto ya había captado el movimiento de disputa más apretado: “Nadie le hizo caso a eso, pero ya estábamos mostrando la caída de Lula en la recta final de la primera vuelta. Y esa tendencia ha continuado”. Pero el propio Nunes reconoció lo volátil que es el voto del elector minero: “El votante de Minas Gerais es tradicional, conservador, pero también desconfiado, que cambia según la elección”.
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